T/N MEZA.
Un insistente sonido me hace abrir los ojos, estoy en una habitación poco iluminada, una vía intravenosa en mi brazo derecho mar impide moverlo, siento mi garganta seca y mi cuerpo pesado, instintivamente llevo la mano a mi vientre y lo encuentro plano, mi mente se llena de recuerdos, la llamada de amenaza de Cornelio, Cesar consolándome, el dolor en mi vientre, el quirófano, mi bebé no lo vi, no lo escuche llorar. Por Dios mi bebé...
La angustia y desesperación se apoderan de mí, mientras mis ojos se cristalizan, necesito saber cómo está mi bebé, intento pararme de la cama, pero un fuerte mareo hace que vuelva a caer en la cama ¿Y si le paso algo a mi bebé? ¿Si no sobrevivió? Era muy pequeño para nacer todavía, lágrimas mojan mis mejillas, ahora la desesperación se convierte en culpa ¿Por qué no fui fuerte? ¿Por qué no lo protegí? Las lágrimas inundan mis mejillas y hago un último intento para ponerme de pie, pero un dolor atraviesa mi vientre y ahogo un gemido de dolor, en ese momento se abre la puerta y entra el doctor Álvarez que al ver mi situación corre a mi lado.
- Señora Parra. ¿Qué hace? - intenta subirme a la cama, pero me resisto.
- Necesito ver a mi bebé - sollozo - Por favor, ¿Cómo está? Dígame que está vivo - me aferro a su uniforme y lloro - Mi bebé, mi bebé... - la puerta vuelve a abrirse y veo aparecer a un preocupado Cesar, se ve cansado, sus ojos marcados por ojeras e hinchados.
- Cesar - sollozo, de dos zancadas, está a mi lado y me toma en sus brazos, me aprieta contra su cuerpo y me sosiego solo por unos segundos - ¿Dónde está mi bebé? ¿Cómo está? ¿Lo viste? - digo desesperada, veo que sus ojos se cristalizan - Dime que está bien, por favor - él limpia mis mejillas - Solo dímelo - ruego.
- Nena, cálmate - me sostiene más fuerte - Esto no te hace bien - lo miro a los ojos y me pierdo en ellos, los veo tristes y apagados - El bebé está... - es lo último que escucho antes de que la oscuridad se apodere de mí...
Un fuerte olor a alcohol me hace abrir los ojos, miro a todos lados desorientada y me encuentro con Cesar sosteniendo mi mano y el doctor Álvarez.
- T/n, por fin despiertas - susurra y besa mis nudillos repetidas veces.
- ¿Cómo se siente, señora? - dice el doctor.
- Mejor - digo con voz ronca - Tengo sed - después de un sorbo de deliciosa agua fresca proporcionada por Cesar y preguntó lo inevitable - ¿Y el bebé? - siento un leve apretón en mis manos y nos miramos fijo a los ojos.
- El bebé, está en una sala de cuidados especiales, es muy pequeño - dice con voz entrecortada, yo llevó las manos a mi boca para ahogar un sollozo.
- Por Dios - exclamo y nos fundimos en un abrazo y lloro en sus brazos, mientras él susurra palabras de aliento y besa mi pelo - Quiero verlo - miro a Cesar y este a su vez al doctor.
- Después que la revisemos y veamos que todo está bien, su esposo la llevara con su hijo...
Media hora después salgo de la habitación sentada en una silla de ruedas conducida por Cesar, me guía por un pasillo, subimos al ascensor y él marca el tercer piso.
Entramos a una habitación señalada como UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales) La puerta se abre y nos hacemos espacio en la habitación, nos detenemos frente a una incubadora y siento mi alma romperse en mil pedazos al ver a pequeño bebé que allí descansa, silenciosas lágrimas ruedan por mis mejillas al ver sus cuerpecito lleno de cables, un leve apretón en mi hombro me da las fuerzas que abandonan mi cuerpo paso la mano por el cristal y un gemido de dolor se escapa de mi garganta, inhalo y exhalo varias veces antes de hablarle.
- Hola, príncipe - mi voz es apenas audible - Perdóname por no ser fuerte y lograr mantenerte más tiempo dentro de mí, no te imaginas cuanto te amo y lo que me duele verte así... - el llanto me gana y siento las manos de Cesar en mí hombros masajeándolos suavemente.
- Buenas tardes - escucho decir, levanto la vista y veo una doctora al lado nuestro - Soy Emy Puello, la neonatóloga que se va a encargar de cuidar a su bebé - limpio mis lágrimas.
- ¿Cómo está? - le digo.
- Le expliqué al señor que para su condición está estable, necesitas cuidados especiales y mucho cariño - me guiña un ojo - ¿Quiere sostenerlo para que reciba su calor?
- ¿Puedo? - digo entusiasmada.
- Claro que si - levanto la vista y veo a Cesar sonreír, mientras una lágrima rueda por su mejilla, a la habitación entra una enfermera llamada Malie Acosta, la doctora me pide que me acomode y deje mi pecho descubierto a la altura de los senos, Cesar me ayuda y con ayuda de la enfermera la doctora saca al bebé de la incubadora y lo deposita en mi pecho, pero me da miedo hasta de tocarlo - Tóquelo, señora. Háganle saber que ustedes están aquí...
Cesar se pone de cuclillas a mi lado y le acaricia las manitas, mientras yo acaricio su espaldita.
- Hola, mi amor - digo - Mami y papi están aquí, te amamos mucho bebé - miro a Cesar y dos lágrimas ruedan por sus mejillas - Vamos a luchar para que te pongas grandote. Papi te va a enseñar a jugar el futbol - él asiente y nos envuelve a los tres en un delicado abrazo.
Pasamos los siguientes diez minutos con el bebé, abrió sus ojitos y son iguales a los míos, pero el poco pelo que tiene en su cabeza es igual al de su papá, tenemos que dejarlo descansar, la enfermara lo toma de mi pecho y siento como si me arrancara un pedazo del alma.
- Puede venir cada vez que quiera señora, puede extraerse la leche y traerla en botes para suministrárselas al bebé hasta que él pueda alimentarse por sí solo - dice la doctora después de dejar a mi bebé en la incubadora.
- Adiós, campeón - paso la mano por la incubadora y no puedo evitar llorar - Mañana volvemos - Cesar le da la vuelta a la silla de ruedas y antes de salir de la habitación se pone frente mío, toma mi cara entre sus manos y deposita un tierno beso en mis labios.
- Te amo, princesa - susurra pegadito a mis labios - Juntos vamos a sacar a nuestro bebé adelante - yo asiento y él besa mi frente, salimos de la habitación y sus palabras me reconfortan y llenan de felicidad...
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"Ya es muy tarde 3" "Vuelvo a ti, esta vez para siempre"🫀🫶🏻👨👩👦👦
RomanceT/n y Cesar, una pareja que ha enfrentado grandes dificultades y dos separaciones, vuelven a estar juntos, pero ahora como manda la ley, con la bendición de Dios y de sus seres queridos, un bebe en camino y mucho amor que demostrar, esta vez para si...