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Era de mediodía cuando Iván se encontraba estirando los músculos de sus piernas en el calentamiento de la práctica, haciendo la rutina a la par que toda la escuadra, escuchando aún el repicoteo de sus amigos.

—¿Realmente creen que se presente a la práctica? No se ve como una persona que sea impuntual- Edward cuestionó, alzando su mano para alcanzar la punta de sus pies.

—El día de las audiciones llegó unos minutos tarde, probablemente pase igual- Sebastián alentó, volviendo a su posición inicial después de estirarse.

—Como sea, cumplí con mi parte de volverlo a intentar, si no se presenta no volveré a insistir- murmuró con el ceño fruncido, queriendo cambiar la conversación.

—No será falta, él acaba de llegar- Germán levantó la barbilla en dirección a las puertas del gimnasio, donde el castaño entraba con una bolsa colgando sobre su hombro.

Su conjunto deportivo de color verde llamaba la atención, sobresaliendo sobre los demás con sus ropas de colores neutros y oscuros. Iván mostró una sonrisa ante la comparativa, pero rápidamente la ocultó cuando conectó su mirada con Rodrigo.

—Hola- saludó con un tono remarcado, dando inicio a la tregua.

—Estamos calentando, en diez minutos iniciamos la primera práctica- anunció en su dirección, levantándose de donde se encontraba—¡Atención a todos! Tenemos un nuevo integrante en la escuadra, así que espero que todos puedan recibirlo y tratarlo bien, él es Rodrigo Carrera.

Si Rodrigo no estuviera tan sorprendido por la repentina formalidad del azabache, sería más observador y hubiera podido analizar como todos se giraban para prestarle atención, tal como a un capitán.

—¿Qué?- arqueó una ceja en dirección al castaño, observando su gesto de sorpresa.

—Nada, solo estoy tratando de acoplarme- se limitó a decir, no quería arruinar su pequeña tregua.

—Tendrás tiempo para conocerlos a todos, ahora solo me interesa que estés al corriente con nuestras rutinas. Será difícil al principio, pero no imposible, por lo que quiero que tengas el rendimiento suficiente para poder seguirnos el paso.

—Creí que eso ya estaba claro, perfectamente les puedo seguir el paso.

Iván sonrió, incrédulo.—Lo de las audiciones no fue nada a comparación a lo que estás por presenciar.

—Podemos apostar que te seguiré sin problema, deberías de saberlo ya.

—Oh, créeme que conozco las capacidades de todos los de la escuadra- dió un paso en su dirección, mostrando una expresión divertida que se reflejaba en sus ojos—Los conozco a cada uno por el hecho de que soy el capitán, ¿Qué clase de líder sería si no los supiera reconocer?

Y con la satisfacción de dejarlo con la expresión de sorpresa, se giró para alejarse de donde se encontraba, dirigiéndose a las gradas para dar inicio a la primera práctica.

[...]

La primera hora de práctica surgió sin contratiempos, Rodrigo acoplándose de manera rápida a los pasos y tomando el ritmo necesario para culminar la coreografía. No negaba que volver a sentir la vibra de estar en una rutina lo alegraba por completo, sentir aquel subidón de adrenalina conforme la coregrafía se volvía más pesada y sus músculos ardían por estar entrenando sin parar.

Cuando finalizaron la rutina una vez más, todos se aplaudieron entre ellos y se sonreían, satisfechos por el trabajo que estaban haciendo.

—¡Una vez más!—El grito de Iván alertó a todos, desapareciendo la felicidad de sus rostros.

Cheerleader- adap RODRIVAN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora