—Lo invitaré a salir hoy- el azabache murmuró convencido, terminando de realizar sus ejercicios de estiramiento.
Faltaba poco para su presentación del partido, se encontraban todos reunidos en el estacionamiento detrás del campo mientras esperaban su llamado. Iván y sus amigos estaban alejados del resto del equipo en petición del capitán, necesitando consultarlo con ellos.
—Wow, me siento orgulloso de tu decisión- comentó Sebastián con una sonrisa, fingiendo limpiarse una lágrima—Pensé que jamás viviría este momento.
Los otros dos siguieron el mismo juego, haciendo molestar a Iván sobre que se había tardado, provocando una reacción de fingir perseguirlos para golpearlos. Su juego fue interrumpido cuando escucharon cómo voceaban el descanso del partido, por lo que era su momento en entrar.
—Bien, equipo. Recuerden lo que les dije, es nuestra última oportunidad de practicar antes de la presentación, recuerden hacerlo como si fuera ese día y nos estuvieran evaluando, ¿Entendido?- obteniendo una respuesta positiva, alzó sus brazos—Entonces, andando.
Los chicos corrieron hasta el campo, pero Iván en lugar de estar al frente, igualó su paso con el de Rodrigo. El castaño había estado concentrado en sus estiramientos que no había entablado una conversación con él aquella tarde desde que llegaron, queriendo acercarse a él así fuera por un minuto.
—¿Estás listo para salir?- cuestionó con una sonrisa, mirándolo de reojo.
—¿Recuerdas qué fui capitan? Esto no es nada en comparación de lo que yo hice allá- alardeó en un tono burlón, sacándole una carcajada.
—Olvidé que en el mundo de barbie deben de tener grandes estadios rosas para ensayar, y todo un público que los alardee sin importar que se equivoquen.
—Te equivocas en una cosa, Iván- adelantándolo, se giró para verlo—Yo no permito que mi equipo se equivoque, no existen las equivocaciones aquí.
Encantado con su respuesta, sonrió antes de alcanzarlo y correr detrás del grupo, emocionados por hacer la presentación. Tomaron su respectiva formación, teniendo los ojos curiosos puestos en ellos, expectantes por lo que presentarían aquella tarde.
La coreografía fue fácil de montar para ellos, demasiado familiarizados con los pasos, solo estaban concentrados en imaginar un público diferente donde estarían presentándose frente a un panel de jueces que los estaría evaluando cada punto importante durante la competencia, un solo error no estaba permitido ahí.
La pista acabó demasiado pronto para todos, y cuando hicieron el último paso para cerrar la presentación, soltaron el respiro que estaban guardando consigo cuando observaron a las personas levantarse y aplaudirles con entusiasmo. Mostraron rostros sonrientes mientras rompían la formación y agradecieron por el recibimiento, saliendo del campo con emoción trayendo consigo aún los gritos del público.
—¡Jamás me acostumbraré a esto!- el grito de Edward sobresaltó a todos, pero estuvieron de acuerdo en sus palabras.
—Los destrozaremos en el campeonato, lo tenemos asegurado- Germán prosiguió, demostrando su emoción.
—¿Quiénes se presentaran en un par de días? ¿Quiénes irán a concursar?- Sebastián animó al equipo, recibiendo gritos a cambio.
—¡Nosotros!
Todos parecían demasiado eufóricos, hasta que Iván clavó su vista en Rodrigo, el cual no se había pronunciado desde que salieron del campo, pero estaba igual de contento que el resto del equipo.
—¿Estás tan acostumbrado a las ovaciones, que esto no te sorprendió?- cuestionó burlón, deteniéndose a su lado.
—Él debe estar acostumbrado a que lo ovacionen sin tener que hacer una rutina- los tres chicos se acercaron a ellos, uniéndose a la conversación.
—Ustedes están en lo correcto- les guiñó el ojo—Pero, a decir verdad, considero que puede ser el mejor día de mi vida.
—¿Somos tan geniales como para que consideres eso?- el azabache lo observó, cruzado de brazos.
Soltó una carcajada—El día de hoy fui feliz al terminar con mi novio, pero no exactamente por terminar con él, sino por el hecho de que me enfrenté a esta chica que quería mi puesto como capitán y le dije un par de cosas, se sintió demasiado bien. Luego pude ver a mis amigos, y siempre soy feliz teniéndolos cerca, no importa si no hacemos nada, cuando tuve que irme me dolió, pero valió la pena porque sentir esta emoción de presentarme frente a un público y demostrar la rutina por la cual estuvimos trabajando tan duro y tener un buen recibimiento, es simplemente demasiado para mí.
El rostro de Iván decayó tan pronto como escuchó la primera parte, sin prestar atención al resto. El cambio de atmósfera lo sintieron el resto de los chicos, mostrando sonrisas incómodas tan pronto como observaron el cambio de su amigo, mientras Rodrigo seguía parloteando sin parar sobre su día.
—No pensábamos que tuvieras pareja- Sebastián mencionó, tratando de parecer relajado.
—Lo tenía, si es que se pudiera decir que era una relación- se encogió de hombros, volteándolos a ver tan serios—¿Sucede algo? ¿Hablé demasiado?
—Eres demasiado hablador en cosas sin sentido, pero aún si lo eres, tienes muchas cosas sin contar- Iván escupió las palabras en un tono tosco, sobresaltando al contrario por el cambio.
—¿A qué te refieres?- frunció el ceño sin comprender sus palabras.
—Nada, solo malinterpreté muchas de las cosas que dijiste- sin decir una palabra más, se alejó del grupo en dirección a la salida del estacionamiento.
Rodrigo se quedó con la palabra en la boca, observándolo alejarse sin entender el porqué. Cuando lo perdió de vista, se giró para encarar a sus amigos, esperando una respuesta de su parte.
—¿Ustedes saben qué fue lo que sucedió? ¿Acaso se molestó con algo?
—Podremos suponer la razón, pero solo él podrá explicarlo- Edward se limitó a decir—Es tarde, deberíamos de ir a otra parte.
—No, esperen un momento- trató de detenerlos, pero parecían reacios a sus llamados.
Suponiendo que lo dejarían ahí, se sorprendió cuando vio como Sebastián se regresó a donde se encontraba—No es nuestra intención ignorarte, Rodrigo. Solo que este tema no nos corresponde decirte, el único que puede es Iván, pero ahora no podrás hablar con él por lo cabeza dura que es. Solo dale tiempo para que razone las cosas, pero no hiciste nada malo, es él quien debe medir sus acciones, cuando esté tranquilo lo meditará y sabrá que actuó mal, él mismo vendrá a ti, solo ten paciencia.
—Pero eso no contesta a mis dudas, no dije nada para molestarlo- expresó desconcertado.
—Lo sabemos, pero él solo puede resolver esto y explicártelo, no nos corresponde a nosotros. Si quieres unirte, iremos por algo de comer, sino es así, nos mantendremos en contacto para la presentación. Buenas noches, Rodri.
Con una última mirada, lo dejó a mitad del estacionamiento mientras el resto del equipo tomaba diferentes rumbos. Rodrigo se quedó en la misma posición sin saber qué hacer, ¿Qué era lo que había pasado? Ni siquiera lo podía entender aún, y parecía que no lo haría hasta que Iván razonara y se lo explicara él mismo, solo que no estaba seguro cuándo sucedería aquello.
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Cheerleader- adap RODRIVAN!
FanfictionDónde Rodrigo es el capitán del equipo de porristas de su escuela, hasta que tiene que mudarse de ciudad y con ello dejar atrás a su porra, prometiendo que no volverá a animar; o en dónde Iván es el chico que le trae problemas, sin esperar quién es...