Prohibido el paso.

66 11 14
                                    

Jeff

Esa noche vuelvo a tener el sueño. Me encuentro al borde de un acantilado de arena blanca, el terreno inestable bajo mis pies. El saliente comienza a desmoronarse, y pedazos de tierra caen a miles de metros hacia el océano, que ruge y golpea con fuerza, como un guiso espumoso de crestas blancas y olas furiosas. El pánico me invade, pero no puedo moverme ni alejarme del borde, aunque siento el suelo deslizarse bajo mis pies, convirtiéndose en viento. Estoy a punto de caer. Justo antes de que el aire sea lo único bajo mis pies, las olas se detienen y se abren, revelando el rostro de mi padre bajo la superficie, pálido y con manchas azules. Sus ojos están abiertos y sus labios separados, como si gritara. Sus brazos extendidos parecen esperar para abrazarme.

Ahí es cuando me despierto. Cada vez. La almohada está húmeda y me pica la garganta. He llorado en sueños. En noches así, aunque está mal y es ilegal, pienso en aquellas palabras extrañas y terribles: "Te amo". Me pregunto qué sabor tendrían en mi boca, intento recordar su ritmo en la voz de mi padre.

Me incorporo y observo cómo la luz se adueña de las paredes. Escucho los gritos de las gaviotas y bebo un trago de agua. Faltan noventa y dos días.

Al día siguiente, cuando consigo salir de la cama y bajar a desayunar, siento como si tuviera arena en los ojos. La versión oficial del incidente en los laboratorios ya se ha hecho pública. Mi tío mantiene bajo el volumen de nuestra pequeña tele mientras prepara el desayuno, y el murmullo de los presentadores casi me hace dormirme de nuevo. "Ayer, un camión de ganado destinado al matadero se confundió con un cargamento de productos farmacéuticos, dando lugar al inaudito y divertido caos que pueden ver en su pantalla". En la pantalla, enfermeras chillan y golpean a vacas que mugen.

No tiene sentido, pero mientras nadie mencione a los inválidos, todos están contentos. Se supone que no sabemos nada de ellos. Se supone que ni siquiera existen; en teoría, toda la gente que vivía en la Tierra Salvaje fue exterminada hace medio siglo, durante la gran campaña de bombardeo.

El país está vigilado constantemente por personal militar. Nadie puede entrar. Nadie puede salir. Cada comunidad aprobada y sancionada debe estar rodeada por una frontera, esa es la ley, y todo viaje entre comunidades requiere la aprobación oficial por escrito del gobierno municipal, que debe obtenerse con seis meses de antelación. Es para nuestra protección. Seguridad, inviolabilidad, comunidad. Ese es el lema de nuestro país.

En general, ha sido un éxito. No hemos sufrido ninguna guerra desde que se cerró la frontera y casi no hay delitos, apenas incidentes aislados de vandalismo o hurtos menores. Ya no hay odio, al menos entre los curados. Solo casos esporádicos de desapego, pero toda intervención quirúrgica conlleva un riesgo. Sin embargo, hasta ahora el gobierno no ha conseguido librar al país de los inválidos, y ellos constituyen el único fallo de la administración pública y del sistema en general. Así que no se habla de ellos.

Fingimos que la Tierra Salvaje y su gente no existen. Es raro oír esa palabra, a menos que alguien sospechoso desaparezca o una pareja contaminada huya antes de la intervención.

Pero hay una buena noticia: todas las evaluaciones de ayer fueron inválidas. Nos asignarán nuevas fechas, lo que significa una segunda oportunidad. Esta vez, no la desperdiciaré. Me siento estúpido por lo que hice en los laboratorios.

Sentado a la mesa de desayuno, todo parece tan limpio y normal que lo de ayer parece un sueño extraño. Es un milagro que unos inválidos fanáticos provocaran una estampida justo cuando yo fallaba la prueba más importante de mi vida. No sé qué me pasó. Recuerdo a Gafas enseñando los dientes y mi boca diciendo "Gris". Me estremezco. "Estúpido, estúpido".

La voz de mi tío me saca de mis pensamientos. —"¿Estás bien?" 

—Solo tuve pesadillas—respondo. Mi tío frunce el ceño, poco convencido. Es raro que la gente curada sueñe. Me pregunto si soñaré cuando esté curado. Espero que no.

Loveless (AlanxJeff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora