Pacto con el diablo [Hyunlix]

DECEM

El álbum de fotos estaba abierto de par en par sobre el regazo del mayor, mientras el rubio pasaba cautelosamente las hojas, contando anécdotas de su infancia.

—No. —Anunció Felix al encontrar una foto vergonzosa y pasó la página de largo.

El diablo carcajeó. —¡Déjame verla!

Felix intentó ocultar la foto lo mejor que pudo, pero Hyunjin fue más rápido, agarrando la esquina de la página antes de que pudiera pasarla.

—¡No! —protestó Felix, su tono lleno de risa nerviosa mientras luchaba débilmente contra Hyunjin para evitar que viera la foto.

—Demasiado tarde—dijo Hyunjin con una sonrisa traviesa, girando el álbum hacia él para ver la foto.

La imagen mostraba a un Felix preadolescente, probablemente de unos trece años, tenía una pistola de juguete en la mano y su cabello estaba distribuido en múltiples coletas y pintado con aerosol.

Hyunjin estalló en carcajadas al ver la foto, inclinándose hacia adelante mientras intentaba recuperar el aliento. —¡Mira esas coletas! —exclamó entre risas—. ¿Qué estabas haciendo?

—Se suponía que debíamos ir a clases con un peinado loco en el cabello...pero fui el único.

—¿Y por qué fuiste el único? —preguntó Hyunjin, todavía sonriendo.

—Resulta que mi clase decidió cambiar de idea en el último momento, pero nadie me avisó—explicó Felix, encogiéndose de hombros—. Así que pasé todo el día con ese look, y para colmo, llevé esa pistola de juguete porque creí que iba a complementar el estilo... Ese solo fue el comienzo de lo peor...

—¿El bullying? —Felix asintió.

—Como sea no importa, eso quedó en el pasado.

El menor pasó la página, pero los recuerdos en las fotos seguían siendo dolorosos.

—¿Que dia era ese? No parece ser una foto muy antigua...—Hyunjin señalo una imagen donde Felix estaba parado frente a la puerta del instituto. Llevaba un traje que, aunque bien ajustado, no lograba ocultar su incomodidad

—Ah, es que no lo es. Es del año pasado, la fiesta de cierre de año...

—¿Un baile?

—Sí, algo así—respondió Felix, su tono más apagado mientras pasaba la página con cuidado—. No fue la mejor noche, pero mis padres insistieron en que fuera, así que... ahí estoy.

Hyunjin observó la foto en silencio por un momento antes de hablar. —¿Te divertiste en esa fiesta? —preguntó, aunque la respuesta ya era obvia por la expresión de Felix en la imagen.

—No realmente—admitió el menor, rascándose la nuca con nerviosismo—. No me llevé muy bien con la mayoría de las personas allí, y... bueno, solo fui porque no quería decepcionar a mis padres. Ellos siempre pensaron que debería socializar más, hacer amigos, pero...

—¿Qué pasó después?

Felix se mordió el labio, dudando un momento antes de hablar. —Bueno, fui solo. Y cuando llegué, me di cuenta de que... bueno, no pertenecía allí. La mayoría de la gente estaba con sus amigos o sus parejas, y yo simplemente me sentí... fuera de lugar. Ni siquiera baile esa noche, la música era lenta y todos bailaban en parejas pero yo no tenía con quien...

Hyunjin observó a Felix por un momento, el silencio llenando el espacio entre ellos. Luego, una leve sonrisa se extendió por su rostro, una que Felix no supo interpretar de inmediato.

Sin decir más, cerró el álbum de fotos y lo dejó a un lado. Luego se puso de pie y extendió una mano hacia Felix, una sonrisa traviesa en sus labios.