Novio de alquiler ☘ ChanIn

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El doctor le estaba diciendo a Jeongin que lograron estabilizar a Boyoung a tiempo, pero que no se hiciera muchas ilusiones porque podía fallecer en cualquier momento.

Chan estuvo a dos segundos de darle un golpe al doctor en el rostro por hacer llorar a Innie, pero tuvo que contenerse porque estaban en un hospital.

Se limitó a darle un abrazo, acariciando su espalda mientras y diciéndole que se tranquilizara, que todo iba a estar bien, que Boyoung iba a mejorar y pronto podría llevarla a casa para hacerla reír y bromear.

Horas después, el doctor les permitió ver a Boyoung unos minutos.

Jeongin no dudó en tomar la mano de su hermana mayor, demacrada y con una mascarilla sobre su rostro, y decirle que estaba preciosa ese día. La chica se limitó a reírse con suavidad, acariciándole el cabello a Jeongin mientras cerraba sus ojos un momento.

—Jeonginnie, ¿podrías traerme algo para comer? —le preguntó Boyoung pellizcándole la mejilla.

—Pero, noona... —murmuró Jeongin—, no quiero dejarte sola.

—No estaré sola, Jeong, Chan estará aquí —Boyoung sonrió—. Por favor, Innie, la comida del hospital es demasiado mala y muy poca, mi pobre estómago está gruñendo.

El muchacho mordió su labio inferior, indeciso, para luego asentir mientras miraba a Chan con súplica para que se quedara. Chan, por supuesto, no dudó en aceptar, sentándose al lado de Boyoung para vigilarla bien.

Apenas Jeongin salió, la muchacha se volteó hacia Chan.

—Quiero que lo cuides —dijo Boyoung firmemente.

Chan parpadeó, pensando en decirle que no hablara esas cosas, pero al ver a Boyoung decidida, se limitó a asentir.

—Jeongin le teme a casi todo —prosiguió Boyoung como si nada—, así que no te atrevas a hacerle alguna broma para asustarlo, porque de seguro se pondrá a llorar y tú no quieres ver a Innie llorando, te rompe el corazón —la chica sonrió—. Jeonginnie ama las cosas dulces, así que, si alguna vez se enoja contigo, tienes que comprarle un pastel y te va a perdonar. Se pone muy colorado cuando le dices que se ve hermoso, porque Innie no cree que sea lindo, así que, si se lo dices cada mañana, puede que empiece a aceptar que es precioso.

Chan tragó saliva, sintiendo sus labios temblando.

—Cuando Jeonginnie está triste, tienes que abrazarlo y mimarlo mucho, es como un niño pequeño al que hay que darle mucho amor —la voz de Boyoung se quebró—. Es muy curioso, por lo que las sorpresas no suelen resultar con él ya que va a insistirte para que le digas todo. Hace berrinches si ve algo que le gusta mucho, pero no puede tenerlo, aunque le duran sólo unos minutos si empiezas a pellizcarle las mejillas y a hacerle cosquillas. Y por, sobre todo, suele preocuparse mucho de los demás y se deja a sí mismo de lado, no quiere que nadie se fije en él, así que, por favor, Chan... por favor, nunca lo dejes solo y cuídalo siempre, porque Jeonginnie es mi bebé y no quiero que nadie le haga daño.

El rubio sintió sus ojos húmedos al ver a Boyoung observándolo, sin embargo, se limitó a asentir mientras la chica sonreía con calma.

—Lo prometo, Boyoung noona.

Quería decir algo más, pero en ese momento Jeongin volvió y no tuvo otra oportunidad para hacerlo.

Sin embargo, cuando salieron, le dio un beso en la mejilla a Jeongin para decirle que estaba con él, y alcanzó a ver la mirada satisfecha de Boyoung sobre ellos.