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El silencio entre ambos era totalmente incómodo, sin embargo, ninguno se atrevía a dar la primera palabra

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El silencio entre ambos era totalmente incómodo, sin embargo, ninguno se atrevía a dar la primera palabra. Estaban sentados en una plaza pequeña, bajo un árbol, mirando a los niños jugar mientras trataban de no mirarse.

Jeongin mordió su labio inferior, jugando con sus manos.

—Lo siento —dijo de pronto, llamando la atención de Chan. El rubio lo miró, sin embargo, Jeongin siguió mirando al frente, incapaz de sostenerle la mirada—. Por todo... Yo realmente lo siento, Chan.

Chan ​suspiró, negando con la cabeza, pasando una mano por sus cabellos

—Está bien...

—No lo está —Jeongin por fin se giró para observarlo, sonriendo tristemente—. Fui un chico egoísta con todo. La pérdida de Boyoung me golpeó demasiado duro y quería odiar al mundo, quería odiar a alguien. Tú eras la persona más cercana, así que no dudé en desquitarme contigo cuando no lo merecías.

Chan ​levantó una mano, acariciándole la mejilla lentamente. Sintió la suave piel de Jeongin bajo su tacto, conteniendo las ganas de darle un beso y hacerlo sentir amado, querido

—También lamento lo que dije —se disculpó Chan.

Jeongin ​hizo una mueca

—No dijiste nada que no fuera cierto.

—No, pero... —Chan apretó sus labios un momento, buscando las palabras correctas para decir lo que quería, tratando de no acobardarse, porque pedir disculpas era demasiado difícil para él—, pero... había mejores maneras de decirlo. No sacártelo en cara, no tratarte tan mal. Así que lo siento, Innie.

Otro silencio entre ellos, sólo que ahora ya no era tan incómodo.

Jeongin tomó la mano de Chan y le dio un apretón suave.

—Lamento también lo... lo que hice el otro día —sus mejillas se pusieron coloradas, avergonzado totalmente—. Siento haber querido forzarte de esa forma, es sólo que... que me sentía demasiado solo y te necesitaba.

Te necesito, quiso decir, pero las palabras no salieron de su boca.

—Tranquilo —Chan le sonrió con debilidad, recordando lo ocurrido esa noche—. Ambos... ambos deberíamos comenzar de nuevo.

Jeongin ​levantó la vista con sus ojos brillando, sintiendo su corazón latiendo desbocadamente en su pecho

—¿De nuevo? —preguntó con esperanza.

—Sí —Chan asintió, sin dejar de sonreír de lado—. Ya sabes, ser amigos.

Y tan rápido como su esperanza apareció, murió de pronto ante sus palabras.

Claro. ¿Quién querría estar con él luego de todo lo que hizo?

No debía conformarse con nada más que con ser un buen amigo para Chan, para apoyarlo cuando no lo hizo. Sería un premio, y su condena también.

Se forzó a sonreír, asintiendo.

—Tienes razón —trató de que su voz no temblara—. Entonces, ¿amigos?

Chan ​sintió que no era suficiente para él, pero sí para los dos. Porque en un mes se iría de allí, se iría de Corea a otro continente, y no podía tener una relación con Jeongin a distancia. Era imposible para él, porque sabía que Jeongin era una persona de contacto, y estar separados... le iba a romper el corazón por completo

Prefería seguir manteniendo una amistad con el chico a perderlo de esa forma.

Tragó saliva, pensando en sí contarle o no sobre su traslado.

—¿Vas a volver a la universidad? —preguntó casualmente.

Jeongin ​rascó su nuca

—No por ahora... —murmuró, antes de morder su labio inferior—. Mamá regresó, ¿sabes?

Chan ​lo miró con sorpresa

—¿Qué?

Jeongin se encogió de hombros, pero Chan lo conocía lo suficiente para saber que estaba triste y dolido.

Así que echó abajo el orgullo que tenía y lo abrazó, sintiendo los temblores en el cuerpo de Jeongin.

—Mamá. Mamá regresó y... y quiere arreglar las cosas conmigo —levantó la vista con los ojos llorosos—. ¿Soy una mala persona si quiero que se vaya?

El corazón de Chan se rompió al escuchar sus palabras.

—No, cariño —no pudo evitar el mote, sin embargo, Jeongin pareció no darse cuenta—. No lo eres. Jamás podrías ser una mala persona.

—Ella... Mamá quiere que me vaya con ella a Japón —Jeongin enterró su rostro en el cuello de Chan, suspirando—. Si no soy una mala persona, ¿entonces soy un tonto por estar considerándolo? —el chico apretó el agarre sobre los brazos de Chan—. Es sólo que... es la única familia que me queda...

Yo quiero ser tu nueva familia, pensó fugazmente Chan.

Pero no podía decirlo. Decir eso era darle esperanzas a Jeongin, era decirle de forma indirecta que todavía lo quería como un novio.

No podía decirlo, porque en un mes estaría lejos de él.

—Si te hace bien, Innie —dijo Chan, revolviéndole el cabello—, entonces no eres un tonto. Algunas personas... a veces merecen una nueva oportunidad para redimirse.

—Redimirse —murmuró Jeongin, asintiendo.

—Sea cual sea la decisión que tomes —le dijo Chan—, yo voy a apoyarte en todo.

Luego, le besó la frente, y las cosas se sintieron bien por un breve momento.

Luego, le besó la frente, y las cosas se sintieron bien por un breve momento

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Novio de alquiler ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora