✧⁠◝ 24

40 9 0
                                    

Jeongin esperaba que Félix se quebrara un día y comenzara a llorar sin control, diciendo lo mucho que extrañaba a Hyunjin y cuánto quería matar a Seung por arruinar lo que tenía con su cara de rata, sin embargo, lo que no esperaba era verlo llegar...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jeongin esperaba que Félix se quebrara un día y comenzara a llorar sin control, diciendo lo mucho que extrañaba a Hyunjin y cuánto quería matar a Seung por arruinar lo que tenía con su cara de rata, sin embargo, lo que no esperaba era verlo llegar del brazo con un chico moreno y guapo, sonriendo como si nada.

Incluso Chan dejó de comer los pastelitos que compró de Jeongin para observar a los recién llegados con confusión.

—Se ve como si quisiera quitarte la ropa —dijo Chan como si nada—. ¿Es el hermano perdido de Minho?

—¡Te escuché, Chan! —protestó Minho.

—Es un estudiante de intercambio —dijo Félix alegremente.

—¿Es de un país tercemundista? —siguió preguntando Chan.

—¡Qué grosero, Chan! —se quejó Félix sin dejar de sonreír—. No, es de Sudamérica —miró a su invitado con coquetería—. Se llama Juan Luis, pero me dijo que todos le dicen Maluma.

Jeongin escupió la bebida en su boca sobre Chan, que parpadeó.

—Qué asco, Jeongin —regañó Chan—. ¿Habla nuestro idioma?

Félix se encogió de hombros, indiferente.

—Mira, es guapo y quiero-

—Oh Dios —Jisung se puso de pie—. ¿Quieres sacarle celos a Hyunjin?

—¡Claro que no! —Félix puso una expresión ofendida—. Mi vida no gira en torno a ese guarén traidor, así que como estoy soltero ahora, quiero aprovechar todo el sabor latinoamericano.

—...

—...

—...

—Félix, ¿sigues leyendo esas porno baratas?

—¡No se puede hablar con ustedes! —con una expresión indignada, Félix se aferró al brazo del de piel morena, girándose—. Vámonos, Maluma, nadie nos entiende.

El aludido lo miró, sonriendo.

—Uy, papi, si como caminas cantas, te lo meto hasta la gargan-

—¡MALUMA!

El grupo de amigos contempló de forma atónita como Félix se marchaba con las mejillas rojas mientras su invitado no dejaba de mirarle el culo.

—Haremos como que esto nunca ocurrió, ¿cierto? —preguntó Jeongin.

—Por supuesto que sí —contestaron sus tres amigos.

Pero, al parecer, lo que fuera que se estaba proponiendo Félix funcionaba a la perfección, porque Hyunjin y Seungmin salieron del edificio, y el primero se quedó viendo a su exnovio del brazo de un desconocido, hablándole melosamente y riendo en voz baja. Seung le hizo una seña a Hyunjin, pero el castaño parecía furioso y rabioso.

—Me sacarán un dolor de cabeza —murmuró Minho suspirando.

Volvieron a comer en silencio, cada uno preocupado de lo suyo.

—¿Irás a ver a Boyoung conmigo? —le preguntó Jeongin en voz baja a Chan.

—Claro que sí —Chan cerró su envase con un suspiro—. ¿Cómo está ella?

Los ojos de Jeongin se volvieron un poco lejanos.

—Ella dice que bien, pero sé que no quiere preocuparme —Jeongin mordió su labio inferior—. El doctor dijo que no le daba más de dos meses de vida —Chan le tomó la mano—. ¿Qué haré yo sin ella, Chan?

—Saldrás adelante —Chan le besó la mejilla—, me tienes a mí.

Jeongin ​levantó la vista, sonriéndole a Chan mientras lo abrazaba por el cuello.

—¿Siempre estarás a mi lado? —Jeongin le besó la clavícula—. Eres tan lindo, Chan.

—No soy lindo —refunfuñó Chan.

—Sí lo eres —Jeongin le dio ahora un beso en los labios—. Cuando te veo, me dan ganas de comerte a besos.

—Me estás dando diabetes —se quejó Chan sonriendo de lado mientras Jeongin se frotaba contra él como si fuera un gato.

—Te quiero —le murmuró Jeongin—, te quiero tanto, Bang Chan.

—Voy a morir de sobredosis de azúcar —Chan fingió que le daba un infarto mientras Jeongin comenzaba a reír, pero antes de poder decir algo, su móvil comenzó a sonar.

—¿Hola? —contestó Jeongin en tanto Chan le apretaba las mejillas—. ¿Qué? ¿Boyoung... qué? —una pequeña pausa mientras el castaño palidecía—. ¡Voy para allá, estoy en cinco minutos! —Chan se sobresaltó por el grito histérico de Jeongin, e incluso Minho y Jisung lo observaron con sorpresa.

—Innie, ¿qué pasa, mi amor? —le preguntó Chan mientras Jeongin se ponía de pie.

Jeongin ​sollozó.

—Boyoung tuvo una recaída —Jeongin apretó la camisa de Chan, sosteniéndose a él—. Boyoung se va a morir, Chan.

Chan ​sólo pudo abrazarlo.

Chan ​sólo pudo abrazarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Novio de alquiler ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora