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Chan de pronto estaba besando a Jeongin, y cuando pestañeó, no sabía cómo, pero llegaron a un callejón donde estaba acorralando al pobre chico contra la pared, sin separarse de él un momento, sin dejar sus labios unos segundos, sólo lo suficiente ...

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Chan de pronto estaba besando a Jeongin, y cuando pestañeó, no sabía cómo, pero llegaron a un callejón donde estaba acorralando al pobre chico contra la pared, sin separarse de él un momento, sin dejar sus labios unos segundos, sólo lo suficiente como para que pudiera respirar y no morir ahogado.

Sus manos estaban en su cintura, aferrándose a él, mientras los brazos de Jeongin estaba rodeando su cuello, acercándolo, apretándolo, como si temiera que pudiera alejarse de él.

Pero Chan no pensaba alejarse de Jeongin, al menos, no por ese momento.

¿Cómo habían acabado en esa situación? Bueno, qué importaba en aquel instante. Lo único que importaba era que lo estaba besando con total salvajismo y pasión.

Chan ​podía besar todo el día a Jeongin y jamás se cansaría. Y no le importaba lo que significara eso, le daba lo mismo, sólo quería besarlo en cualquier momento y eso estaría bien para él.

A su oído, Jeongin gimió en voz baja cuando sus labios se deslizaron por su cuello.

—Te estoy besando con tu consentimiento, ¿cierto? —se burló Chan de pronto, deslizando sus manos más abajo, dándole un apretón en el trasero.

Jeongin ​se sobresaltó, sus mejillas ruborizándose.

—S-sí... —jadeó sintiendo su entrepierna frotarse contra la de Chan.

—Bien —satisfecho, Chan siguió besándolo por el cuello, mordiendo, chupando, lamiendo.

Tener a Jeongin bajo él, de esa forma, lo estaba enloqueciendo a más no poder. No había forma de explicarlo, pero no importaba, porque si ambos lo estaban disfrutando entonces estaba bien.

—Es... estamos en pu-público... Chan... —gimoteó Jeongin al sentir los dedos hábiles del rubio desabrochar su pantalón.

—Tranquilo —gruñó Chan, bajando un poco su pantalón y ropa interior—, seremos rápidos.

Jeongin quiso preguntarle a qué se refería con eso, pero de pronto una de las manos de Chan lo estaba masturbando, subiendo y bajando, y era un manojo de nervios, de gemidos. El rubio lo siguió besando, pudiendo sentir la sonrisa del chico contra sus labios, para luego abrir su propio pantalón, sacando también su miembro, comenzando a masturbar ambos penes frotándolos entre sí.

Tuvo que morder su labio inferior para no gritar por el placer que estaba sintiendo.

La mano de Chan que los estaba masturbando lo soltó, e iba a soltar un quejido, pero la cambió por la otra mientras deslizaba sus dedos húmedos gracias al líquido preseminal por su trasero, y Jeongin gimió al recibir un pequeño apretón.

Sonriendo contra sus labios en un beso demandante, Chan presionó un dedo húmedo contra la entrada de Jeongin, sin empujar demasiado, y escuchó el quejido del chico.

Profundizó el beso en el momento en el que metió más profundo su dedo, sin dejar de masturbarlo, y pudo sentir el gemido ahogado de Jeongin contra su boca.

Comenzó a mover su dedo en su interior, penetrándolo lentamente, haciendo pequeños círculos mientras su otra mano seguía ocupada en masturbar las dos pollas frotándolas contra sí, y pronto Jeongin estaba gimiendo en voz baja, mordiendo su labio inferior mientras Chan se dedicaba a seguir marcando su cuello.

El segundo dedo causó que Jeongin volviera a sobresaltarse, pero aceleró los movimientos de su mano masturbándolo, por lo que pronto el chico olvidó el dolor momentáneo para deshacerse en gemidos.

Pronto, los dedos de Chan encontraron su punto débil y Jeongin, por supuesto, no fue capaz de aguantar mucho. No cuando estaba recibiendo estímulos en tres zonas: su cuello, su pene y su ano. Gimiendo contra el hombro de Chan, temblando por completo, sujetándose del mayor, llegó al orgasmo sintiendo que podía alcanzar el cielo en ese momento.

La visión de Jeongin corriéndose fue suficiente como para que Chan le siguiera entre jadeos.

Ambas camisas quedaron manchadas con el semen mientras trataban de recuperar el aire, y Jeongin se apoyó en la pared, respirando aceleradamente mientras Chan se alejaba mirando su ropa sucia.

—Eres horrible —se quejó Jeongin sintiendo sus mejillas ruborizadas.

—Cuando estemos a solas —le murmuró Chan acercándose—, vamos a terminar esto de otra forma.

Jeongin ​sólo le respondió con una sonrisa desafiante.

Jeongin ​sólo le respondió con una sonrisa desafiante

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Novio de alquiler ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora