Novio de alquiler ☘ ChanIn

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Chan tuvo que pedirle perdón a Changbin por haber reaccionado tan violentamente, pero al parecer el menor no quería acercarse demasiado al rubio, porque se escondió detrás de Jeongin todo el tiempo que duró la salida.

Chan ​no podía echarle la culpa, él mismo sabía que a veces daba miedo cuando se enojaba.

Jeongin ​hizo como que nada había pasado, sin embargo, era bastante obvio que estaba un poco incómodo por la situación.

Cuando llegaron a la última atracción, la rueda de la fortuna, Félix miró a Jeongin con una ceja enarcada.

—Yo iré con Minho —comentó Jisung, tomándole la mano a su novio.

—Yo iré con Hyunjin —Félix abrazó el cuello de Hyunjin, sonriendo.

—Bueno, yo iré con Cha– ¡AH! —Félix le pisó el pie a Seungmin, fulminándolo con la mirada—. Con Changbin, quise decir —el chico de sonrisa cuadrada le sonrió al menor—. Ya saben, es necesario conocernos mejor y todo eso. Oye, Bin, ¿sabías que las ardillas planean la dominación mundial?

Jeongin asintió, sin mirar a nadie, sabiendo que le tocaba con Chan, quien tampoco dijo algo para negarse.

Así que cuando fue su turno de subir, lo hicieron sin discutir.

Afortunadamente, esta rueda de la fortuna era con asientos cerrados, por lo que Jeongin no estaba tan asustado cuando entró. Ambos se sentaron uno al lado del otro, esperando que el juego iniciara, sin decir cosa alguna.

—Lamento como reaccioné antes —murmuró Chan de pronto, sin mirarlo.

—Está bien —la voz de Jeongin era suave—, yo tampoco aclaré quién era Bin—se encogió de hombros—. Es sólo que... no quería que hicieran muchas preguntas.

Chan ​mordió su labio inferior, volteándose a mirarlo. Jeongin estaba observando el cielo con una sonrisa tierna.

—Entonces... ¿Changbin? —preguntó Chan, sin querer presionarlo—. Es sólo tres años menor que tú.

Jeongin lo miró, y Chan quedó prendado de sus ojos, sin poder alejar la vista. Había olvidado lo precioso que era Jeongin, y ahora sentía ganas de tenerlo en sus brazos y nunca soltarlo.

—Han sido... unas semanas un poco agitadas —dijo Jeongin—. He conversado mucho con mamá, me contó... me dijo varias cosas —soltó una risa nerviosa, y Chan, de forma impulsiva, le tomó la mano—. Su esposo se llama Yuta, era un antiguo compañero de la secundaria de quien estuvo siempre enamorada. Changbin es su hijo.

—Pero aun así...

—Supongo que no puedo recordarlo, pero mamá me dijo que nunca perdió el contacto con Yuta, y en uno de sus encuentros... bueno, quedó embarazada de Changbin. Yo tenía tres años, así que no tengo memoria de eso —Jeongin suspiró, dándole un suave apretón—. Mamá me dijo que conoció a su esposo luego de separarse de papá, pero no fue así, sólo lo dijo para no ponerme más triste de lo que ya estaba. La realidad es que... mamá y papá nunca se quisieron, y Boyoung y yo fuimos sólo una tortura para ellos.