𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱
Bang odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargado, así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Yang Jeongin...
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—¡Feliz cumpleaños, Channie!
—Jeongin, ¿qué mierda haces vestido de Be@rbrick? ¡Y hoy no es mi cumpleaños!
—¿Acaso no puedo darte una sorpresa? —Jeongin se quitó la cabeza de Be@rbrick, haciendo un puchero—. ¡Sólo quiero que me prestes atención!
Chan se quitó los lentes, llevando una mano a su frente, alejando sus ojos del dibujo de un paisaje que había estado dibujando minutos atrás antes de ser interrumpido.
Había estado concentrado a más no poder debido a que debía entregar ese proyecto para el conservatorio en la que estaba trabajando desde unos meses atrás y no podía retrasarse un poco más, por lo que la llegada de Jeongin a su oficina no era del todo agradable.
Pero no se lo haría saber, por supuesto.
—¿De qué estás hablando? —preguntó soltando un bufido—. Te presto atención, Innie.
—Mentiroso —Chan hizo un gesto con sus labios, el círculo en señal de que estaba molesto—. Llegas del trabajo para trabajar más y ya ni me tocas como antes. ¿Es por qué engordé?
Chan lo miró, enarcando una ceja, para luego negar con la cabeza.
—Debo hacer esto, Jeongin —le dijo con poca amabilidad—, así que si puedes salir...
—¡Quiero tener sexo con mi novio!
—¡No si estás vestido de Be@rbrick!
—¡Deberías excitarte!
—¡Jeongin, fuera de aquí!
—¡Jiingin, fiiri di iqui! —Le imitó cerrando con un portazo—. ¡Ni que tu verga fuera tan excitante!
Fue a encerrarse al cuarto antes de que Chan saliera para golpearlo.
Enfurruñado, comenzó a quitarse ese tonto disfraz de Be@rbrick, pensando en que ese día se cumplían dos años de noviazgo oficial con Chan y que, al parecer, su novio lo había olvidado por completo.
Y pensar eso hizo que rompiera a llorar, desquiciado, porque las cosas no estaban yendo bien y extrañaba a Chan y el tonto de Chan parecía no darse cuenta de que las cosas estaban mal y parecía más concentrado en su trabajo.
Miró la cajita con los anillos de compromiso que había comprado para esa importante fecha y volvió a llorar.
¡Tonto, tonto, Chan! A pesar de que su noviazgo hubiera sido extraño gran parte del tiempo –porque a veces recordaban esos seis meses donde fue su novio de alquiler–, lo seguía amando con esa locura adolescente que tanto lo caracterizaba, y que se comportara así, cuando ya llevaban dos años siendo pareja, le rompía un poquito el corazón.
Sí, comprendía que Chan estuviera estresado y preocupado del trabajo, porque le había costado mucho conseguir ese puesto, pero él igual lo estaba ya que se hallaba terminando su carrera de Arquitectura, y aun así, se hacía un pequeño tiempo para poder llegar a casa, preparar una cena para su novio y atenderlo lo mejor posible. ¡Y Jeongin sólo quería eso a cambio! Pero no importaba cuánto insistiera, Chan parecía no darse cuenta.