—¡Franco Colapinto en la fórmula uno, representando a Williams!
Grito un chico de mi clase de la nada, parecía extasiado por la noticia, yo alce mi vista y parpadee con incredulidad.
—¿Que dijiste?
Por el tono de mi voz y la cara que puso el pibe, note al segundo que lo había dicho algo apresurada y desprevenida, quizás algo grosera, pero aún así lo mire esperando su respuesta.
—Franco Colapinto, un corredor de la fórmula dos...— inició lentamente, dejando de a poco las palabras al aire, pero le hice un ademán para qje continue —corredor de Williams... va a... correr el resto de la temporada en la fórmula uno.
Me pare de repente de mi asiento y sin notarlo golpee con mis manos es escritorio donde me encontraba, con los ojos abiertos como platos mirando ingenia y alterada a aquel chico.
—¡¿Que?!
No solo el, sino que la mayor parte de mi clase se sobresalto.
El pobre chico que no había hecho nada malo se había asustado, tal vez no fue correcta mi reacción pero en ese momento solo pasaba por mi cabeza un pensamiento.
Voy a matarte Colapinto.
Tome mi mochila y guarde mis cosas para salir de la clase, dejando claramente a todos confundidos, pero poco me importo.
Entre a mi auto entendiéndolo rápidamente, lo puse en marcha y comenze a manejar.
Verstappen un poroto al lado mio.
Agarre mi celular y llame rápidamente al número de aquel argentino, espere unos segundos hasta que finalmente atendió.
—¡Mi amor! No sabes-
Fue interrumpió por mi grito.
—¡Entraste a la formula uno y no fuiste capaz de avisarle a tu novia!
La línea se quedo unos segundos en silencio, seguido por una risa nerviosa de parte de Franco, yo bufé molesta.
—No me diste tiempo a decirte, sabía que estabas en clase y no quería interrumpir, yo se que no ibas a darle más bola a la clase si sabias eso— me dijo con un tono notablemente alegre y animado en su voz, luego continuo hablando.
—¿como te enteraste?
—Un chico de mi clase— dije luego de unos segundos, frene en rojo y solte un suspiro ya más calmada, recostandome contra el asiento.
—No era la forma en la quería enterarme que mi novio va a correr en la fórmula uno— mencione riéndome un poco.
Aunque con todo lo que manifesté en estos últimos años, ya era hora de que el universo me escuche.
—Perdóname Sammi, quería ser yo quien te lo diga— admitio y escuche un suspiro por su parte —¿seguis en la facultad?
Yo me reí —¿Vos que pensas?
—Lo supuse, estoy en casa ya, llegue hace cinco minutos, cuando venga te cuento todo. No sabes, no caigo todavía.
Sonreí al escucharlo, no hacia falta verlo para saber que estaba contento, se le notaba en el tono y apuesto cualquier cosa que tenía una sonrisa tonta en su cara.
Corte la llamada y seguí manejando hacia el depto que compartía con Franco. Ya no estaba compitiendo imaginariamente contra Max Verstappen o alguien así, baje la intensidad aunque tenía muchas ganas de llegar a casa.
En cuanto entre el auto al estacionamiento, cerré la puerta y subí por el ascensor, jugaba nerviosamente con las llaves en mis manos, parecía interminable la estadía en esa cabina.
Hasta que por fin llegó a mi piso, abrí la puerta y busque con la mirada a Franco, parecía decesperada como si estuviera buscando un millón de dólares no se.
—¡Samirah!
Me sobre salte cuando sentí sus manos sobre mis hombros asustandome, no me dio ni tiempo a putearlo, me volteo y rodeo con sus brazos, alzandome en el aire a los pocos segundos.
—Franco— suspire finalmente y lo abrace tanto con mis piernas como brazos, aferrandome completamente al piloto —¡estas en la fórmula uno!
—Estoy en la fórmula uno.
Repitio en un hilo de voz, ocultando su rostro en mi cuello.
Franco Colapinto está en la fórmula uno...
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la mujer de mi vida | Franco Colapinto
Fanfiction-gracias por permitirme ser la mujer del proceso y acompañarte en la historia que estas creando. -no sos la mujer del proceso Sammi, sos la mujer que estuvo desde el segundo uno; la que estuvo en las buenas y malas, mereces ser parte de todo lo que...