FC. cap 6 !

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Envidiaba la naturalidad de Franco para decir cosas románticas sin esfuerzo, cuando el decia que su idea de vacaciones perfectas era cualquier lugar donde yo estuviera, muy romántico, pero a mi no me salía así de fácil, ya que si me preguntaban cual era mi idea de vacaciones perfectas.

Diría sin duda unas vacaciones inspiradas en algún tablero mío de pinterest.

Me atrevería a decir que soy una loquita de la aplicación de fotos, ¿pero que puedo decir? Cuando estoy horas sentada en una esquinita del garaje o estoy esperando a mi novio por alguna razón, la aplicación carmesí siempre estaba a mi disposición.

—¿Sabes? Yo siempre pienso que tenes mucha suerte de andar conmigo.

La voz de mi pareja llamo mi atención, lo mire intrigada y alze la vista de mi celular esperando que termine su oración.

—Decime, ¿que pibe cualquiera de nuestra edad te lleva de vacaciones de un día para el otro a Grecia y en un hotel cinco estrellas?

—Yo te amo Sam, pero 'tas loca.

Termine de subir mi historia en intragram con mis super tomas estéticas del lugar.

—Lo puedo explicar— dije divertida.

—Mira que sos una mina hermosa y lo tenes todo, lo que cualquier hombre pide, pero déjame decirte que seguirte el paso y pagar tus cositas— dijo haciendo un ademán de plata con las manos —no es para cualquiera.

—Es por eso que me enamore de vos— me acerque a él y rodee mis brazos en su cuello —vi un futuro económico en esta carita.

Colapinto soltó una risa, me atrajo hacia el y dejo un beso en mi cien.

—Tenes suerte que me encantas loca con compejo de millonaria.

—¿Yo soy la que tiene suerte?

Alce una ceja y Franco me miro divertido, dudo por unos segundos antes de responder rendido.

—A quien le miento, si soy yo el que tiene suerte, cada día me despierto y lo primero que hago es agradecer por el mujeron que tengo a mi lado, wacha hermosa.

Me tomo desprevenida cuando me agarro de la cintura y me alzó en el aire, dandome un par de vueltas y yo con vértigo aferrandome a el, me acerque abrazando su cuello. Me devolvió el abrazo por unos momentos.

—Dios, me encantas— murmurro en mi oido.

—Pedime lo que quieras vos, te voy a dar hasta lo que no tengo, sos tan perfecta que te mereces el mundo maldita.

Murmuraba en mi cuello, luego de unos segundos me bajo y yo alze la vista para verlo, agarre su rostro con mis manos y lo atraje para darle un beso.

—Si así sos conmigo, imagínate como serias si tuviéramos una hija.

—Uf, olvídate— dijo rápidamente —esa nena tendría el mundo a sus pies si me lo pidiera, y si sale como vos— acaricio mi cachete antes de apartar un mechón de pelo detras de mi oreja —estoy perdido, me va a poder como nadie.

—Imagínate si sale como vos— le seguí sonriendo —con tu encanto y mi belleza.

—Esa nena va a dominar al mundo.

Ambos asentimos de acuerdo y chocamos nuestras manos, satisfechos con nuestra futura hija que aún no nació.

De igual forma no teníamos pensando tener hijos dentro de poco, somos muy jóvenes y tenemos cosas más importantes y sobre todo, mucho que conocer y experimentar juntos.

Pero a veces flasheamos de más, nuestra imaginación es demasiada y eso se nota a simple distancia. Franco está maravillado con la idea de tener una nena, quiere tener a quien cumplirle los caprichos, fantasea con la sola idea de jugar a las princesas, dejarse maquillar y todo lo que nuestra futura hija quisiera hacer con el, el se dejaría sin duda alguna.

La idea de una nena me gusta mucho, perooo.

Yo haciéndole la contra, quiero un nene. Quiero tener la oportunidad de crear un caballero, un chiquito dulce y sensible, que sepa tratar a las personas como merecen.

No es que este volandome, de hecho se que va a pasar y va a ser así, porque tiene el mejor ejemplo a seguir del mundo; Franco.

¿Como Describiria a Franco en una palabra?

—Ey vos, inteligente asintomático.

Mi pareja alzó la vista de su celular y me miro cuando me senté frente suyo en la cama de la habitación del hotel, se sacó el auricular y esperó a que continúe.

—¿Como te describirias en una palabra?

El piloto alzó la mano en señal de que esperara unos momentos, volvió su vista a su teléfono, tipio unas palabras y luego me mostró la pantalla de su celu, mostrándome un video.

Apenas se reproducio el tiktok yo mire a mi novio con una sonrisa divertida, luego solte una risa bajando el dispositivo.

—Dije una palabra Colapinto— acuse cruzandome de brazos.

—Eyyy, pero yo soy todo eso— puso nuevamente play al video —soy guapo, poderoso, asombroso— fue enumerando con sus dedos —muy hermoso, sobre todo eso, ¿o no?

Rode los ojos y la risa de Franco sono por la habitación —era un chiste.

—Te recuerdo que sos piloto, no comediante— me burle acercandome a el —además no sos gracioso.

—Cuando uno es tan perfecto como yo, puedo darme el lujo de decir chistes sin gracia y ser un boludo y nadie se da cuenta.

—Yo si.

—Tan perfecto no podía ser— se escuso encogiendose de hombros.

El resto de esa tarde nos quedamos en el hotel, era el primer día y teníamos mucha fiaca los dos de hacer algo, así que nos pusimos ropa cómoda y nos relajamos en el balcón de la habitación.

Jugábamos a un juego que ambos inventamos, especial para estos momentos, con tantos viajes, tantas horas en distintos hoteles, llega un momento en el cual ya no sabes que hacer, así que nos la ingeniamis un poco.

—Ahí, adelante, la mesa doce, la mina le está recriminando al chabon— Colapinto señaló desde el balcón a una de las mesas que había en el exterior que pertenecían al lugar.

—¿Infidelidad o no fue detallista?

Al escuchar mi pregunta Franco me pidió un minuto, apoyo su codo en el borde de la baranda, sosteniendo su mentón con su mano.

Volví mi vista a aquella pareja que estábamos chusmeando.

Ahora la chica se levantó abruptamente y comenzó a gritarle al tipo, lo señalaba con el dedo y reclamaba algo, no sabíamos que.

—¿Y entonces?— volví mi vista a Franco y el asintió.

—Infidelidad— reconoció —muy alterada para ser un reclamo simple.

—¿Como estas tan seguro?

—Solo lo se— se encogió de hombros —en cambio, los de alla— señaló a otra pareja, que estaba caminando por una asera, la chica estaba hablando mucho, y no se veía muy feliz.

—Reclamo, el chico es muy poco detallista con ella; ella quiere más romanticismo, el más espacio personal.

—Franco Colapinto, corredor de formula uno y ahora experto en parejas.

Mi novio soltó una risita y se apoyo contra la baranda mirándome cuando se cruzo de brazos, luego me guiño el ojo coqueto.

Como no amarlo.

la mujer de mi vida | Franco Colapinto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora