¿Monstruos tratando de asesinarte a cada segundo de tu vida?, lo normal. ¿Dioses de hace miles de años pidiéndote favores sin importarles tu salud física y mental?, nada nuevo. ¿Misiones mortales en donde tu vida pende de un hilo y lo único que te d...
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Aún perdida en lo más profundo de sus pensamientos, Alyssa siguió a Iglesia sin quejas. El felino se movía raudo y silencioso delante de ella en la oscuridad, guiándola a través de los largos y laberínticos pasillos del Instituto.
De la nada, el gato se detuvo y se dió media vuelta. Se sentó y comenzó a maullar. Estaba agazapado a los pies de una escalera de caracol, la cual subía en espiral hacia el interior de una neblinosa penumbra.
Alyssa suspiró y comenzó a subir. Su mano estaba aferrada con fuerza al barandal, los peldaños eran de metal y tenían una forma rara y para nada estable. Con una mueca subió cuidadosamente, evitando resbalar.
Una vez arriba, un juego de puertas dobles apareció frente a ella, la chica apreció su belleza por unos segundos, estaban esculpidas con dibujos de hojas y enredaderas. "Un invernadero" asumió.
Con un último suspiro, Alyssa abrió las puertas empujandolas con fuerza. Apenas dió un paso en el lugar, y el olor la azotó con violencia: un fuerte olor a plantas, el olor de cosas vivas y en crecimiento, de tierra húmeda y raíces que crecían con fervor.
Frente a ella se encontraba lo que sería el sueño de un hijo de Demeter, de eso estaba segura. Un suspiro anonadado se escapó entre sus labios secos, mientras miraba a sus alrededores.
Era un enorme recinto con paredes de cristal, bordeado de arboles cuyas ramas pobladas de hojas perfumaban el aire con un fresco aroma vegetal. Habían arbustos cubiertos de lustrosas bayas rojas, moradas y negras, además de árboles pequeños de los que colgaban frutos de formas curiosas que jamás había visto antes.
La chica tragó seco, adentrándose lentamente en el lugar. El invernadero parecía estar diseñado sin seguir ningún orden concreto, dondequiera que Alyssa dirigiera su mirada había una explosion de colores: flores azul morado derramandose por el costado de un brillante seto verde, una enredadera tachonada de capullos naranja que brillaban como joyas. La chica suspiró frustrada.
