Capítulo 12

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Isabella

Miro fijamente la base desnuda de la cama y reprimo las ganas de gritar.

A Ramiro se le ha botado algo en la cabeza.

¿Dónde pudo esconder mi colchón?

Así tenga que dormir en el jodido piso, lo haré. No pienso dormir con él, no cuando sé que mi cuerpo traicionero se siente atraído por ese hombre.

No he dejado de pensar en ese beso, y no miento al decir que aún puedo sentir sus labios sobre los míos, su lengua saboreando mi sabor, sus dientes mordisqueando, el calor de su cuerpo, su erección presionando en mi trasero.

Maaaldición.

A como dé lugar tengo que mantener mi distancia con él.

Sacudo mi cabeza tratando de evitar que mis pensamientos graviten una vez más hacia mi esposo y ese magnífico y estúpido beso.

¡Contrólate!

Dormir en el gran sillón no creo que vaya a ser tan malo, así que, sin más preámbulo y resignada, tomo una manta y la almohada.

Pequeñas pisadas llaman mi atención al ir camino a mi cama improvisada.

La pequeña figura de un Valentino soñoliento aparece en el pasillo.

—Isabella, duerme conmigo —murmura mientras se talla los ojos.

—¿Por qué estás despierto? Mañana debes ir al colegio, ya es tarde. —Le reprendo.

Se encoge de hombros.

—¿Vas a dormir conmigo?

La verdad es que no me hace muy feliz la idea de dormir en el sillón, así que no me hago del rogar. Además, el niño se cuela a mi cama cada vez que tiene oportunidad, ¿por qué no hacer lo mismo hoy?

—Vamos. —Sujeto su mano.

Miro cuidadosamente la habitación y me hago una nota mental de remodelarla. No parece una habitación para un niño de siete años; necesita ser decorada acorde a su edad y, ya que tengo bastante tiempo libre, seré yo quien se ponga manos a la obra.

No metemos bajo las sábanas en la cama enorme.

Ahora tiene sentido por qué le gusta compartir la cama conmigo. Es seguro que se siente solito.

—Buenas noches, Isabella. —Me da un beso en la frente y cierra los ojos, esperando uno de mi parte. Le doy uno en su frente y luego otro en la mejilla, no resistiendo las ganas.

Miro fijamente el techo, sin poder conciliar el sueño. El recuerdo de los labios de mi esposito sigue sin darme tregua.

Ese beso fue una bomba de sensaciones. Nunca antes me habían besado de esa forma tan intensa. No sabía que un solo beso podía hacerte sentir de la forma en que lo hizo.

El cuerpecito de Valentino se pega a mi costado, su cabeza se colocándose en mi pecho.

—Extraño a mamá —murmura bajito, y el corazón comienza a dolerme —. ¿Se pondrá bien pronto?

—Lo hará. —Odio la idea de mentirle, pero también odio que sepa la verdad.

Paso cariñosamente una de mis manos por su cabello. El niño se relaja y no tarda mucho en dormirse.

¿Cuándo Ramiro le dirá la verdad?

No quisiera estar en sus zapatos. Sé que le va a romper el corazón.

Parpadeo varias veces para eliminar las lágrimas. Pensar en lo destrozado que estará cuando sepa la verdad me hace tener un odio desmedido hacia su madre.

DESTROZAME +18 L.2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora