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"oh, can't you see you belong to me how my poor heart aches with every step you take"
Every Breath You Take - The Police
18 DE AGOSTO DE 1994
"¡Mira! ¡Viktor Krum está allá!" exclamó Draco, señalando con el dedo a su izquierda para que Maia lo pudiera ver.
La chica rodó los ojos. "¿Alguna vez dejarás de besarle el trasero a Krum, Draco? Está sobrevalorado. Los irlandeses van a ganar."
"¿Qué? ¡No! Yo voy por los búlgaros."
La rubia volvió a rodar los ojos mientras llegaban a sus asientos. Su padre había conseguido los asientos a través del Ministerio, así que no había podido elegirlos. Alzó una ceja cuando vio que una familia de pelirrojos y, por supuesto, Harry Potter, comenzaban a acomodarse junto a ella. Draco hizo un sonido de disgusto, pero se esforzó por no decir nada desagradable, ya que el ministro llegaría pronto y Lucius había prohibido expresamente comportamientos infantiles.
Maia se apoyó en la barandilla para tener una mejor vista del panorama. Frente a ella se extendía el campo de Quidditch, y la suave brisa veraniega hacía que su cabello se deslizara al igual que las banderas de ambos equipos. Draco apoyaba a Bulgaria, así que se había puesto un atuendo acorde a sus colores —rojo y negro— e incluso se había pintado la cara. Maia había optado por ropa más cómoda, pero los colores de Irlanda se reflejaban en sus mejillas.
Los miembros del equipo irlandés entraron al campo, paseando por las gradas, levantando los puños y exclamando vítores. Su mascota tomó forma en el centro del campo, y Maia vitoreó, formando un círculo con sus manos y poniéndolo alrededor de su boca. Sentía miradas dirigidas hacia donde estaba.
"¿Apoyas a los irlandeses?" preguntó uno de los gemelos Weasley, levantando una ceja para darle dramatismo.
"El equipo local de Quidditch apesta, así que tuve que unirme al enemigo."
"Wow, George, ¿escuchaste eso? Palabras duras viniendo de una Malfoy."
Maia rodó los ojos por enésima vez ese día, notando con indiferencia que los gemelos tenían una hoja en sus regazos.
"¿Apuestas?" inquirió Maia.
"Es una forma poco ética de ganar dinero, pero sigue siendo legal. ¿Te interesa?"
Los dos pelirrojos extendieron la hoja de apuestas, y Maia miró todas las opciones. Metió la mano en su bolsillo y sacó diez galeones. Los Weasley abrieron los ojos de par en par.
"Apuesto diez galeones a que los irlandeses ganan."
"Ginny y yo hemos apostado lo mismo", comenzó uno de los gemelos —honestamente, Maia ni siquiera sabía sus nombres—. "Si quieres ganar el premio completo, debes añadir una peculiaridad a tu apuesta o, de lo contrario, compartiremos un total de... 14 galeones."
