CAPITULO 5

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"Oh, I hope some day I'll make it out of hereeven if it takes all night or a hundred years"

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"Oh, I hope some day I'll make it out of here
even if it takes all night or a hundred years"

Lovely -Billie Eilish & Khalid

21 DE FEBRERO DE 1997

Maia veía cosas.

Las veía, las entendía, asentía y guardaba silencio. Porque es lo que tenía que hacer.

Desde una edad temprana había sido muy observadora. Quizás demasiado. Se quedaba mirando algo hasta que dejaba de tener sentido en la realidad en la que vivía, se quedaba mirando a una persona hasta que la persona se sentía incómoda e intimidada por su mirada, y luego Maia apartaba la vista, aburrida. Sus padres le habían dicho que eso era de mala educación, que no podía mirar a la gente tan intensamente, pero a ella no le importaba. Las personas despertaban su curiosidad.

Tal vez porque cada una hacía cosas diferentes, pensaba cosas diferentes o actuaba de manera diferente a los demás. Le gustaba descifrar los gestos y las miradas de las personas, le gustaba entender por qué hacían lo que hacían. Le gustaba cómo la mirada de una persona podía transmitir algo totalmente diferente a lo que se pensaba de una persona.

Y eso era exactamente lo que le estaba sucediendo con Severus Snape.

Desde el día en que lo conoció, sabía poco sobre él. Sabía que vivía en un vecindario muggle, que su tía Bella llamaba sucio y mugriento. Siempre vestía ropa negra, como si estuviera en un duelo interminable. Era profesor en Hogwarts, donde ella pronto iría. Se habían mirado durante lo que parecía una eternidad, hasta que Snape apartó la mirada algo inquieto, preguntándose si esa pequeña estaba tratando de meterse en su mente.

Como le resultaba tan interesante resolver el rompecabezas que era Snape, continuó observándolo durante su estadía en Hogwarts. Era un profesor horrendo con cualquier casa que no fuera Slytherin, pero especialmente con Gryffindor. Maia se preguntaba constantemente qué le había hecho la casa de los leones para que les tuviera tanta rabia.

Lo investigó año tras año, sin obtener respuesta. Sin embargo, llegó cuando menos lo esperaba.

Ese verano estaba en la Mansión Malfoy, cuando Draco acababa de ser marcado como Mortífago y apenas salía de su habitación. Lucius y Narcissa susurraban en el comedor, muy cerca uno del otro, tratando de evitar que incluso un elfo doméstico escuchara su conversación. Maia se escondió detrás de la barandilla de la escalera y contuvo la respiración.

"No confío en Severus. No puedo entender por qué harías algo así, Narcissa," murmuró Lucius con enojo.

"Draco es solo un niño. Si no puede cumplir, entonces Severus lo hará. Tal vez el Señor Tenebroso no confía completamente en él, pero hizo la promesa. Hará lo que le dije si quiere probar su lealtad."

Metanoia (Ginny Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora