-No... por favor, no...
Grito un niño de tan solo 10 años, el cual vivía en una isla fuera de Karmaland.
Una isla pequeña llamada pogtopia, de hecho no tenia nada de especial.
-Esto te enseñara fenómeno.
Ralph y Zain, aquellos chicos que siempre lo molestan rompiendo uno de sus inventos. Siempre que intentaba detenerlos solo era empujado y golpeado.
Muchos irían a llorar con sus padres y esas cosas, pero en el caso del niño era muy diferente. Sus tíos son su única familia, ellos tan solo querían el dinero que sus padres le dejaron al morir.
Jamás conoció a sus padres, dijeron que murieron por los robots de Maxo, así que algo como el amor paterno jamás lo experimento.
Pero estaba bien, siempre vivió inventando, esa es su pasión. Incluso encontró libros de su padre sobre dichos temas y para la sorpresa de muchos, era algo así llamado genio o prodigio como quieran llamarlo.
El pueblo le considera un bicho raro. No por mi inteligencia, si no por haber nacido con dos colas.
Tenía apodos que riman con eso doble cola, anormal, fenómeno, cabri bi, todo apodo que se les ocurría, era uno nuevo. Incluso para la gente adulta les provocaba una sensación para molestarlo o rechazarlo.
Por eso se refugio en crear cosas, cada invento era un nuevo mundo por explorar con resultados infinitos y su mayor sueño era salir de esta isla, empezar de nuevo lejos de todos, lejos de sus tíos.
Aunque ese solo sería un sueño, era un cobarde, le aterraba absolutamente todo. Ni siquiera tenía el valor de enfrentar los comentarios de sus tíos y sus maltratos.
Suspiro, intentando no llorar más para tomar aquel objeto, para su sorpresa fue ver que aún funcionaba a pesar de lucir destrozada. Sin embargo, estaba cansado, quería ser normal, quería ser como el resto; con cierto dolor y odio lancé aquel pedazo de basura al pasto mientras abrazaba sus piernas llorando en silencio.
-Me pregunto si en verdad mis padres murieron o solo me abandonaron...
Limpio sus lágrimas suspirando, cuando escucho algo a lo lejos, temeroso miro a todos lados corriendo a esconderse en el arbusto más cercano, mientras temblaba con lágrimas en sus ojos, rezando porque de nuevo esos chicos no volvieran para lastimarlo más. Escuchó unos pasos acercándose, soltando un grito cuando alguien apartaba aquellas hojas, mirándolo con temor se encontró con un rostro desconocido, era un chico pelinegro, quien lo miró sorprendido y confundido, mientras seguía temblando apartando su mirada.
Este extraño se sintió mal al ver el estado tan lastimado de la pequeña cabra y más aún como se encontraba asustado, tosiendo un poco y saludar animado.
-Hey amigo.
Se sorprendió al escuchar esa amistosa voz.
–¿Qué haces aquí oculto?
Pero no respondió, aunque el chico intentó ayudarlo a salir de ahí, la pequeña cabra salió ignorándolo y sentarse en aquel pasto, mirando a otro lado cuando el hibrido de pato se acercó dedicandole una sonrisa.
¿Acaso hoy era el día de molestar a Tubbo todo lo que quieran?
Fue lo único que pensó.
- ¿Qué pasa compañero?
Preguntó luciendo preocupado, soltó un gruñido con fastidio, intentando lucir sarcástico.
-Compañero, como sea... Está bien compañero... -le hablo un tanto grosero y sarcástico, ya que se encontraba sumamente molesto- Igual te reirás como el resto...
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Life's a game (1)
RomanceUn padre divorciado con una sola hija de nombre Tilly. Quien es una pequeña muy activa, amante de un personaje llamado Quackity The Duck. Un pato parlachin le esta robando el cariño de su pequeña, a pesar de eso Luzu no tiene ni tiempo para respira...