*Sebastián*
Unas malditas semanas y en lo único que pienso es volver a lado de Brida. Un tremendo desespero de estar junto a ella y poder sentir como ese pequeño hace acto de presencia en el abultado vientre de su madre.
Sentir su fragancia, esa misma que me loco sin tocar su piel, solo basta estar a su lado y no apartar la mirada de su hermoso rostro.
Abro mi departamento con fastidio, el cansancio recorre todo mi cuerpo. He trabajado sin descanso por más de nueve horas, en un plano que me ha resultado muy difícil.
La maldita tensión y mis pensamientos no ayudan en nada. Mi concentración es mínima en estos momentos.
El olor a comida está por todo el pasillo, camino con rapidez a la cocina abriendo la puerta lentamente; el delgado cuerpo de Allison, está a espalda de la puerta por lo que mi presencia aún no es captada por ella. Lleva su cabello hecho un desastre total. Hago un leve ruido con mi garganta logrando que se dé la vuelta de inmediato, sus ojos tienen un brillo extraño que me hace mirarla con curiosidad.
- ¡Hasta que al fin llegas hombre!
Exclama exageradamente con atrevido acento ruso. Se acerca dándome un muy sonoro beso en la mejilla. Le sonrió un poco para no dañar su alegría de ser así, no soportaría su mal humor y tomo asiento en uno de los taburetes que hacen juego con el pequeño mesón, poniendo toda mi atención ella.
- ¿Tanto me extrañabas?
Argumento con picardía.
-Tienes el ego más grande del mundo, digno de un alemán.
-Eso me han dicho. -contesto, recordando la primera vez que Brida me vio desnudo
"Sus mejillas están tan rojas que su rostro luce jodidamente hermoso, no dude en acercarme y acariciarlas, sus ojos permanecen cerrados con fuerzas y sus labios en un extraño puchero que me hizo sonreír.
-¿Brida?
-Ummmm... -Responde sin abrir los ojos.
- ¿Por qué cierras los ojos? Tú ya habías visto a un hombre desnudo. ¿Por qué la sorpresa?
Pregunto llevando mis dedos hasta su cuello siento como su cuerpo se estremece y sus mejillas aumentan de tan exagerado color. Algún día me va a matar lo hará sin darse cuenta.
-Y-yo- e-s-t-e... Ay Jesús bendito, deja lo odioso.
Ni siquiera puede decir una oración completa, y eso no es normal, no en Brida que no tiene filtro para hablar.
-Creo que mi desnudez te ha dejado anonada. Has visto a otros hombres desnudo, pero no uno como yo buenote.
Con esas últimas palabras abre los ojos rápidamente mirando fijamente a los míos.
-Serás narcisista, tienes el ego más grande del mundo. Que se puede esperar de un Alemán.
- ¿Sebastián?
La voz de Allison me devuelven a la realidad del momento. Su mirada es tan penetrante que si la mujer se lo propone puede sacarte la verdad en un abrir y cerrar de ojos.
-Dime.
-Te tengo dos noticias. -busca dos platos acomodándolos en el mesón, regresa a la estufa y apaga lo que sea que está cocinando-. Las dos noticias son buenas, en especial para mí.
-Tus noticias a veces son tan anormales, que ni aun loco podría parecerles buenas. -le molesto ganándome un buen golpe en el pecho.
-Deja lo estúpido, esto es en serio. Una de las noticias es para ti, así que escuchame.
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En Plena Oscuridad
RomanceLa vida de Brida cambió drásticamente desde el momento que piso tierras Alemanas, tomando así un rumbo hacia lo prohibido de un amor. La confianza no fue suficiente en la relación de Brida y Sebastián, ahora deberán vivir bajo la bruma del engaño y...