Capítulo 18: Shinyuu

281 41 22
                                    

Shinyuu.- (Japonés) Un amigo de verdad en el que puedes confiar siempre

Rhett no podía asimilar la idea de verla tan confiada con Bastien. Ese... idiota ni siquiera terminaba de gustarle, no le gustaba su actitud despota y confiada, tan refinado y odioso, como si su actitud de mierda fuera más que suficiente para guardarse a cualquiera en el bolsillo. Frente a su auto deportivo, aparentemente nuevo, guardaba las manos en los bolsillos, apoyado cómodamente sobre el capot mientras sonreía coqueto a cada muchacha que le reía al pasar. Rhett esbozó una mueca de asco al verle deslizar la mano sobre el auto, haciéndose notar aún más como si de un modelo se tratase. A ese tonto le gustaba llamar la atención, definitivamente no había de otra opción.

Fue aún más molesto cuando vio esa sonrisa engreída aumentar al ver a Madison acercársele tan confiada. La estaba esperando, en definitiva. Y eso lo confirmo al verle abrir la puerta de su auto, no sin antes robarle un beso fugaz en la comisura de los labios. Rhett presiono las manos con fuerza en el volante, acariciandose la sien que estaba por explotar. Su respiración se hizo pesada y un molesto garabato le ardía en la boca del estómago a cada segundo, nublándole la vista cuando el deportivo arrancó furioso y ruidoso fuera del campus. Era increíble lo fácil que atraía a idiotas cómo ese.

A Rhett le había sido suficiente salir al estacionamiento para toparse con la terrible imagen de Bastien y Madison tan juntos como la última vez que los vio. Estuvo atrapado entre la pequeña idea de ir detrás de él y darle un par de golpes para dejarle en claro que no tenía ninguna razón para venir a buscar a Madison. Deseaba hacerlo, tener ese derecho para impedir que cualquier otro idiota se acercase a ella de esa manera. ¿Con qué cara iría a armar un escándalo cuando no eran ni amigos? Eso sin considerar que Madison estaba  bastante enojada con él después del último almuerzo que tuvieron. Por favor, había intentado conversar con ella sin ningún resultado y cuando por fin se había auto convencido de que le daría tiempo para pensarlo, el idiota de Bastien dará cinco pasos mas que él.

Presionó las manos en un puño, encendiendo su auto sin dejar de mirar la imagen de la pareja mirándose como si quisieran comerse la boca. Mierda, había tenido todas las oportunidades posibles para hacerla suya, ahora mismo sería él, Rhett, quien andaría abrazado de Madison y no ese imbécil que era bastante peligroso para ella. Su mente estaba nublada y una nube gris parecía oscurecerle la visión, pero sobre todo los pensamientos. Por eso pensó en una grandiosa idea que sería la solución a sus problemas, o eso pensó él.

Estaba tan enojado que ese tarde solo atinó a arrancar el auto y salir directo hacia una sola dirección. Subió al piso seis y esperó impaciente a que las puertas del ascensor se abrieran mientras su cabeza echaba humo. Él no era violento, para nada, pero unas primitivas ganas de romperle la cara de niño engreído molestaba en su mente como pensamiento intrusivo.

—¿Está todo bien? —dijo la voz del muchacho cuando le abrieron la puerta—. ¿Qué sucede?

Rhett ingresó furioso y hecho una bestia al salón, poco preocupado en quién acompañaba a su amigo. Suspiró profundo, jalando una silla y mirando con rabia a los ojos verdes que lo observaban. Estaba mordiéndose la lengua para no escupir sus palabras hacia él, como si su amigo tuviera la culpa de algo.

—Joder, Rex, ¿vas a decirme algo o no? ¿Por qué estás tan enojado?

Sí, estaba tan enojado que poco le importaba hacer notar su molestia desmedida o celoso estúpidos a causa de la desagradable imagen que guardaba su mente bajo llave. Uf, ¿por donde debía empezar?

—Acabo de ver a tu hermana subirse al auto de Bastien, sí de ese Bastien.

Aaron se encogió de hombros y lo miró como si hubiese alguna parte de la historia que acababa de perderse, como si esperase a que dijera algo más para justificar esa rabia que trajo consigo a su departamento. Al contrario, lucía bastante tranquilo y poco contrariado con aquella noticia mientras buscaba un canal de televisión para pasar el rato un poco más. Parecía más preocupado por entretenerse durante las próximas horas que por seguir escuchando a Rex.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Calma y Tormenta ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora