Era conocida como la joya de fuego del sultán, la joya del príncipe. Conocida por su cabello como la nieve y ojos como el mar. Lo que empezó como una amistad, acabó en un amor duradero.
Ella es Alev Zaniah Sultan, la joya de fuego del Imperio, espos...
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Año y medio despues. Mediados de 1539.
Había pasado casi un año desde la llegada de Stella, ahora llamada Alev a Estambul. La joven de diecisiete años continuaba su entrenamiento bajo la vigilancia de Azra Sultán.
Así mismo se había vuelto fiel confidente de Ilkay hatun además de pasar tiempo juntas. Los rasgos de Alev cada vez eran más hermosos.
Incluso se le podía ver entrenando espada con Azra quien se encargaba de la educación de ambas chicas que compartían la misma edad. La relación entre Mehmet y Alev era cada vez más estrecha volviéndose mejores amigos sin duda alguna.
── Será que te andas enamorando. ¿No? ── canturreo Ilkay con una sonrisa a Alev quien hizo que le diera un codazo ──. Solo andaba bromeando. ── dijo sobándose después de aquel codazo.
── No se. Solo somos mejores amigos ── dijo Alev indignada aunque no lo negaba, esos sentimientos era de amor a pesar de que los negaba.
── El amor es muy travieso y junto al destino puede hacer una jugada a tu favor o a tu contra. ── aseguro Azra mientras terminaba de guardar unos libros ──. Quién sabe si por obra del destino te enamoraste de Mehmet.
── Solo somos amigos nada más. ── refuto Alev, estaba más que confundida ante esos sentimientos que tenía por el şehzade ──. No creo en eso. ── murmuro.
Sin saber que Azra tenía razón en toda la palabra posible.
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