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── ¿Que es esto? ── pregunto Alev leyendo aquella carta que le había dado Mehmet ──

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── ¿Que es esto? ── pregunto Alev leyendo aquella carta que le había dado Mehmet ──. No entiendo min prins. ── murmuro la nórdica.

── Es una carta de Alara, mi hermana por parte de Mahidevran. Advierte de que se viene un brote de
viruela que en otras ocasiones ha matado a muchas personas. ── aseguro el şehzade preocupado mirando a su amada ──. Le pedí a Adalet kalfa que se realice un despiste y en caso de que estén contagiados serán puestos en cuarentena hasta se recuperen, traeré a los mejores medios para que los traten. A partir de ahora debemos estar alerta con eso y más que todo por los pequeños.

── ¿Un brote de viruela? ── Alev se quedó sin palabra alguna ──. Entonces tenemos que estar más que pendientes y mantener a los niños lejos de cualquiera que se sospeche de que está infectado. ── aseguro la nórdica preocupada después de leer la carta ──. Aunque sospecho que quieren matarte

── Amor. No digas eso.

── Tengo ese presentimiento, de que quieren intentar asesinarte solamente porque eres el principe heredero como lo dictamino tu padre el sultán. La viruela es una enfermedad que mata rápidamente. ── Alev miro a su amado ──. Me dijiste que te lastimaste durante la caza.

── Si...

── Voltéate, quiero revisarla ya que no quiero que se te infecte. ── ordenó Alev. Mehmet solo pudo asentir subiéndose la camisa para que la otra viera la herida ──. Se ve sana y no hay signos de infección pero igualmente te tienes que cambiar la venda. ── con cuidado le retiró la venda ya usada para ponerle otra ya limpia y desinfectada ──. Tienes que cuidarte a no ser que agarres una infección.

── Está bien, amor mío. ── con cuidado se bajó la camisa ──. Adoro como me cuidas y que sabes muchas cosas. ── diji volteándose acariciando la mejilla de esta. Alev sonrió.

── Eso sé, min prins. ── Alev sonrió levemente por esa caricia en su mejilla ──. Sabes que me preocupo por ti y los peligros que hay, que muchos te quieren ver en el trono y otros te quieren ver muerto. El poder ciega a las personas, recuerda eso.

𝐉𝐨𝐲𝐚 𝐝𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 | Siglo Magnífico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora