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«Otra vez no», fue lo que pensó Alev ante a las contracciones del parto, habían pasado los meses volando y el último mes había llegado haciendo que se alarme

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«Otra vez no», fue lo que pensó Alev ante a las contracciones del parto, habían pasado los meses volando y el último mes había llegado haciendo que se alarme. Casi dos años desde que no vivía ese olor desde que nació Murad.

Se aferro como pudo aguantando, la partera había llegado a tiempo gracias a Ilkay quien fue a buscarla mientras Aylin cuidaba de ella.

── Dos años sin sentir está horrible sensación y más el dolor desde que nació Murad. ── chillo Alev ante el dolor siendo cuidada por Ilkay ──. Otra vez tengo que vivir este dolor. ── se quejó la danesa.

── Tu eres fuerte. ── le animo Ilkay ──. Llevas dos partos y has salido más que fuerte y victoriosa de todo esto. ── exclamó la rubia.

Alev ahogo un gemido ante el latigazo de dolor en su espalda baja debido a las contracciones, solamente deseaba que Mehmet estuviera ahí como cuando nació Murad.

── Joya de fuego. ── escucho la voz de su amado quien apareció rápidamente, beso los nudillos de esta ──. Aquí estoy, no te voy a dejar sola, estare aquí como cuando nació nuestro pequeño. ── susurro.

── Falta poco, veo la cabeza. Empuja un poco más Alev y todo esto termina.

Alev solo pudo asentir empujando lo mejor que pudo apoyándose de Mehmet quien se estremecía debido a los apretones pero se estaba conteniendo de quejarse, aguantaba ese dolor viendo cómo su amada luchaba para dar a luz.

Respiro aliviado al escuchar el llanto viendo que era una niña pero se sobresalto al decir que había otro más en camino que salió rápidamente resultando siendo un niño.

── Es una niña y un niño, sanos y fuertes, saludables también.

── Allah.

── Dos por uno. ── murmuro Mehmet viendo a sus pequeños que fueron envueltos y entregados a los brazos de Alev quien estaba más que feliz. Con cuidado le limpio el sudor apartando algunos mechones plateados de su rostro ──. Ya todo esta bien, ya todo paso, ¿Si?

Alev solo pudo asentir y miro a sus pequeños, la niña tenía el cabello rojo mientras que el niño el cabello negros, ambos tenían ojos azules. Sin duda alguna la niña había heredado los genes de su abuela Hürrem Sultán.

── Se parece mucho a su abuela Hürrem. ── susurro Alev a su amado dejando que este cargue a la niña ──. Y el niño se parece a ti sin duda alguna.

── Tienes razón. ── Mehmet se levantó con cuidado tomando en brazos a su pequeña, era el momento de la ceremonia de nombramiento al ver a todos. ──. Allah es el más grande y misericordioso, tú nombre es Hürrem, tu nombre es Hürrem. ── susurro viendo a su pequeña en cabellos rojizos.

── Digno de llevar el nombre de su abuela.

── Si, y es una copia de ella. ── comentó el şehzade devolviendo la pequeña y tomando en brazos al niño ──. Tú nombres será Kasim, tú nombre será Kasim. ── susurro para también devolver al pequeño en brazos de Alev ──, que repartan dulces y telas, igual comida para el pueblo. ── ordenó a Adalet kalfa quien asintió.

𝐉𝐨𝐲𝐚 𝐝𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 | Siglo Magnífico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora