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Azra ingreso a los aposentos de Nurbahar haciendo que la rusa se sobresalte al ver a la otra entrar como si nada a sus aposentos

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Azra ingreso a los aposentos de Nurbahar haciendo que la rusa se sobresalte al ver a la otra entrar como si nada a sus aposentos

── ¡¿Tú que haces aquí?!, no tienes permiso para entrar de esa forma a mis aposentos. ── exclamó pero la otra le miro fríamente.

── Te seré clara y precisa. Ekaterina. ── siseo Azra haciendo que la mencionada sintiera un escalofrío al ver cómo la otra le había llamado por su nombre original ──. Compórtate, la Haseki se encuentra de visita y cuando vea tu comportamiento, su reacción no será nada bonita. A partir de ahora puedes ver a tu hija pero bajo mi supervisión y no puedes quedarte sola con ella.

── Insolente. ── no pudo terminar la palabra dándole una fuerte bofetada.

── Te lo he advertido Nurbahar. Compórtate. ── soltó un gruñido mirándola fijamente ──. Un comportamiento así de esa clase y no voy a tener piedad en ti. Puede que te exilie al Palacio de las lágrimas, serás olvidada mientras que tú hija es criada por otra persona que va a tener mayor estatus. ── siseo.

Nurbahar solo le miró fijamente estando más que enfurecida. Azra por su parte había cumplido su amenaza, mirando de reojo a la otra.

── Esto tarde o temprano llegará a oídos de la Haseki. ── añadió antes de retirarse dejando a la joven tirada en el piso.












 ── añadió antes de retirarse dejando a la joven tirada en el piso

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𝐉𝐨𝐲𝐚 𝐝𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 | Siglo Magnífico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora