- It's me, hi, I'm the problem, it's me.
Maia Kreese ha vivido siempre en Reseda, ha sido vecina de Lawrence desde pequeña y de Díaz cuando se mudó, con los que tendrá una buena relación, pero que no saben es que es pariente de John Kreese, no hast...
— EH, COLEGAS. MI AMIGO tiene entradas para el autocine. Ponen un clásico: contacto sangriento. — habló Kyler acercándose a nosotros.
— La conozco. Mi padre se dejó un vídeo antiguo en casa, era la única prueba de que él existía. — soltó Robby con un tono sarcástico.
— Se ve guay, si os apuntáis pues vamos. — Kyler se encogió de hombros esperando una respuesta mia y de Tory.
— No sé a qué hora acabaré. — nos miró Tory. — Mi jefe nuevo me ha puesto hoy en el turno.
— Qué capullo. — la miré suspirando y noté que los dos chicos que esperaban mi respuesta. — Yo creo que puedo, si mi padre no me castiga otra vez. — rodé los ojos.
Después de la charla que tuvimos en la cena no me castigo sin karate, pero sí sin salir una semana. No podía quejarme, era la mejor opción.
— ¿Porque te ha castigado esta vez? — me miró Robby con interés.
Iba a contestarle sin pensarlo, él era una persona que me daba mucha confianza, sobretodo para hablar sobre mi padre, pero recordé que tenía que ir con cuidado, no podía confiar y contarle todo a cualquiera y estos días estaba siendo muy abierta con él.
— ¿Y a ti qué te importa?
— Vale... — frunció el ceño sin entender mi reacción.
Kenny entró y se puso a nuestro lado con la misma mirada de tristeza de siempre.
— ¿Qué pasa?
— Ayer fui al insti y unos tíos se metieron conmigo. — habló el pequeño Payne contestando a Keene. — Uno me dijo que dejara Cobra Kai.
— ¿Quién? — pregunté está vez yo.
— No lo sé, llevaba una cresta roja.
Halcón.
— Ese judas, nos vengaremos. — soltó Tory con rabia.
— Si. — asintió Kyler.
— No. — me miraron sorprendidos. — ¿Te ha pegado? — pregunté mirando a Kenny y este negó con la cabeza. — Entonces no tenemos porqué hacerle nada.
