Capítulo 8: Una Rayo de Esperanza

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    ~Tighnari POV~

    Nos costó tiempo y un gran esfuerzo lograr controlar a Kaveh, pero después de ciertos minutos, lo logramos. Por primera vez en muchos meses, fue honesto. Nos dijo que en realidad estaba cansado y que odiaba mucho ya ni siquiera poder pasar tiempo con nosotros. A decir verdad, nosotros lo habíamos notado, pero lo habíamos visto "tan feliz", que no queríamos molestarlo con nimiedades.
    Me molestaba mucho saber que no había sido capaz de ver a través de su sonrisa fingida y su corazón destrozado. Todos nosotros pensábamos que estaba más feliz que nunca. Jamás se nos ocurrió que era probable que estuviera fingiendo. Había olvidado por completo esta parte de él que siempre ocultaba su dolor con una amplia sonrisa e historias cómicas. Ya había pasado antes, debí haber previsto que esto volvería a ocurrir. Era el peor amigo del mundo.
    —Kaveh, lamento no haber visto tu dolor —dije, mientras rodeaba la taza de té con mis manos—. Nunca pensé que fuera infeliz con Kaeya. Debí haber notado que no estabas bien. Lo lamento mucho.
    —No te lamentes, siempre supe fingir bien. —Kaveh aún lloraba de tiempo en tiempo, sólo dejando salir algunas lágrimas—. Dijiste que él se fue para olvidarme, ¿aún tenían contacto con él?
    Pensé en qué debía responderle. Era obvio que la verdad era lo mejor, pero no quería que tuviera otro ataque de ansiedad. Me limité a mirarlo durante algunos segundos. Nunca había visto a Kaveh tan mal, ni siquiera con lo de Patrick había estado así. Parecía estar aferrándose a la poca cordura que le quedaba ante toda esta situación y todo lo que había vivido hasta ahora.
    —Sí. —Cyno le contestó—. A decir verdad, cuando apenas habías regresado a Villa Gandharva, intentamos ayudarlo a reconciliarse contigo. La idea era juntarlos poco a poco, hacer que se vieran en nuestra villa y ese tipo de cosas. Hablábamos de él algunas veces, para intentar que recordaras su existencia, pero pensábamos que eras feliz con Kaeya, así que... dejamos de intentar y se lo dijimos.
    Kaveh cubrió su rostro con sus manos durante algunos segundos, y después se limpió las lágrimas que habían salido de sus ojos, entonces se acomodó el cabello hacia atrás. Lo único que mi cabeza ahora podía pensar, era que Kaveh realmente merecía saber toda la verdad, todo lo que había ocurrido durante su estancia en el hospital. Él debía saber que Alhaitham nunca había dejado de amarlo, y que lo amó hasta... su probable muerte.
    —Kaveh, —tomé su mano con delicadeza para darle la noticia—, Alhaitham nunca dejó de amarte, aún cuando tú pensaste que él lo había dejado de hacer, jamás lo hizo. Y hay algo que debí decirte hace tiempo, algo que tú no sabes...
    —¿Qué sucede, Tighnari? Por favor, dímelo.
    —Alhaitham jamás se fue del hospital, a pesar de que lo corriste. —La noticia impactó en sobremanera a Kaveh—. Él estuvo durmiendo a escondidas durante mucho tiempo en la cafetería, esperando siempre a Zakariya para pedirle informes sobre tu estado de salud. No sabía a qué hora iría Zakariya a la cafetería, así que se quedaba a esperarlo ahí todo el día.
    —¿Tú... sabías eso y no me lo dijiste? —Sonaba sumamente molesto.
    —En ese tiempo jurabas odiarlo, así que no sabía si decirte. Pero, también tomé la decisión de no decirte porque Alhaitham me pidió que no lo hiciera.
    —Tighnari, debiste decirme. Tú sabes que saber que él estaba ahí era lo que realmente más anhelaba. —Kaveh comenzó a llorar de manera más abundante nuevamente—. Yo pensé que se había ido y no le había importado, que ya no me amaba... que no había luchado por mí.
    —Él realmente te amaba, pero también te respetaba, por eso no se acercó a ti, más que cuando estabas dormido. El día que tuviste fiebre... él estaba ahí. —Kaveh me miró sorprendido, boquiabierto—. Es probable que recuerdes algo al respecto, no sé si lo hagas, pero no lo alucinaste, ni tampoco lo soñaste. Esa noche, Alhaitham estuvo contigo.
    —Alhaitham... —Kaveh se llevó una mano al corazón, llorando de manera desconsolada—. Estuvimos tan cerca y tan lejos...
    —Yo le di informes sobre ti todo ese tiempo, diciéndole cómo estabas y cómo iba progresando tu salud. No hubo día en el que él no estuviera en el hospital. Él realmente te amó hasta el final, Kaveh. Y estoy seguro de que ahora él querría que siguieras tu vida.
    —No, Tighnari, yo ya tomé una decisión. No seguiré adelante con esta relación de juguete, con esta relación falsa. Kaeya merece saber la verdad, y merece saber que yo no puedo amarlo. —Kaveh se levantó de la mesa, llevando la mano a su pecho con un gran pesar—. No quiero seguir en una relación en la que soy infeliz, ni tampoco quiero ninguna otra relación, porque nunca amaré a alguien como lo amé a él. Ojalá pudiera tomar su dolor e intercambiar su vida por la mía... Ojalá él estuviera vivo todavía para decirle cuanto lo...
    Kaveh dejó de hablar y se quedó mirando a un punto fijo, con la mirada perdida. Los tres nos giramos para ver qué estaba viendo, pero no había nada ahí. Su manera de actuar no era normal. Nos levantamos para ver revisarlo.
    —Kaveh, ¿estás bien? —pregunté tomándole el brazo.


El Colmillo en mi Hombro: La Página Extraviada || Haikaveh AU || Segunda Parte||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora