Life's a game (1)

17. Solo el principio.

–Hay algo que no les mencione.

Roier se detuvo mirando curioso a Tubbo, aquella mañana Mariana le había avisado de la presencia del chico, quien lucía algo agotado producto por no dormir lo suficiente.

–Es algo importante, por cierto lamento no poder haber estado cuando vinieron a Quesadilla Island, pero...

–Está bien Tubbo, aunque me gustaría darle más noticias o avances positivos la verdad es que ni siquiera nosotros sabemos donde está Quackity, así que una disculpa. Se que deben pasarla muy mal.

Tubbo nego, mirando avergonzado a aquel pilar y hermano de su mejor amigo.

–No tiene que disculparse conmigo Pilar...

–Solo Roier –le sonrió– Eres el mejor amigo de mi hermano, lo normal es que nos tuteamos, ya sabes a Quackity no le van las etiquetas.

El menor asintió sonriendo triste.

–Es verdad, él nunca trataba a nadie así al menos que inspirara confianza, pilar... Quiero decir Roier, tu siempre has estado pendiente de Quackity y se que incluso has estado ayudándonos en cubrir los desastres que causamos.

–No diría que sea así.

–Lo es, hasta Tina se siente apenada siempre que se entera lo mucho que aleja a los otros pilares, para que no terminen arrestando a Quackity.

–Es el héroe de Karmaland, sin él nada de esto pudiera suceder.

–Y es su hermano, como es mi mejor amigo. Quackity es importante para todos nosotros –miro decidido al contrario, suspirando– Yo estaba desesperado por encontrar mi camino, unos días antes de que terminara desapareciendo, él y yo discutimos.

Roier le miró un poco sorprendido, ya que conocía bien que Tubbo admiraba demasiado a su hermano.

–Le sorprende, ¿no?

–Un poco, los otros eran los que usualmente tenian ciertas diferencias con él. ¿Puedo saber la razón?

La cabra suspiro asintiendo dejando que aquel recuerdo iniciara junto a su narración.

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Como siempre habían terminando de frustrar los planes de Maximus, dejando a todos completamente agotados. Pero se encontraban lejos de casa, por lo que decidieron llegar al poblado más cercano cerca de Karmaland, mientras Rubius continuaba alardeando de ser mejor peleador de Foolish y como el príncipe iba a recompensar. Spreen se mantenía ajeno junto a Tina, la cual le preguntaba al oso negro su estado. En cambio Tubbo se mantenía detrás del grupo siguiendo como siempre a Quackity, quien sonreía divertido, hubo un punto que el menor se detuvo ganándose la atención de pato, quien le miro confundido.

–¿Tubbo?

Este alzó su vista mirándole frustrado, para continuar en silencio, Quackity no era tonto sabia que algo ocurria y debía preguntarle una vez que todos estuvieran bien acomodados. La lluvia inició apenas dejando que pudieran llegar a una posada, Rubius como siempre regateando con el dueño para darle las mejores habitaciones a un módico precio, siendo el terror de los vendedores. Pero Tubbo nuevamente se apartó.

–Quackity, ¿podrías buscar a Tubbo? Últimamente la ha pasado muy mal.

–¿Tú crees?

Tina asintió.

–No quiere hablar con nadie y estoy segura que contigo se abrirá, mientras estaremos esperandolos para cenar.

–De acuerdo, no nos tardaremos Tina.