Ingresamos a mi casa en busca del libro. No ignoro la forma en la que a Brandon se le salen los ojos de sus órbitas al ver el viejo tomo de cuero.
— ¿Estás bien?– pregunto entre risas.
Él asiente. Pero se mantiene en silencio. Es entonces cuando la curiosidad me invade.
— ¿Que hacías en mi jardín, vas a admitir que me estás siguiendo de una vez?— pregunto mientras busco una bolsa para guardar el libro. Dudo que a las 4 am alguien esté despierto, menos las hadas o criaturas ¿verdad?
— Vivo al lado. No eres tan importante como para que te siga.
— ¿Enserio? Pues al parecer soy la bruja descendiente de la primera en la historia— susurro señalando con ironía el libro del cual soy dueña mientras lo guardo en una bolsa que acabo de encontrar.
— Siempre estaré cerca de donde esté el libro, ¿tienes algún hechizo de invisibilidad para ocultarlo?
Si siempre estará cerca de donde esté el libro eso significa que... ¿va a tener que vivir cerca de mi departamento?
— Si, de seguro hay algo aquí.
Empiezo a rebuscar en el libro entornando los ojos a causa de su cegador brillo, a mi lado Brandon abre ligeramente sus labios por el asombro. Entre el brillo que emanan sus ojos y el brillo del libro siento que me quedare ciega de un momento al otro.
— Parece que la daltónica te dejo sin palabras– susurro con una sonrisa de lado, veo por el rabillo de mi ojo cómo rueda los ojos— aquí hay algo.
¿Podré hacer que afecte al objetivo y no a Brandon esta vez? Leo cada palabra en voz alta:
— Que todo lo visible se mantenga como tal, y que lo que quiero que sea invisible se convierta en tal bajo estas palabras– susurro mirando solo al libro. Nada. Se mantiene igual— mierda, debo practicar más.
— ¿Por que lo dices?
— No desapareció...— me lamento cerrando el tomo con frustración.
— Claro que si, no veo nada en tus manos.
— ¿Enserio?— pregunto girando la cabeza en su dirección, él asiente. Claro, puede ser que solo yo siga viéndolo a causa de que yo efectúe el hechizo para que solo yo pueda seguir viéndolo y los demás no— esto soluciona todo, ¿no?
– No te creas, pueden torturarte hasta que lo entregues— dice mientras se dirige a la salida, tomo a Dobby en mi brazo libre para irnos, el felino tiene el doble de su peso habitual a causa de haberse cenado a un ave del doble de su tamaño– no deberías ser tan inocente.
— Y tu no deberías ser tan grosero, sigo siendo yo la que tiene el libro, que eso es lo que de una manera inexplicable te preocupa.
– Por ahora lo tienes tú.
Llegamos a el edificio donde vivo sin percances, al parecer mis suposiciones sobre que ningún ser sobrenatural nos sorprendería a la madrugada eran ciertas.
– Bueno aquí vivo, el lib...
– No digas esa palabra en la calle a las cinco de la madrugada– me interrumpe tapando mis labios con la palma de su mano, la quito con fastidio.
– Estará a salvo. Hasta nunca.
– ¡Eso quisiera!– grita desde su lugar mientras subo los escalones del ingreso.
– ¿Lily?–pregunta una voz familiar cercana, me detengo en seco y volteo al origen de dicha voz. Alaric.
Brandon amaga sacar su vara.
– ¡No!– grito para que el ángel dorado no haga tal cosa. Me obedece maldiciendo— Ric, ¿como estas, que haces en la calle tan temprano?
– Corriendo, es obvio, ¿y tu que haces aquí a esta hora y con este tipo?– escupe señalando a Brandon con un movimiento de su cabeza– ¿que le paso a Dobby?
– Este tipo– repite el ángel dorado algo furioso inclinando su cabeza a un lado y entornando los ojos– ¿por que no le dices la verdad Lilith?, que íbamos a comernos a tu gato y que por eso lo engordamos...
Ahogo una risa. Es la mayor estupidez que he oído en la vida, pero por haber oído mi nombre en sus labios y con su grave voz quedo muda como una idiota por unos diez segundos sintiendo la mirada de "dame una maldita explicación" de mi mejor amigo.
— No le hagas caso, solo me... acompaño para no volver sola de casa de mis padres.
En parte es verdad, solo que sé que lo hizo por el libro.
– ¿No podías esperar a que sea un horario más seguro para irte de casa de tus padres y ya?– pregunta mi amigo alzando una de sus cejas.
– Alguien está de malas...– susurra Brandon mirando en otra dirección alumbrando la calle oscura con sus ojos, como si esto le pareciera lo más aburrido del mundo entero.
– Es que me sentía mal y... luego te lo explico, ¿si?
– Tengo tiempo para escucharlo ahora– dice acercándose a mi, de un segundo al otro noto como el ángel dorado se coloca delante de mi para que no se me acerque– ¿que carajos haces idiota?
— Puedes seguir con tu rutina matutina de ejercicio, ella ya se iba a dormir.
¿Que carajos le pasa ahora? Ah claro, el libro, no quiere que se me acerque por el.
– Entremos así te lo explico, ¿si?– le digo a mi amigo haciéndome a un lado, Brandon me mira con el ceño fruncido.
– Alguien tan fuera de lo común como tu no debería darle explicaciones a ningún niñato– me susurra sobre su hombro inclinándose hacia mi para que lo oiga con claridad. El calor dentro de mi se potencia por sus palabras.
– Claro, ya lo entiendo todo– dice mi amigo mirándonos a ambos con disgusto– bueno me iré Lilith, pásatelo en grande.
Y sin más se marcha corriendo desprendiendo chispas de furia. No siento mi brazo por cargar con Dobby.
¿Soy yo o está es la primera vez que veo a Alaric... celoso?
Amago a seguirlo pero Brandon me detiene tomándome del brazo.
– Déjalo, que se crea que estamos juntos.
– ¡¿ Que dices?!– pregunto furiosa intentando safarme de su fuerte agarre, pero fallo– ¿por que debería creer eso?
– ¿Que no sabes lo que el muy imbecil hace a los chicos que intentan acercarse a ti? Lo estuve vigilando estos meses– dice negando con su cabeza plateada.
Mi corazón se detiene.
– ¿Que dices?
– Les dice a todos los chicos de tu universidad que tú y él son novios para que no se te acerquen, de seguro debe querer matarme ahora mismo el muy desgraciado por no seguir su jueguito del amigo tóxico y posesivo. Es un maldito hijo de puta si no permite que estes con otros hombres pero él si pueda estar con otras mujeres ligando. Debe sentirse muy frustrado ahora mismo, y eso me pone muy feliz...
Pasan cinco segundos en los que entreabro mis labios por la sorpresa. Acto seguido rompo en carcajadas provocando que Brandon alce sus cejas por la sorpresa.
– Creo que tanta tintura plateada te afectó al cerebro, ¿por que Alaric haría tal cosa? No le gusto, solo hacemos...cosas.
– ¿Cosas? Tienes veintidós años, estas mayorista como para no poder decir la palabra sexo– dice frunciendo su ceño y soltándome, el calor sube a mis mejillas– a lo que voy con esto es que no es justo que te manipule y maneje tu vida social, nada más.
– ¿Por que me estás diciendo esto?
– Para que abras los ojos, bruja de Salem. Ese tipo no es de fiar, si no me crees ve a preguntárselo a cualquier hombre de tu campus– dice antes de girarse sobre sus talones y comenzar a marcharse – Ah y siempre protege el libro, te estaré vigilando.
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Sangre sobrenatural
FantasyLa vida de Lilith se pone de cabeza cuando descubre que es la única en ver el cabello plateado y los ojos de un color como el oro recién fundido del chico nuevo del pueblo de Salem. La vida de Brandon toma aun más adrenalina cuando decide atar los c...