No utilicé mi don para que esto este pasando. También sé muy bien que no estoy soñándolo, porque en los sueños es imposible sentir todo esto que estoy sintiendo a este nivel de intensidad, la zona de mi mente que se ocupa de los sueños explotaría al instante por tanta excitación y desconcierto provocados solo por sentir sus carnosos y suaves labios en la delicada piel del dorso de mis dedos. No quiero imaginar que reacción tendría mi cuerpo si pudiera probar esos labios con los míos. Moriría aquí mismo.
No aparta su intensa, hipnotizante y dorada mirada de la mía cuando percibo como su otra mano, la que no tiene entrelazada, roza y acaricia con delicadeza mi brazo izquierdo trazando un camino que se eleva hasta llegar a la curva de mi cuello, acariciarlo por unos segundos, y luego enredar sus dedos entre mis cabellos color miel para inclinar mi cabeza ligeramente hacia atrás y acercarse lentamente con sus labios a los míos. Una lentitud tan pronunciada que me hace llegar a pensar en que quiere disfrutar cada segundo de esta situación.
La vida cobra otro sentido cuando sus labios al fin entran en contacto con los míos en un delicado pero muy significativo beso. Noto como intenta apartarse luego de unos breves segundos, oh claro que no. A un velocidad impresionante entrelazo mis manos en la parte de atrás de su cuello negando con mi cabeza y lo atraigo más hacia mi abriendo ligeramente mis labios para intensificar el beso, que es correspondido al instante. Cada movimiento de nuestros labios es perfectamente coordinado, como si estuvieran hechos para encontrarse, destinados. Una ola de calor me recorre cuando su mano, que estaba enredada en mi cabello, se aprieta con deseo y su otra mano libre me toma con firmeza del mentón, para que no tenga oportunidad de huir de este beso, y no pienso hacerlo ni en esta ni en mis otras vidas. Con que así se siente un buen beso.
─ Mejor que en mis fantasías─ susurra entre medio de un beso.
Sus manos me toman de la cintura de mi vestido negro y me empujan hasta llegar a la pared mas cercana y empujarme contra ella, tal y como la primera vez que hablamos en aquel bosque, solo que esta vez la violencia de su movimiento cambia a la desesperación, con hambre de más. La calentura que me domina es una mezcla entre el deseo innegable hacia Brandon y posiblemente mis poderes de bruja. Ese sedante no sirve una mierda, siento que voy a explotar de energía aunque no salga ningún flujo azul de mi.
─ Creía que estaba loca por pensar tanto en ti─ susurro en medio de un beso─ veo que no era la única...
Él niega lentamente con su cabeza antes de abrirse paso entre mis labios con su cálida lengua. Todo en él es calidez. Una calidez que solo este ángel dorado es capaz de darme y hacerme sentir. No hay ni un solo gramo de incomodidad en mi organismo ahora mismo. Me tomo el atrevimiento de descender lentamente mis manos de su cuello para posarlas en su pecho, memorizando cada milímetro de mi tacto. Aunque tenga los ojos cerrados percibo como la energía de aquí va de un lado a otro, desesperada por escaparse, admito que no me importaría morir a causa de que me mate con ella porque al menos tuve la oportunidad de besarlo y agobiarme de tantas sensaciones. Una de sus manos que estaba sobre mi cintura desciende recorriendo la ligera curva de mi cadera hasta llegar al borde de mi vestido y apretarlo, muestra de que muere de ganas por levantármelo.
Y cuando creía que sería imposible que el tiempo no se haya detenido a nuestro alrededor, al igual que todas las cosas que habitan y existen en el, oigo con claridad como suena el timbre característico de mi departamento a causa de estar pegada a la ventana abierta.
Brandon detiene sus movimientos, tanto el apriete de su mano en el borde de mi vestido, como el de sus labios sobre los míos. La mirada de súplica que le dedico al notar que se separa de mi lentamente llega a ser patética.
─ Alguien te busca, bruja─ dice antes de voltearse y caminar hacia lo que pienso es su habitación y cerrar de un portazo.
Carajo, ¿con que esta es la realidad? porque siento haber estado en el paraíso a causa de ese hombre que ahora desapareció de mi campo de visión.
A regañadientes salgo hacia la escalera de emergencia y subo hasta llegar a la ventana de mi sala y ir a la puerta.
─ ¿S...si?
No creo volver a respirar y hablar como siempre después de esa escena.
─ Lily, soy Ric, ¿podemos hablar?
Mierda.
─ No, no quiero hablar. Eres posesivo e inentendible, ya me enteré que es lo que haces.
─ ¡Que me dejes pasar, mierda!
─ ¡Ves, eres posesivo!
─ ¡Derribar tu puerta no estaba en mis planes pero...!
Y como sé muy bien que siempre cumple con lo que dice, abro la puerta y la cierro detrás de mi, recordando de repente que soy una bruja y que la mascota que vive conmigo es un fénix blanco.
─ ¡¿Que es lo que te pasa que no quieres dejarme pasar?!
Deseo desesperadamente que deje de gritar y se calme. Veo como su pecho, que subía de arriba a abajo furioso, comienza a normalizarse.
─ ¿Que es lo que te pasa a ti que inventas que estamos juntos a los hombres del campus?─ le digo con el tono más furioso posible.
─ ¿Como sabes eso? Oye, ¿que te pasó en el cabello?
Me sonrojo al instante al imaginar lo despeinada que debo estar ahora mismo.
─ Me enteré por mis propios medios, ¿por que hiciste eso, que tienes en la cabeza, eh?
─ Lily, la idea de verte con otro hombre se me torna insoportable...
Será mejor que no se me escape lo que acabo de hacer hace solo cinco minutos. Sus palabras no tienen sentido alguno.
─ ¿Y no era más fácil decírmelo directamente que inventar rumores falsos que conciernen a mi vida social?
Él mueve su cabeza hacia atrás y exhala con fuerza.
─ Fui egoísta, lo sé. Pero al darme cuenta que jamás querrías ser más que mi amiga con derechos yo no...
─ ¿Que acabas de decir?─ no me lo puedo creer─ Escuchame Ric, me gustabas desde los seis años.
Me sorprendo de mi misma al afirmar con seguridad la palabra gustabas.
─ ¿Que?─ susurra totalmente pálido, más de lo normal─ ¿dijiste gustabas, que ha cambiado?
─ Todo ha cambiado.
ESTÁS LEYENDO
Sangre sobrenatural
FantasyLa vida de Lilith se pone de cabeza cuando descubre que es la única en ver el cabello plateado y los ojos de un color como el oro recién fundido del chico nuevo del pueblo de Salem. La vida de Brandon toma aun más adrenalina cuando decide atar los c...