Dobby escapa de mis brazos para alzar vuelo a una velocidad que nunca le he visto, como si se estuviera conteniendo en hacerlo hace mucho tiempo. Sonrío de oreja a oreja por apreciar su libertad. Cuando dirijo mi mirada a Brandon para agradecer su bienvenida noto que este ya estaba mirándome y que corre su mirada con velocidad antes de comenzar a caminar.
– Gracias...– digo aunque por la distancia que toma dudo que me haya oído.
Volteo al oír otra vez el sonido de lluvia cayendo sobre un estanque y aprecio con asombro como las puertas formadas en ese tronco se cierran. Uno de los hombres me hace un gesto para que avance, ruedo los ojos y obedezco.
Camino por detrás de el ángel dorado notando como Dobby sobrevuela encima de mi siguiéndome. Me pierdo por completo en la imponente fachada del palacio al que cada vez me acerco más y más, aunque ya lo haya visto me asombro como si fuese la primera vez en verlo. Me concentro en cada detalle, cada moldura y cada escultura sin poder creer que semejante fortaleza haya sido creada, todo es mármol resplandeciente y oro puro. No sabía que los hechiceros fueran multimillonarios.
Alrededor de los enormes tres cuerpos del palacio se ven más jardines cuidados, entre los arbustos distingo a más de los soldados del padre de Brandon.
– Mi humilde hogar– dice el ángel dorado comenzando a subir por la escalera a tres metros de mi.
– ¿Enserio dijiste humilde?
En ese momento en el primer descanso de la escalera de mármol en la que se refleja la luna una figura aparece. La hermana de Brandon, Anastasia si mal no recuerdo, pero esta vez no trae puesto ropa de guerra sino que un hermoso vestido de seda blanco con lazos en su cintura y un bordado en su escote, parece toda una princesa.
– Al fin– dice antes de acercarse a su hermano y abrazarlo, él le devuelve el gesto a regañadientes.
– Veo que papá cumplió tus caprichos...
Me tomo mi tiempo para inspeccionarla, su rostro al igual que el de Brandon parece angelical y perfectamente tallado, tiene unos ojos dorados similares, y los describo de esa forma porque no hay ningunos como los de el ángel dorado, su piel es más pálida y su cabello es oscuro, casi negro azabache. Cuando me mira se aparta de su hermano.
– Al fin...– repite inspeccionándome de arriba a abajo, noto como hace un movimiento con su mano y la luna del cielo comienza a rotar y descender junto a las estrellas para dar paso a un amanecer y a un Sol de mediodía– ahora puedo verte bien, no pareces una bruja, pareces una hermosa sirena.
– Anastasia controla los cielos, es su don– aclara Brandon a su lado a causa de mi expresión de impacto.
No puedo evitar mirarla mal a causa de un amargo recuerdo en el que ella se refiere a mi como esa bruja y en el que insinúa que su hermano tendría que haberme amenazado para estar aquí. Ni siquiera que me haya llamado hermosa podrá arreglar eso.
– Como bien mi entrometido hermano acaba de decir, me llamo Anastasia– dice ofreciéndome su mano en gesto de presentación, solo porque mi padre me educo para ser amable acepto su mano.
– Y yo soy esa bruja, Lilith Endor.
Veo como alza sus cejas por la sorpresa que conllevan mis palabras. En ese instante mi fénix aterriza a mi lado y mira de malos modos a Anastasia, como si pudiera notar la mala vibra. La mujer vuelve a alzar sus cejas.
– ¿Es un?...
– Fénix felino– la interrumpe Brandon antes de colocarse a mi lado– ¿podemos entrar? tenemos asuntos que hablar con padre.
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Sangre sobrenatural
FantasíaLa vida de Lilith se pone de cabeza cuando descubre que es la única en ver el cabello plateado y los ojos de un color como el oro recién fundido del chico nuevo del pueblo de Salem. La vida de Brandon toma aun más adrenalina cuando decide atar los c...