No logro conciliar el sueño esa noche a causa de pensar en las infinitas posibilidades que me brindan mi don. Podría hacer que mi madre deje de ocultarme secretos, como que cosas ha tenido que hacer para llevar sus poderes al límite y quien es la tal Aurora nombrada en mi sueño que sé que ella conoce. Podría volver a ver a mi abuela como hace unas horas. Podría hacer que Dobby vuelva a ser el gato negro que era antes, aunque descarto esa idea al pensar en que esta es su mejor versión. Podría hacer que Alaric me de una explicación no posesiva a sus actitudes de niñato. Podría hacer que Brandon me confiese su don, porque como dijo papá todo ser sobrenatural tiene uno...
Luego de desayunar pasamos el resto del mediodía en la casa del lago, y para cuando estamos regresando en auto a mi hogar con el atardecer, me decido a contárselos a mis padres al fin:
─ Nuestra ancestra hizo una aparición anoche en mi cuarto, resurgió de unas llamas verdes.
Papá detiene el auto a un lado de la carretera.
─ ¿Que? Ágata, ¿eso es normal?
─ No lo es. La situación está peor de lo que imaginábamos, ¿que quería?
Entonces les cuento todo, comencé con el hechizo que requieren las hadas de el libro y no ignoré la expresión de comprensión de mi progenitora al contárselo, además les cuento sobre la advertencia de la bruja sobre los peligros que están por venir, y su afirmación de que confíe en mis aliados. Me salto la parte en la que descubro mi don y abrazo a mi abuela muerta.
─ Estos datos nos servirán. Sabía que tenía razón al confiar en el chico Brandon, nuestra ancestra también confía en él a pesar de todo.
¿A pesar de todo?
Cuando me dejan en mi hogar me resisto a anhelar que mamá empiece a contarme sus secretos, porque sé que por una razón no quiere que aún los sepa, y ese razonamiento me ayudará a resistirme por el momento. Subo con Dobby en mis brazos al elevador para dirigirnos a nuestro apartamento, ignorando los jalones de mi fénix para intentar escapar de mis brazos y volar en vez de estar sujeto, es peligroso teniendo en cuenta que podría toparme con algún vecino. Una vez en mi departamento lo dejo volar libremente, escondo el libro debajo de mi cama y me recuesto en la misma por el repentino ataque de sueño producto de no haber dormido anoche.
No tengo idea de cuanto tiempo permanezco dormida cuando unos fuertes gritos provocan que despierte. Ya anocheció. Los ruidos vienen de fuera de la ventana de mi cuarto. Abro la misma y esos gritos se vuelven entendibles:
─ ¡Por décima vez Anastasia, te he dicho que no, él tendrá que esperar más tiempo y arreglárselas sin mi!
Brandon.
─ ¡Pero yo también te necesito Brandon, no tienes idea lo difícil que es todo!
Una mujer.
Percibo como un débil hilo de flujo amenaza con escapar de mi muñeca al sentir una emoción intensificada dentro de mi: ira. Pero no es la misma ira que sentí ayer por la mañana al enterarme de las acciones de mi mejor amigo, esta ira es distinta, como si el impulso de desquitarme con alguien sirviera para calmarla y ese alguien fuera la dueña de esa voz femenina que esta ahora mismo en el departamento de el ángel dorado.
Como no hay personas comunes cerca, decido no beber del Aquantis que mamá me ha dado. Pero lo que si puedo hacer es acercarme a la escalera de emergencias para oír cada palabra, solo porque no tengo nada mejor que hacer, claro.
─ ¡No pienso irme de aquí!
La mujer quiere llevárselo consigo. El flujo en mis muñecas se intensifica y comienza a escapar de mi, entonces si decido tomar el sedante para calmar mis emociones, por si a algún vecino se le antoja usar esta escalera y sorprenderme.
─ ¡Creía que odiabas estar aquí y que era una mierda de misión estar encima de esa bruja! Puedo facilitártelo, nos llevamos el libro y a la mierda todo este drama. Es la solución...estoy segura.
Hasta aquí. No voy a soportar que la mujer que esta con él me llame esa y amenace con robarse lo que es mío. El libro y Brandon, aunque él no lo sepa. Me pongo de pie y desciendo dos escalones.
─ ¡¿Crees que no pensé en eso? Pero resulta que la única capaz de ver y activar el libro es Lilith o su madre, y no pienso obligarla a venir con nosotros!
Me detengo en seco. No puedo creer que él haya pensado en robarse mi libro y huir. Es un maldito traidor.
─ ¡¿Desde cuando Brandon Wyllt no utiliza las amenazas con las personas?!
Silencio. Solo oigo mi pulso acelerado en mis oídos, como si mi corazón fuese a explotar de decepción. Es la segunda vez que él provoca este malestar en mi pecho, nunca pensé que alguien fuera capaz de afectarme así, de dolerme así.
─ Desde que deje de verla como a una piedra en mi camino, y la comencé a ver como mi único camino en esta vida.
El dolor en mi pecho cambia, se transforma en algo distinto, como en una especie de cosquilleo que aún así no disminuye mi muy acelerado pulso. Cada una de sus palabras se fijan en mi mente para convertirse en todo lo que soy capaz de oír y recordar. No hay pasado ni futuro, solo existe este presente en el que él, el hombre de mis anhelos, se refiere a mi como su único camino en esta vida.
─ Nuestro padre tenia razón...sus visiones. ¿Sabes en lo que te estas metiendo?
Es su hermana, no su novia ni su amante.
─ ¿Crees que no lo sé? Vete, ya me comunicaré con ustedes.
Acto seguido se oye una especie de rayo y veo un fuerte resplandor plateado que escapa por los cristales de las ventanas del hogar de Brandon. Luego aparece otro resplandor intenso que crece más y más, es dorado esta vez. La preocupación me domina y bajo la escalera hasta llegar al descanso junto a las ventanas de su apartamento, el brillo es tan cegador que me cuesta horrores encontrar el cristal de una de las ventanas para levantarla y entrar a su hogar.
─ ¿Brandon?─ susurro con una mano cubriéndome los ojos para poder seguir el origen sobrenatural que provoca tal resplandor.
Choco contra una pared de músculos humana, que resulta ser su espalda. Noto entre los dedos de mi mano que el brillo disminuye brevemente permitiéndome enfocar su perfecto y tallado rostro, que ahora voltea hacia mi.
─ ¿Lilith, ya volviste del lago?
Asiento. La energía que provocaba tal brillo comienza a recorrerle todo el torso debajo de su camiseta, pero es tan fuerte que se distingue a través de la tela blanca, regreso mi mirada a sus ojos, que parecen fuera de sus cuencas.
─ ¿Que has oído exactamente?─ pregunta con un tono amargo que me toma por sorpresa.
Otra vez esa máscara de niñato grosero, dudo que vuelva a servirle después de haber oído lo que siente por mi.
─ Todo el edificio los oyó a ti y a tu hermana, menudos gritos─ le digo rodando los ojos─ ¿estás bien? Vi tu brillo desde mi habitación─ miento.
─ No has respondido a mi pregunta, bruja...
Veo movimientos provenientes de su energía dorada en su torso, y me hipnotizo viendo como todos los flujos que se encontraban desparramados por todos lados se unen en el mismo lugar: justo en la zona de su corazón. Es tan asombroso que no pienso en lo que hago y muevo mi mano con lentitud para posarla justo encima del brillo, sintiendo su corazón que va a un ritmo desbocado, ¿por miedo? ¿sorpresa?
El aceleramiento fuera de lo común que ahora hace efecto en mi pulso es quien me regresa a la realidad y me hace retirar la mano apresuradamente de donde estaba posada, absolutamente avergonzada.
─ Lo siento mucho...─ digo mirándolo directo a sus ojos, que ahora se encuentran opacos.
Mierda. Mierda. Y más mierda. Un momento, mi don. Desearía nunca haber hecho...
Pero interrumpo mis pensamientos al percatarme de que él entrelaza lentamente sus cálidos dedos con los míos en la mano que acabo de bajar, y la guía a donde estaba antes sobre su pecho, acto seguido la lleva a sus labios para besar el dorso de mis dedos con ellos.

ESTÁS LEYENDO
Sangre sobrenatural
FantasyLa vida de Lilith se pone de cabeza cuando descubre que es la única en ver el cabello plateado y los ojos de un color como el oro recién fundido del chico nuevo del pueblo de Salem. La vida de Brandon toma aun más adrenalina cuando decide atar los c...