[3] Clases prenatales

632 61 4
                                    

Jungkook caminaba animado, llevando del brazo a TN, quien lo seguía a regañadientes, todavía en su ropa cómoda. Su pancita, aunque pequeña, ya comenzaba a notarse más. Cuatro meses de embarazo, y esos cuatro meses habían sido los más felices que jamás había experimentado. Su bebito era un angelito, tranquilo y sin muchas molestias... pero eso no evitaba que su "niño grande", es decir, Jungkook, la trajera de aquí para allá como si todo fuera un paseo.

—Ya, Jungkookie, ¿a dónde me llevas? —refunfuñó TN, intentando mantener el paso—. Estoy cansada, ¿por qué no vinimos en el auto? Hace calor, quiero ir al baño, me pesa la panza, ¡y mis pies están hinchados! —Su voz subió de tono— ¡Jungkook! —exclamó al no recibir respuesta alguna.

Jungkook la miró de reojo con una sonrisa traviesa, pero siguió caminando—. Necesitas caminar, cariño. Te ayudará a que el parto sea más leve y menos doloroso. Y además... —hizo una pausa dramática antes de continuar— estamos yendo a tus clases prenatales.

—¿Clases qué...? —TN abrió la boca para protestar, pero Jungkook levantó una mano, interrumpiéndola con una sonrisa de lo más tierna.

—Me tomé la libertad de inscribirnos —anunció con orgullo—. Serán divertidas, y si yo no puedo acompañarte algún día, ya le pedí a mi hermano Yoongi y a su esposo que vengan en mi lugar. No quiero que te falte nada.

TN lo miró con una mezcla de exasperación y ternura. La forma en que la sonrisa de Jungkook brillaba era irresistible, y cualquier intento de quejarse murió en su garganta.

—Agh, eres un caso... —resopló, aunque no pudo evitar sonreír también—. Pero te amo. Gracias por preocuparte tanto por mí y por nuestro bebé.

—No tienes que agradecer nada, amor —dijo, deteniéndose un momento para posar su mano sobre la pancita—. Ustedes dos me hacen feliz. Esta es mi forma de devolverte un poco de toda esa alegría que me das cada día.

TN suspiró, dejando que esa sensación cálida la envolviera. Caminaban ahora con las manos entrelazadas, rumbo a sus clases prenatales, cada paso más ligero que el anterior.

Al llegar, una mujer amable los recibió, dándoles una colchoneta para que se acomodaran con las demás parejas. TN, aunque algo reticente al principio, pronto sintió una inesperada liberación mientras realizaba los ejercicios. Jungkook, sentado junto a ella, no podía apartar la sonrisa de su rostro, viéndola tan relajada, tan hermosa.

—Muy bien —dijo la instructora, llamando la atención del grupo—. Para finalizar, nos pondremos frente a frente con nuestra pareja. Tomen sus manos con delicadeza y, mirándolas a los ojos, díganles lo agradecidos que están y lo amadas que son.

Jungkook soltó una risita nerviosa, pero se giró hacia TN, tomándole las manos. Ella lo miraba con esos ojos que lo hacían perderse cada vez.

—Creo que no pasa un día en que no te diga lo feliz que me haces —comenzó, con la voz temblando levemente—. Desde que llegaste a mi vida, todo ha mejorado, y ahora, con nuestro bebé en camino, mi felicidad solo crece. Eres fuerte, valiente, y aunque no me guste admitirlo porque amo cuidarte, también eres increíblemente independiente. —Soltó una pequeña risa—. Te amo tanto, TN. No hay nada en este mundo que pueda apagar lo que siento por ti. Este bebé es el acto más hermoso de amor, y yo quiero estar a tu lado en cada momento, ayudándote, haciéndolo todo más fácil. Gracias por darme una familia.

TN no pudo contener las lágrimas, las hormonas y las emociones hacían estragos en su corazón—. Gracias por darme un hogar, Jungkook. —Sollozó, secándose rápidamente las lágrimas—. Te amo.

—Yo más —dijo Jungkook, y sin pensarlo más, la envolvió en un abrazo, olvidando por completo si aquello formaba parte del ejercicio o no—. Mucho más...

Cuando volvieron a casa, TN se dejó caer en el sofá, agotada. No tardó mucho en dormirse, mientras Jungkook se encargaba de recoger el pequeño desastre que habían dejado en el comedor. Cuando terminó, la miró desde la puerta, sintiéndose el hombre más afortunado del mundo. Se acercó con cuidado, la levantó en brazos y la llevó hasta la cama, donde la arropó con suavidad.

—Eres la casualidad más hermosa que me ha pasado —susurró, besando su frente antes de acostarse a su lado. Colocó la pancita de TN sobre su pecho, acariciándola, y ambos se sumieron en un sueño tranquilo.

🍼🐰👶

Daddy's Sweet Gift | JJK ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora