Daddy's Sweet Gift | JJK ✓

[14] Madrugada en familia

Eran aproximadamente la una y media de la madrugada, y la cocina estaba en penumbra, iluminada solo por una pequeña luz sobre el fregadero. TN, aún con el cabello despeinado y con un evidente cansancio en el rostro, intentaba calmar a su pequeño que no dejaba de llorar, paseándolo de un lado a otro en brazos. Mientras tanto, Jungkook, con los ojos entreabiertos y sus movimientos algo torpes, esperaba pacientemente a que la leche del biberón alcanzara la temperatura adecuada. Sonrió cuando el termómetro confirmó lo que tanto deseaba.

—Voy a preparar algunos más —murmuró, pensando en las posibles desveladas—, por si llora más tarde. Así estamos preparados.

TN asintió, todavía concentrada en el bebé. —Será lo mejor. Aún está algo inquieto—, dijo, dejando un beso en la suave cabecita de su hijo. Luego soltó un largo suspiro, observando con ternura a su pequeño. —No sé si cada vez que llora es porque tiene hambre... esto de ser padres es mucho más difícil de lo que pensé. Aunque... —su voz se suavizó al mirarlo mover sus manitos buscando atención—, todo vale la pena por esta bolita preciosa.

Jungkook esbozó una sonrisa de complicidad mientras preparaba otro biberón. Estaba agotado, sí, pero cada momento con su hijo hacía que todo el cansancio desapareciera, aunque fuera por unos instantes. Después de alimentar a Jeongsna y asegurarse de que hiciera provechito, el pequeño finalmente se rindió al sueño, permitiéndoles a ellos hacer lo mismo... al menos por un rato.

🍼🐰👶

3:00 AM

Un fuerte llanto interrumpió la tranquilidad de la habitación. El pequeño Jeongsna estaba claramente incómodo, y su queja retumbó en el silencio de la madrugada. Jungkook, aunque medio dormido, fue el primero en reaccionar, frotándose los ojos mientras intentaba ubicarse en la realidad. TN, por su parte, seguía profundamente dormida, completamente ajena al escándalo. Al notar esto, Jungkook sonrió para sus adentros. Se lo merece, pensó. Después de todo, ella había estado a cargo de prácticamente todo los primeros días, y era justo que descansara.

Con el sigilo de un ninja y la torpeza de alguien que no había dormido bien en días, Jungkook se levantó de la cama y caminó hacia el catre donde su bebé se removía inquieto, soltando pequeños gemidos entre llantos.

—Shh, tranquilo, papá ya está aquí— murmuró mientras lo tomaba con cuidado entre sus brazos. El contacto pareció calmar un poco al pequeño, pero seguía soltando quejidos bajos. Jungkook suspiró, meciéndolo suavemente mientras le hablaba en voz baja. —¿Qué pasa, eh? ¿Cólicos? Claro, justo cuando papá cree que va a poder dormir...

Caminó de un lado a otro de la habitación, dándole palmaditas suaves en la espalda al bebé, quien seguía inquieto. A medida que pasaban los minutos, el sueño comenzaba a invadirlo nuevamente, pero Jungkook se mantuvo firme, motivado por su amor por su hijo.

—Sabes, Jeongsnie, antes de que nacieras, tu mamá y yo solíamos dormir ocho horas seguidas... —bromeó en voz baja, como si su bebé pudiera entenderlo. Su mirada se desvió hacia TN, que seguía profundamente dormida, y sonrió con ternura. —A veces hasta más. Eran buenos tiempos... buenos tiempos.

Jeongsna, como si entendiera la broma de su padre, soltó un pequeño quejido más, que fue apagándose poco a poco mientras sus ojos comenzaban a cerrarse. Jungkook suspiró aliviado, sintiendo que la victoria estaba cerca. Pero justo cuando pensaba que lo había logrado, el bebé comenzó a retorcerse de nuevo.

—Ah, claro, no podía ser tan fácil, ¿verdad? —susurró con resignación, mirando al techo como si estuviera pidiendo ayuda divina. Volvió a pasear al bebé por la habitación, con pasos suaves y rítmicos, canturreando una melodía suave que, aunque desafinada por el cansancio, parecía funcionar. Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, Jeongsna se calmó y se quedó dormido, su pequeño pecho subiendo y bajando en paz.