20- Comunicación

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4 DE AGOSTO DEL 2022:

PEDRI:

Mañana es el cumple de mi novio y será nuestro primer año de novios, estaba yendo hacía el entreno contento ya que hoy en la noche cogemos un vuelo para volar hacía París, la ciudad del amor donde pasaremos el día de mañana y volveremos pasado mañana.

Nuestra relación cada vez va a mejor y hay mucha comunicación, o eso pensaba antes de escuchar como hablaba con su nuevo compañero favorito, Lewandowski. Sé que suena como un celoso, pero lo estoy ya que últimamente pasa mucho tiempo con él y hace los ejercicios con él.

Quedamos en que haríamos pareja con otras personas, así no estar todo el día juntos, pero ahora me dolía ya que le estaba contando un deseo a él y no a mí, pensaba que estábamos en el mismo nivel en el tema de la comunicación.

- Estoy perfecto con Pedri...- escuché decir al sevillano- pero quiero cambiar la dinámica, por una vez quiero follarlo yo- me escondo para seguir la conversación.

- ¿Lo has hablado con él?- ¿por qué no me lo dice?

- No, tengo miedo de que no se lo tome a bien- note como el corazón se me rompía en mil pedazos, eso ha quedado claro que no me conoce del todo, haría todo lo que él me pidiera, pero ha preferido contárselo al polaco antes que a mí.

Los miro y veo cómo se están abrazando, pero lo que más me duele es ver lo calmado que está mi novio. Decido salir de ahí porque me falta la respiración, con lágrimas en mis mejillas ya que no me lo esperaba.

Pensando en que he hecho mal para que no me hable de esas cosas y lo hable antes con otra persona, que últimamente están pasando mucho tiempo juntos.

¿Acaso se está cansando de mí? ¿Y si le está empezando a gustar el polaco? Mi cabeza está llenándose de inseguridades y el miedo de que la persona que más amo en este mundo me abandone.

Me siento en el suelo de la ducha con las rodillas en el pecho, la respiración cada vez entrecortándose más, solo quería volver a estar bien con el menor.

GAVI:

El entreno estaba a punto de empezar y mi chico todavía no aparecía, siempre era uno de los primeros en salir, pero esta vez no ha llegado todavía y me empiezo a preocupar. El polaco se ha dado cuenta y me ha intentado tranquilizar con una de sus sonrisas, pero no es suficiente y pido al entrenador poder ir al vestuario ya que me han dicho que lo han visto.

Voy corriendo, con el corazón latiendo a mil por horas, deseando que esté perfectamente y solo sea un descuido, llego y veo su mochila en su lugar correspondiente, esto es muy raro.

- ¿Pedri?- se escucha un sollozo dentro de las duchas y voy a paso rápido, deseando que el que está llorando no sea él.

Mi corazón se rompió en mil pedazos ante la escena que presencié, estaba el canario sentado en el suelo con las rodillas pegadas en su pecho, lágrimas en su rostro y me acerco para consolarlo, no sé que lo tiene así, pero me encargaré de ayudarlo.

- Amor... cuéntame- en el momento en que mis manos se posan en sus rodillas las quita de un manotazo y se levanta, me mira con dolor en los ojos e inmediatamente mis ojos se aguaron- Pedri...- niega con la cabeza mientras las lágrimas no se detienen, me intento acercar pero se aleja, mi corazón roto en mil pedazos, no me quiere cerca.

- He escuchado tu conversación con Lewan- había dolor en su voz- entiendo que quieras cambiar la dinámica, pero no entiendo que no me lo cuentes ya que esperas que no me lo tome a bien- el mundo se me cayó encima- encima se lo has contado a Lewan, que cada vez me causa más inseguridad y miedo de que se quede el hombre al que amo, porque estás pasando mucho tiempo con él y sé que sueno como un puto celoso de mierda...- su respiración se corta y se agarra con fuerza su pecho.

El chico de la cena: un amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora