El chico de la cena: un amor prohibido

EPÍLOGO

Las dos estrellas del Barça siguieron con su vida más unidos que nunca, cuando volvieron de París, volvieron a hacer todos los ejercicios juntos y tuvieron más conexión que nunca. Estando al lado del otro durante las fuertes lesiones que tuvieron y celebrando cada logro como si hubiera sido el primero.

El canario le pidió matrimonio tres años después de París, en la ciudad que prometieron viajar juntos, Copenhague y hicieron su boda nada más y nada menos, que en el nuevo Camp Nou, con miles de personas y sus familiares, en la primera fila había una silla vacía, en memoria de Rosy, que siempre estará en nuestros corazones.

Respecto a Elisa... cuando salió de prisión nadie volvió a saber de ella, ya que se cambió el nombre y la identidad. Nunca volvió a molestar el matrimonio González- Páez.

Cuatro años más tarde de su boda, decidieron adoptar a dos gemelos y les pusieron el nombre de Rosy a la niña y Unai a su hijo.
Ahora son una familia muy unida y están en un día muy especial, se retiraron hace dos años juntos y con la afición del Barça aplaudiendo. Pero hoy tenían a mucha gente suspirando ya que sería el debut de Unai en el primer equipo, todo el mundo decía que era igual a su padre, Gavi. Ya que daba todo de él y luchaba por cada balón, en cambio su hija que jugaba en el primer equipo femenino, se parecía a su padre Pedri por la calidad y la magia dentro del campo.

Con este bonito final, damos por finalizada la historia de esta pareja, que cuando se conocieron, no esperaban llegar hasta aquí.