15- Mi mirada está puesta en ti

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GAVI:

Entro dentro de lo que era mi hogar, en el comedor estaban mi padre y Elisa. Mi corazón bombea rápido y detesto no haber llamado a Pedri para que viniera conmigo, me hacen sentar en el sillón que hay enfrente de ellos y mi madre se sienta al lado de su marido.

- Pablo... vamos a hablar seriamente- trago fuerte y mis manos juegan entre ellas en un gesto nervioso- nos hemos enterado que subes al primer equipo o tienen la intención- asiento con la cabeza- para eso tienes que tener un papel firmado por tus padres de acuerdo a eso- levanto la mirada y la miro, se que no van a firmarlo ya que me quieren arruinar la vida.

- Sé que te hemos hecho la vida difícil estos meses...- no le dejé seguir.

- ¿Difícil?- les miro con incredulidad- me la habéis hecho imposible, demostrando que ojalá no hubiera nacido y confiando más en ella...- miro con todo el odio del mundo a Elisa- antes que a vuestro propio hijo, encima que me habéis menospreciado solo por querer seguir mi sueño- mis padres agachan la cabeza como si estuvieran arrepentidos, pero no me los creo ya que es una farsa.

- Toma- mi padre me tiende un papel y me levanto del sillón para cogerlo, lo miro detalladamente y mi corazón se detiene ya que no me lo esperaba- espero que cumplas tus sueños, brilla como nosotros no lo hemos hecho- ¿quién cojones eran y que habían hecho a mis padres?- sé que es tarde para intentar conseguir tu perdón... pero queremos que nos des una segunda oportunidad- mi prima mira incrédula a mi padre.

- Exacto, también nos han pedido que firmemos unos papeles para que puedas salir de la Masía y vivir en casa...- miro a mi madre- los hemos firmado para que vivas feliz con Pedri- está situación estaba siendo surrealista- solo te pedimos una cosa...- la miré atentamente- sé feliz y brilla, que nosotros ya no nos interpondremos en tu vida, pero sí algún momento quieres hablar con nosotros, no dudes en llamarnos- mi corazón dió un vuelco, tal vez mi vida podría ir a mejor, pero mi mente pensó mejor en porque se estaban portando bien, me corrió la rabia por mis venas.

- Muchas gracias...- me levanté y cogí los papeles antes de que los pueda romper- pero os estáis comportando tan bien porque ahora seré famoso y conseguiré dinero- mis padres abren los ojos y niegan con la cabeza- no intentéis mentirme, no os funcionará- suspiran cansados.

- ¿Yo qué pinto aquí?- mis padres se giran en dirección a mi prima, enfadados y se levantan.

- Por meterte con él e intentar manipularnos a los dos-mi padre abre la palma de su mano y le da una bofetada muy fuerte en toda su cara. Hago un ruido de sorpresa y a mi prima se le corta la respiración- vuelve a acercarte a él y te reviento- Elisa se levanta enfadada, pero mi padre la empuja para que vuelva a sentarse en el sofá- no hemos terminado- se gira en mi dirección y veo esperanza en sus ojos, pero yo no puedo olvidarlo tan fácil.

- Me encantaría perdonaros, pero no puedo ya que me habéis hecho mucho daño- asienten con la cabeza- ya se verá con el tiempo y...- señalo los papeles- gracias por aceptar eso- antes de que me puedan decir algo, salgo corriendo por la puerta principal y llamo al número de Pedri con lágrimas en los ojos.

PEDRI:

Estaba en casa muy contento ya que he compartido un momento íntimo con el menor y las cosas iban a mejor entre nosotros.

Estaba mirando una película romántica pensando que los protagonistas éramos yo y él, la verdad es quien no lo pensaría con su novio... ahora que lo pienso, él y yo no estamos en una relación ya que mi carrera lo complicaría todo debido a los fans tóxicos.

Iba perdido en mis pensamientos, que no me he dado cuenta que el móvil suena por todo el comedor. Me levanto y lo cojo para ver quién es, mi corazón se detiene al ver en la pantalla su nombre, no tardo ni tres segundos en responder.

El chico de la cena: un amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora