XLIV

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El agradecimiento especial es para Rosscznr y a Nubesaurio 💐

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POV Mina

La residencia de la empresa se había convertido en mi refugio, con Sana los dias se habían vuelto menos aburridos y solitarios. Los de seguridad merodeaban por los pasillos como sombras, y cada vez que alguien entraba o salía, sentía que mi corazón se detenía por un segundo. A pesar de toda la seguridad, la ansiedad seguía royéndome por dentro. El acosador había dejado de mandar mensajes, pero su presencia invisible me ahogaba, como si el aire mismo estuviera cargado de amenazas.

Sana y yo nos las arreglábamos para llenar los días. Intentos de pijamadas, que terminaba siempre yo durmiéndome primero, charlas sin sentido, incluso nos aventuramos a cocinar juntas (con resultados un poco cuestionables). Pero en los silencios, podía ver la preocupación dibujada en su rostro, mal disimulada tras sonrisas forzadas.

Una tarde, mientras holgazaneábamos en el sofá, mi teléfono vibró. El nombre de Chaeyoung en la pantalla hizo que me emocionara.

-¡Chaeyoung! -contesté, intentando sonar más animada de lo que me sentía.

-Hey, Mina... -su voz sonaba cansada, pero cálida-. ¿Cómo va todo por allá?

-Bueno, ya sabes... Sana me está cuidando bien. ¿Qué tal tu tobillo?

Chaeyoung soltó un suspiro que sonó a frustración contenida, hace poco alguien la había empujado, durante el embarque del aeropuerto haciendo que la menor se lastimara.

-El doctor dice que voy bien, pero me siento como un mueble inútil. Y no dejo de pensar en ti, Minari.

Sentí que se me formaba un nudo en la garganta. La culpa me carcomía cada vez que pensaba en Chaeyoung sabía que eso no había sido coincidencia.

-Lo siento tanto, Chae -musité-. Si no fuera por mí...

-Ni se te ocurra terminar esa frase -me cortó en seco-. Ese lunático es el único culpable aquí. No voy a dejar que te culpes por las acciones de ese idiota.

Sus palabras ayudaban, pero el miedo y la culpa seguían ahí, enquistados en mi pecho.

-Gracias por llamar todos los días -susurré-. No sabes cuánto me ayuda oírte Chaeyoung-dije con una ligera sonrisa-

-Siempre estaré aquí para ti, amor -respondió con una ternura que me hizo esbozar una sonrisa de lado a lado-. En cuanto pueda caminar sin parecer un pato cojo y termine la gira, volaré a Nueva York.

La idea de tenerla cerca me llenó de una mezcla extraña de alivio y angustia. La quería a mi lado, pero a la vez temía que volvieran a lastimarla por mi culpa.

-Prométeme que te cuidarás, ¿si? -le pedí con voz suave.

-Lo prometo. Y tú prométeme lo mismo. Cuídate mucho, Minari

REPUTATION -MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora