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Pov.Mina

Era un movimiento torpe, lleno de nervios, pero no pude detenerme. Mis labios rozaron los suyos suavemente, y en ese instante, todo a mi alrededor desapareció.

Chaeyoung no se apartó, al contrario, correspondió al beso con una ternura que me estremeció por completo. Sus manos se aferraron a mi cintura, y yo sentí que mis propios brazos temblaban un poco mientras los llevaba a su cuello, aferrándome a ella como si fuera lo único que me mantenía a salvo.

El beso comenzó lento, suave, lleno de esa inseguridad que viene con algo nuevo, pero poco a poco se volvió más intenso. Los latidos de mi corazón resonaban en mis oídos, y una corriente de electricidad recorrió mi cuerpo entero. No quería pensar en nada más, no quería recordar ni olvidar, solo quería quedarme ahí, en ese momento, con ella.

Cuando finalmente nos separamos, solo lo suficiente para poder respirar, nuestras frentes se quedaron juntas. Sentía su aliento cálido contra mi piel, y su mirada fija en la mía, como si estuviera buscando algo más profundo, más allá de las palabras.

—Chaeyoung... —susurré, sin saber qué decir, sin poder explicar lo que estaba sintiendo.

Ella sonrió, pero sus ojos brillaban con una mezcla de sorpresa y ternura. Llevó una mano a mi mejilla, acariciándola con sus dedos de manera tan suave que me hizo temblar.

—No tienes que decir nada —respondió ella en voz baja, casi en un susurro—. No me iré a ningún lado.

Mi pecho se llenó de algo que no podía describir. Tal vez no recordaba todo lo que habíamos vivido, pero este momento, este beso, era real. Sentía algo por ella, algo profundo, aunque aún no pudiera darle un nombre. Y por primera vez en mucho tiempo, no sentí miedo de lo que estaba por venir.

El aire entre nosotras se volvió más denso, cargado de esa electricidad que todavía me hacía temblar ligeramente. Mis manos permanecían en su cuello, y sentí que no podía soltarla, como si hacerlo me hiciera perder todo. Mi corazón seguía latiendo a mil por hora, y mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder, Chaeyoung me miraba con una expresión suave, cálida, y llena de comprensión.

—¿Todo bien? —me preguntó en voz baja, como si no quisiera romper el momento que nos envolvía.

Asentí lentamente, aunque por dentro estaba hecha un caos. Una parte de mí estaba desesperada por recordar más. Pero otra parte solo quería quedarse en este momento, sin complicaciones ni preguntas, disfrutando de lo que sentía cuando estaba cerca de ella.

—No sé... —comencé a decir, titubeando—. No sé cómo debería sentirme... pero cuando estoy contigo, siento y pienso muchas cosas que me hacen sentir… rara.

Chaeyoung me sonrió con una ternura que me desarmó. Su mano seguía en mi mejilla, acariciándome, como si intentara calmar mis pensamientos con ese simple toque.

—No tienes que tener todas las respuestas ahora—me dijo, acercándose un poco más—. Lo que importa es que estamos aquí. Y lo demás... lo demás llegará a su tiempo.

Sus palabras eran reconfortantes, pero a la vez me llenaban de más preguntas. Me quedé en silencio, dejando que esa sensación de seguridad que ella me daba me envolviera por completo. Cerré los ojos, apoyando mi frente en su hombro, buscando su cercanía.

El recuerdo de la noche anterior seguía presente en mi mente, las pesadillas que habían invadido mi sueño, y cómo ella había estado ahí para consolarme sin dudarlo. Aunque no entendía completamente lo que estaba sucediendo entre nosotras, una cosa era clara: Chaeyoung era alguien en quien confiaba, alguien que me hacía sentir a salvo en medio del caos.

REPUTATION -MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora