XL

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Pov

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Pov. Mina

El vuelo de vuelta a Nueva York se me hizo eterno. Apenas hacía unas horas que había dejado a Chaeyoung en el aeropuerto para seguir con su gira. Todavía llevaba su olor en la ropa y su sonrisa grabada en la memoria, pero ya sentía un vacío en el pecho.

Estaba en la sala de espera con el café a medias y los auriculares puestos cuando me vibró el celular. Un mensaje de Sana:

"¿Qué tal el evento? Seguro que aprovechaste para ver a tu chica ;)"

Sonreí con una mezcla de nostalgia y felicidad. No sabía cuándo volvería a verla, pero me reconfortaba saber que, al menos por ahora, habíamos dado un paso importante.

Por fin llamaron a los pasajeros para abordar y me puse en la fila. Cinco horas de vuelo no eran nada comparado con la emoción de haber pasado esos días con Chaeyoung. Me acomodé junto a la ventanilla, lista para dormir un poco.

Pero pronto noté algo extraño. Un chico de unos 20 años con gorra negra y gafas de sol se sentó a mi lado. Al principio no me molestó, pero su actitud me puso alerta. No paraba de mirarme de reojo, moviéndose nervioso en el asiento.

Intenté ignorarlo centrándome en la pista por la ventana, pero notaba sus ojos clavados en mí y se me ponía la piel de gallina. Me puse los audífonos y subí el volumen de la música para evitar que me hablara.

El avión despegó sin problemas y traté de concentrarme en la película que había elegido, aunque no podía evitar notar que seguía observándome. Al final me armé de valor y me giré hacia él.

—¿Necesitas algo? —pregunté con tono neutral, intentando sonar más amable de lo que me sentía.

Sonrió nervioso, lo que me incomodó aún más.

—No, solo... eres Mina, ¿verdad? —dijo bajando la voz como si compartiéramos un secreto.

Me tensé. Era normal que me reconocieran a veces, pero había algo inquietante en su tono.

—Sí, soy yo —respondí brevemente, esperando terminar la conversación.

Pero no funcionó.

—Ya sabía que eras tú —siguió, inclinándose hacia mí—. Te sigo desde el principio, y no solo como streamer... Sé mucho de ti. Tus gustos, tu rutina, todo.

Se me hizo un nudo en el estómago. No era la primera vez que me cruzaba con un fan intenso, pero esto se sentía diferente, más personal, más... invasivo.

—Gracias por tu apoyo —dije con una sonrisa forzada, intentando disimular mi incomodidad—. Espero que te guste el contenido.

Volví a centrarme en la pantalla, pero él no se calló.

—He visto todas tus transmisiones. Sé cuándo cambiaste de horario porque no querías que ciertas personas supieran dónde estabas. También sé que has estado en Las Vegas... con alguien especial, ¿no?

REPUTATION -MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora