Con todo el mundo mirándolas, cada uno de sus movimientos es juzgado.
En este mundo donde todos están pendientes, trataban de no meterse en líos, sabiendo que lo que hacian definia lo que piensan de ellas.
Desde las luces de la fama hasta la atenci...
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Pov.Mina
Salimos de mi habitación y nos dirigimos a la cocina, donde encontramos a Sana y Jihyo hablando en voz baja. Sana nos vio entrar y le hizo una seña a Jihyo.
—¿Durmieron bien? —pregunté, sintiendo a la menor ponerse detrás de mí.
—Muy bien —respondió Jihyo, elevando las cejas en tono de broma, lo que provocó risas entre Sana y ella. Sentí cómo mi rostro se enrojecía. Caminé hacia la isla de la mesa, junto a la menor.
—Preparamos el desayuno ya que andaban un poco ocupadas —bromeó de nuevo Sana mientras nos sentábamos.
—¿Por qué estás usando esa polera, Chaeyoung? —preguntó Jihyo con curiosidad.
—Tú no usas cuellos de tortuga, Myoi —añadió Sana, haciendo que mis orejas se pusieran rojas de vergüenza.
Miré a la menor, que parecía a punto de decir algo, pero solo se limitó a tomar un bocado de su desayuno.
Después de varias bromas de las mayores, por fin terminamos de comer.
Quedamos en ir a dejar a Chaeyoung y a Jihyo a su departamento por la tarde, ya que la coreana menor lo pidió. Lavamos los trastes y demás, decidimos salir a pasear.
Sana mencionó algo sobre una pista de patinaje que habían abierto hace unos días en una zona no tan concurrida, así que decidimos ir allí.
Fuimos a cambiarnos con ropa más adecuada para el lugar. Sana le propuso prestarle algunas prendas a Jihyo, a lo que ella aceptó, mientras que Chaeyoung y yo regresamos a la habitación. Buscamos en el armario algo que le quedara a la menor.
Terminé por prestarle un pantalón recto negro junto con una chaqueta abrigadora.
Yo opté por un pantalón negro que se ajustaba a mi cuerpo junto con una chaqueta acolchada en color beige.
Fui al baño a cambiarme, mientras Chaeyoung se quedó en la habitación. Pasaron varios minutos y salí del baño.
La menor ya estaba cambiada, mirando su teléfono. La chaqueta le quedaba un poco grande.
