El estandarte de Iskandar ondeaba sobre el asentamiento enemigo; habían logrado conquistar la frontera.
El ejército contrario había estado desprevenido sobre un ataque; tenían al príncipe, quien comandaba las tropas. ¿Por qué temer? Ellos confiaron en un prisionero para contener a las tropas que este dirigía.
Un terrible error, cuando el príncipe se encontró con su ejército, la única orden que dio era atacar.
Habían salido de su posición estratégica y rápidamente las tropas se dirigieron hacia el campamento enemigo. Si bien estos estaban desprevenidos, al final eran soldados entrenados para batalla.
La batalla fue feroz, el filo de las espadas rompiendo el delicado viento, el sonido de metales chocando. Las vidas de los soldados apagándose de ambos bandos.
Taehyung encabezó la lucha, blandiendo su espada con fervor y ferocidad. Las cabezas rodaron en su camino y su armadura estaba llena de cortes y sangre.
Las gotas caían a sus pies, quienes lo veían sabían que era la definición de un guerreo.
Con el ceño fruncido y un leve corte en la mejilla, con cortes de cabezas y ríos de sangre detrás de él. Ese día se hablaría de cómo el príncipe heredero fue voraz en la batalla, no perdonando las vidas de los enemigos que causaban bajas en sus tropas.
Había sido la batalla más difícil que las tropas del príncipe habían enfrentado, eran unos enemigos difíciles de vencer y si lo pudieron hacer fue por la estrategia del príncipe.
Su ventaja fue el elemento sorpresa y la muerte del general.
— ¡Ríndanse y les ofrezco una muerte piadosa! —Taehyung gritó y los soldados enemigos aceptaron la oferta.
Los pocos que aún quedaban sabían que morir en batalla era honorable; sin embargo, cuando tu ejército era diezmado en tu propia base, hacía que la moral estuviera muy mal.
Todos sabían que perder la batalla significaba perder la vida. Si los soldados regresaban a casa con una derrota tan grande como lo era la frontera, era más que claro que morirían.
Rindiéndose tenían una muerte piadosa; una muerte rápida era un regalo. Si regresaban a su hogar, serían torturados hasta que suplicaran la muerte y esta no sería concedida hasta que pudieran limpiar su honor.
Morir en batalla a pesar de ser derrotado era un honor; dar la vida por tu patria era una muerte honorable.
Cuando dieron una muerte digna y notable a sus enemigos, Taehyung podía descansar. Sabía que el enemigo no enviaría refuerzos, no cuando habían perdido, así como también cuando estaban poniendo un voto de un intento de paz al entregarles a sus guerreros caídos.
Taehyung sabía que con esta victoria, cuando las noticias llegaran hasta la ciudad imperial, solo era cuestión de tiempo para que las tropas que custodiarían la frontera marcharan.
Cuando esto sucediera, él junto con todas sus tropas marcharían de regreso a casa; esto era lo que le emocionaba. Poder conocer a su prometido, así como hacer que Namjoon se alejara de este.
Namjoon sin duda sería un problema y estaba consciente de ello, pero no podía hacer nada. A pesar de la carta de Jungkook alertándolo este, no mencionó de dónde obtuvo la información y la verdad, si implicar a Namjoon era hacerlo con el doncel, no quería hacerlo.
Namjoon era listo y dado que el plan no funcionó, era más que claro que cubriría sus huellas, pero no estaba consciente de que él sabía sobre esto.
Si mantenía todo en la oscuridad, podía esperar a que cometiera un error para que tuviera el castigo adecuado por sus transgresiones. Claro que no estaba de más señalar que con ello se alejaría por completo de Jungkook.
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Crystal Hierarchy (Taekook)
Fiksi PenggemarLas estrellas han dictaminado su voluntad. Cabellos oscuros como el manto de negrura que nos indica que la hora de las estrellas está llegando. Sus ojos que reflejan galaxias y desarmarían ejércitos solo con la oscuridad en ellos que portan los mist...