Crystal Hierarchy (Taekook)

XI

Jungkook tenía la mirada baja observando cualquier cosa que estuviera a la altura de sus pies. Quería moverse, pero su cuerpo estaba prácticamente anclado a su lugar sin posibilidad de movimiento.

— ¿Qué tienes que decir en tu defensa? —Jungkook movió uno de sus pies casi imperceptiblemente, pero Taehyung lo noto.

—Inocencia —alego en un murmullo.

El príncipe que lo había estado buscando y había llegado a la residencia Jeon en donde el doncel no se encontraba, pero eso no lo detuvo y decidió seguirlo.

Lo encontró intimidando a unos pobres carniceros, lo había visto siendo tan arrogante y en su totalidad siendo tan diferente a lo que había conocido. Debe aceptar que se había sentido engañado y un poco traicionado, incluso más que cuando se enteró de que había tenido una relación con Namjoon.

— ¿Cómo puede ser inocencia si te vi amenazándolos? —el doncel siguió mirando hacia abajo y en un murmullo dijo las palabras que causaron una reacción que en verdad no la hubiera esperado.

—Ellos lo tocaron, se lo merecían —ante lo dicho, Taehyung perdió la paciencia.

— ¿Se lo merecían? ¿Por tocar a otro de tus amantes? —ante lo dicho Jungkook no pensó demasiado en sus acciones.

Levantó la vista y cuando menos lo sintió, su palma impactó en la mejilla de Taehyung. Fue una bofetada sonora que incluso logró hacer que el príncipe girara su cara.

Jungkook sentía el ardor en su mano, pero también noto como la mejilla de su prometido se tornaba roja y la silueta de su mano se iniciaba a marcar.

—Y-yo —antes de que Jungkook pudiera hilar, aunque sea una excusa creíble, el príncipe lo tomó de los hombros y cuando sintió el ardor que explotó en su espalda, supo que había cruzado un límite.

El príncipe lo había prácticamente empujado hacia una de las paredes y teniendo en cuenta que alrededor no había personas, el príncipe podía matarlo fácilmente ahora que Min Sik y Chunga estaban llevando a su nuevo hermano a la posada.

—Si tanto deseas a un hombre, puedes tenerme, Jungkook, soy tu prometido, puedo darte todo lo que quieres y mucho más de lo que cualquier otro hombre pueda darte —antes de que el doncel pudiera responder, Taehyung lo besó.

Fue sorpréndete sentir los labios del príncipe sobre los propios, pero fue más sorprendente el cómo besaba. Era duro, posesivo y bastante electrizante.

Jungkook conocía los besos suaves, tiernos y aquellos llenos de lujuria, pero este tipo de besos eran completamente desconocidos, así como también el escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.

Era una reacción que desconocía por completo y fue en cierta manera agradable, los labios de Taehyung se movían rudamente sobre los de él que apenas y los movía, en un momento el príncipe se cansó de no ser correspondido.

Terminó de acercarse al doncel, sus cuerpos estaban pegados, tocándose y fue cuando tomó las caderas del doncel dándole un apretón no lo suficiente para poder lastimarlo, pero sí para que este jadeara.

Jungkook abrió la boca ante el jadeo y Taehyung aprovechó para ingresar su lengua. Cuando Taehyung sintió que el beso no era correspondido, por ello lo dejó.

Cuando observó a Jungkook notó la mejor versión que hasta ahora había visto: tenía las mejillas sonrosadas y los labios más rojos de lo normal, además de brillosos.

—Él no es mi amante, no tengo otro hombre que no seas tú. Puedes hacer conmigo lo que quieras, seré lo que deseas —Jungkook le dijo antes de volver a besarlo.