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El gato comenzó a despertar al escuchar sollozos, al ver el origen encontró a Jirou sentada en la camilla mientras se abrazaba a sí misma.

– Jirou – Se levanto con cuidado, su pequeño cuerpo dolía, se acercó hasta su amiga y puso su pata contra ella llamando su atención.

– Gato... – Lo agarro con cuidado y lo coloco en su regazo, se limpió las lágrimas y acaricio con cuidado – No me han dicho nada de mi mamá... Aun no la encuentran.

– Entonces aún existe la posibilidad de que regrese – Se acurruco contra Jirou, intentaba ayudarla a controlar sus emociones.

Jirou asintió, su respiración se estaba volviendo más regular mientras acariciaba al gato, no podía dejar de pensar en él, solo quería salir e ir a buscarlo. Pero si su madre regresaba y no la encontraba podría asustarse.

Necesitaba hablar con ella, quería compartir todos esos horribles pensamientos que tenía, y de su deseo de volverlos realidad.

– Puedes... hablar conmigo, si quieres – Movió su cabeza hacia la mano de Jirou, podía sentir como ella se tranquilizaba cada vez más, pero algo dentro de él le decía que había más.

– No hay nada.

– Bien – Se quedo en silencio unos segundos, y aunque quisiera dejar todo atrás y hacerle caso a Jirou, no podría dejarla ahogarse en su mente – No llevamos mucho tiempo conociéndonos, pero, puedes confiar en mí. Tú eres mi amiga.

Jirou cerró los ojos, debatiendo entre si debía decirle o simplemente dejarlo, el gato podría juzgarla o tal vez aceptaría esos pensamientos.

– Quiero matar a ese tipo, al que mato a mi padre. Deseo tanto hacerlo, pero se supone que estoy estudiando para ser un héroe... – Decio hablar, tener esas ideas dentro de ella era demasiado pesado, si podía decirlo su carga disminuirá al menos un poco.

– Son... pensamientos normales, yo no sé mucho de esos sentimientos, pero, si estuviera en tu lugar, no podría dejar de pensar en formas distintas de matarlo – Se levanto del regazo de Jirou y saco sus garras mientras golpeaba el aire.

El ambiente en la habitación estaba cambiando, Jirou no entendía como, pero se sentía un poco más tranquila.

– Aunque, aun es muy peligroso para ti ir. Ese tipo, es demasiado fuerte.

– Lo sé.

Ambos se quedaron en un silencio un poco incómodo, el gato miro a Jirou y le dio un golpe en la mejilla lo que hizo que ella se le quedara viendo sin entender sus acciones.

– Perdón – Volvió a su lugar recostándose en el regazo de Jirou.

– Nunca te pregunte como te llamas, gato – Jirou comenzó a acariciarlo nuevamente, aun no entendía nada de él, solo sabía que tenía los comportamientos más parecidos a un gato debido a su forma.

El gato la miro debido a la pregunta, no recordaba mucho de su vida así que era extraño pensar en un nombre para él, solo había fragmentos de las palabras de aquella anciana cuando hablaba.

– La anciana me decía Kumo, así que creo que ese es mi nombre, no sé mucho en realidad – Sentía las manos de Jirou acariciar su cuerpo, lo que hizo que comenzara a ronronear.

– Entonces será Kumo – Levanto la cabeza cuando escucho como tocaban la puerta, y poco después entraba una enfermera.

– Me alegro de que siga despierta – Tenia una bandeja de comida en las manos, junto a una carta.

Kumo se movió a un lado y para que dejaran la bandeja de comida, se acercó de inmediato y comenzó a comer, la enfermera se apresuró y lo levantó para alejarlo de la comida.

– Esta bien, déjelo comer – Jirou agarro al gato y lo regreso a su posición inicial, regreso a ver a la enfermera – Mi mamá, ¿ya apareció?

– Lo lamento, desde hace 2 días que no hay nada, solo acaba de llegar esta carta, es de la UA.

Jirou comenzó a deprimirse de nuevo, agarro la carta de las manos de la enfermera y la vio irse. Miraba fijamente la carta, tratando de adivinar que podría ser, no tenía energías ni el ánimo de ir.

– Ábrela – El gato estaba parado sobre sus patas mientras se agarraba del brazo de Jirou para no caerse.

Comenzó a abrir la carta después de las palabras de Kumo, era un poco extensa. Suspiro y agarro algo de comida mientras la llevaba a su boca, necesitaba algo de energía para comenzar a leerla.

Termino de leer la carta mientras comía junto al gato quien esperaba un resumen, la dejo a un lado y suspiro.

– ¿Que decía?

– Me darán 1 mes para descansar, el maestro Aizawa informo de mi situación. Después de ese mes tengo la oportunidad de pedir más tiempo de descanso – Jirou dejo la carta y se acostó en la cama, llevo sus manos a su rostro para poder pensar.

Ya habían pasado demasiadas cosas para una semana, y demasiado dolor para un día, agradeció internamente a Kumo por haberla ayudado.

Otra vez comenzaba a sentirse ansiosa, pero ahora no tenía que ver con la situación de su familia, si no con donde estaría.

Había perdido su hogar, se quedó con nada, todas sus cosas y todos sus recuerdos.

Estaría en la calle o en algún refugió, no quería estar en manos de alguien que pudiera descubrir todo lo que estaba sucediendo.

– Jirou, creo que la anciana puede dejarnos quedarnos con ella – Kumo estaba de pie en el pecho de ella, era fácil para el recordar que no tenían un lugar donde regresar.

– No quiero molestar, apenas la conozco.

– Yo la conozco... tal vez, no recuerdo. Se que nos dejaría quedarnos al menos un tiempo.

Jirou quito sus manos de su rostro y vio al gato, entrecerró los ojos recordando algunas cosas.

– La memoria – Agarro al gato y comenzó a buscar por su cuerpo, se detuvo cuando la encontró entre el pelaje del gato.

– La escondí después de la explosión – Jirou asintió y volvió a dejar la memoria en su lugar, dejo al gato otra vez en la bandeja.

Jirou miro sus muñecas, apunto hacia una botella, trato de recrear la sensación de todas esas veces. Su telaraña salió y se agarró a la botella, la atrajo hacia ella, sintió un poco de molestia en ese momento, no había podido sacar una telaraña, pero ahora sí.

– Oye, ¿cuánto tiempo llevamos en este sitio? – La voz de Kumo saco a Jirou de cualquier pensamiento.

– 2 días.

Kumo miraba a Jirou, recordando a ese tipo, al villano que destruyo el hogar de su amiga, sus pensamientos se regresaron a cuando vieron al bombardero por primera vez, como él sabía que en ese edificio podría dañar a Jirou.

No entendía como era posible que supiera tanto sobre Jirou.

– Es extraño, él te conocía tan bien, ¿cómo es eso posible? – Kumo se movía por la cama pensando, no es posible que los hubiera seguido. Kumo se estaba poniendo ansioso mientras caminaba.

– ¿Crees que él podría tener a mi madre? – Sonaba preocupada, llevo su mano a su cabeza pensando, no sería raro pensarlo, ese tipo la quería tener controlada como a un juguete.

– Mejor vamos con la anciana, la memoria podría tener información de donde podría estar – Kumo salto de la cama, le dolieron un poco sus patas por haber saltado, busco por la habitación tratando de buscar la ropa normal de Jirou.

Jirou se comenzó a molestar, ese tipo la tenía en su juego, iba a tener que jugarlo si quería saber algo más de su quirk, y tal vez saber algo de Kumo.

Y, sobre todo, quería atraparlo. 

La nueva vigilante(BNHAxSpider-man)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora