Shannon — capitulo 7
La puerta de mi cuarto se abre de par en par y yo pego un brinco del susto.
—¡Adivina a dónde te voy a llevar hoy! —Grita Luz al entrar.
Cierro el cuaderno y lo guardo en el cajón del escritorio.
Le doy vuelta a la silla y la miro. No me gusta tener que adivinar, porque no me gusta equivocarme.
—Mmm... —Hago como que estoy pensando—. ¿No lo sé...?
Ella rueda los ojos. Me conoce.
—Pues, como la última vez que fuimos a una cafetería estábamos con los gemelos y no era un muy buen lugar para nosotras... —Redoble de tambores—. Hoy voy a llevarte a tu café favorito.
Los ojos se me iluminan —al menos eso es lo que creo—.
—¿Sin niños?
—Sin niños —Afirma ella—. Creeme fue difícil convencerlos de que se quedarán. Me costará un bote de helado grande para Kain y una bolsa de 10 paletas de hielo para Kally.
Sonrío.
Aunque amo a esas dos pulguitas, a veces está bien darse un descanso. Sobretodo porque sus ojos azules encandilan como no tienen una idea.
—Bien, acepto la invitación. —Digo después de levantarme de mi silla.
Luz mira por un segundo el cajón del escritorio, no, un microsegundo, pero no me pasa desapercibida la curiosidad que desprende su mira.
Definitivamente tendré que esconderlo en otro lado.
—¡Pues vámonos!
(Tres años atrás)
—Quiero comprar algo en la cafetería, ¿me acompañas? —Dice Luz tomando mi brazo para que deje de caminar.
—Si, yo quiero un café... —Digo en voz baja.
Caminamos de la mano a la pequeña cafetería frente a la escuela. Aunque es hora de salida, me sorprende que no haya muchos niños ahora mismo.
Al llegar a mostrador me pongo nerviosa por la mirada impaciente del hombre que nos atiende porque Luz piensa mucho lo que quiere. Entonces hablo por las dos sin pensarlo.
—Ah, dos cafés, por favor...
—No —Dice Luz tan rápido como terminó de hablar—, solo uno. A mí dame un batido de fresa.
La miro apenada y le pido disculpas mentalmente.
¿Por qué he hecho eso?
Al salir de el lugar la miro tomarse con emoción su batido,
—¿No ibas a comprar un café? —Le pregunto.
—No me gusta. —Dice y le da otro sorbo a su batido.
Me detengo en seco y ella se detiene después, cuando ve que me he quedado atrás.
—¿Qué pasa?
—¡¿No te gusta el café?! —Digo con exasperación.
Ella niega con la cabeza y me mira, confundida por mi reacción.
—¡Yo amo el café! —Digo— Es mi bebida favorita de todos los tiempos. No sabía que a ti no te gustaba.
—Yo tampoco sabía que tú lo amas —Me dice—. Ahora lo sé.
Normalmente me diría algo como que se convertirá en su bebida favorita también, pero creo que ya es mucho pedir.
—Lo siento, no puedo prometerte que me gustará —Dice ella como si me hubiera leído la mente—. Me da taquicardia.
—Ah..., vale. —Digo. Tampoco lo sabía.
—Pero tu si que puedes tomar de mi batido. —Me dice entusiasmada y me acerca el vaso.
Sonrío y bebo un pequeño sorbo del batido.
[...]
Ese día fue el primero de muchos más en el que sentí la necesidad de saber todo de Luz.
Miro a Luz tomar su frappé de oreo.
—Si no tuvieras esas taquicardias, ¿probarías el café? —Le pregunto.
Le doy un sorbo a mi café que casi escupo por lo que dice Luz:
—No.
Genial. Un no a secas.
Ruedo los ojos y sonrió. Ella también lo hace.
Mira algo detrás de mi y al girarme me encuentro con un cartel que dice en letras grandes: Se necesita empleado/a para el puesto de mesera.
—¡Mira! —Dice señalando el cartel que está claro que ya ví.
—¿Qué pasa con eso? —Le pregunto.
—¿Que qué pasa? ¡Ve a pedir el puesto! —Dice emocionada.
—¿Qué? Claro que no.
—Venga vamos, es tu cafe favorito y de cualquier forma tenemos que conseguir un trabajo.
—¿Y por qué yo? Ya bien puedes pedirlo tú.
—Dah, pues porque odio el café, tonta. —Me dice ella obvia.
—Pero...
—Vamos. —Me anima ella.
Pienso en la Universidad y que necesitaré dinero para pagar mis gastos —si es que me admitieron, claro—. Y en qué mamá no va a cuidarme eternamente.
Este el el primer paso. El primer paso hacia algo.
Entonces me levanto de la silla y camino hacia el mostrador con Luz dándome animos de fondo.
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Luciérnaga
Historia Corta«Una persona normal no sabe cuando morirá, porque el tiempo pasa demasiado rápido. Sientes que puedes hacer lo que sea. Sientes que te queda demasiado. Pero yo era diferente. Yo sabía que iba a morir.» Shannon piensa en el tiempo como un astro. Par...