Luz — Capitulo 11
Después del accidente, me di cuenta de una sola cosa. Algo que pondría mi mundo de cabeza fácilmente.
El mundo no era igual de bueno sin Shannon.
En la ausencia de Shannon, me quede muchísimo tiempo sola.
Me pasaba el día en su cuarto acostada en su cama. Solo pensando en una pregunta a la cual no sabía cómo darle una respuesta.¿En qué momento Shannon se convirtió en el centro de mi mundo?
No me dí cuenta antes porque no había tenido tiempo ni siquiera de pensarlo, pero ella ya es parte de mi vida. La necesito tanto como necesito mi corazón o mis pulmones. Sin ella dejo de funcionar.
Cuando me miró al espejo casi pienso que soy como Shanny hace varios años. Me veo como alguien cansado y sin deseos de vivir.
Cuando era más pequeña, pensaba que no estaba hecha para que la gente me quisiera. Mamá siempre lloraba a escondidas en su cuarto, pero las paredes son tan delgadas que podía escucharla con claridad. Y casi nunca estaba en casa. Empezó a cambiar desde el día en que murió papá.
En ese tiempo yo aún no lo entendía, me preguntaba porqué tenía que trabajar horas extra todos los días. Yo quería pasar tiempo con ella, pero pensaba que ella no quería lo mismo.
Mamá siempre tenía la cabeza en otro lado. Sé la pasaba toda la cena mirando su plato, como si el resto del mundo no importara. Cómo si no notará que yo quería hablar con ella sobre mis calificaciones o alguna cosa que me sucediera.Tenía que cuidar de los gemelos todos los días, siempre llegaba tarde a clases por hacer el intento de darles de desayunar. Pero no quería que ellos tuvieran un revoltijo de emociones atoradas en la garganta. Sobretodo desde que Kain, a sus tres años, me llamo mamá. Supe que debía hacer algo.
Mi vida era más o menos buena en ese tiempo. Hasta que llegó Shannon.
No tenía intenciones de ser su amiga, pero al verla en mi mismo estado, pensé que quizá tendríamos más en común que solo el hecho de no tener amigos.
Pasando los días descubrí el como veía el mundo ella, pero de todas formas me dolía cuando se negaba a admitir que eramos amigas.
Me esforcé tanto por formar un lazo de amistad que ahora no sé cómo vivir sin ella.
Pero, aún con ese pensamiento, no me he atrevido a pisar el hospital en este último mes.
Desde que ella está inconsciente.
Alguien toca la puerta del cuarto antes de abrirla. Miro hacia allá y me topo con Gigi, la madre de Shanny.
—Hola, cariño... —Dice ella y comienza a hablar lentamente, como si tuviera miedo de que algo de lo que está apunto de decir pueda lastimarme—. Está mañana me han dado las cosas que tenía en el momento del accidente...
Trago saliva.
—Pense que quizás querrías guardarlas.
Asiento y ella me pasa una bolsa algo pesada.
Sale con cautela del cuarto y cierra la puerta.
Observo la bolsa cerrada con miedo. Inhalo y exhaló repetidas veces para intentar calmar mis nervios, pero eso no funciona. Nunca me ha funcionado.
Entonces rompo la bolsa de plástico y saco las cosas una a una.
Me encuentro con su celular. Cuando aprieto el botón de encender me sorprendo al ver que aún tiene batería. Pero me sobresalto aún más cuando veo que tiene una foto de nosotras. Estamos en la cafetería, antes de que yo la convenciera de pedir el trabajo. Yo le sonrió a la camara con todos los dientes, incluso se me hacen chiquitos lo ojos. Pero ella... está mirándome a mi con un brillo en los ojos que jamás había percibido. Y entonces caigo en cuenta de que está es la foto que ella no quiso pasarme después de que la tomo.
«—He salido mal. —Dijo.»
Aprieto el teléfono contra mi pecho y respiro lentamente.
Ignoro que el corazón me late a mil por hora y continuo sacando las cosas.
La libreta de notas del café, unos audífonos, su cargador y una libreta color verde.
Estoy por volver a guardar todo en la bolsa cuando algo escrito en la portada llama mi atención.
Y si antes el corazón me iba a mil, ahora me iba muchísimo más rápido. Porque el título de la libreta no era algo que pudiera dejar pasar.
Estaba escrito en grande y en letra cursiva. Su forma tan característica de llamarme y que usaba cuando estaba mal o las ansias de volver a preguntarme lo mismo de siempre le ganaban.
«Luciernaga.»
Sin pensarlo más abro el cuaderno.
Y me encuentro con toda nuestra vida juntas escrita entre esas páginas.
«Luz era notablemente más alta que yo.»
«Me sonríe de esa forma en la que se le ilumina el rostro.»
«Sus ojos son mucho más brillantes de cerca.»
«Es de esas personas que han pasado por tanto, pero que le sonríen al mundo de todas formas.»Las primeras lágrimas resbalan por mis mejillas y me vuelvo conciente de el tiempo que llevo leyendo.
¿Qué es todo esto?
Releo las últimas palabras escritas en la libreta.
—Y ahora mismo tengo tanto miedo de perderte. —Digo en voz alta.
Cierro la libreta y la abrazo contra mi pecho.
¿Has escrito todo esto para mí?
¿Solo por qué tenías miedo?
Me seco las lágrimas con la palma de la mano sin importar si arruinó mi maquillaje.
Me levanto de la cama y abro el cajón del escritorio de Shanny. Tomo una pluma y me siento frente al escritorio. Abro la libreta en la hoja posterior a la última en la que ella escribió.
Respiro profundo.
Entonces comienzo a escribir mi versión de lo sucedido. Mi versión de lo que pienso de ella.
🌿
No sé cuánto tiempo paso escribiendo y releyendo todo para saber si Iguala lo que escribió ella. Aunque estoy segura de que no es así.
Suspiro. Cierro la libreta y la guardo en el cajón del escritorio.
Me recargo en el respaldo de la silla y miro la hora. Ya son las ocho de la noche.
Debería irme a casa ya. Aunque mamá ya debe de haber llegado.
Escucho pasos muy fuertes y de repente la puerta se abre de par en par.
Veo a Gigi parada frente a la puerta con lágrimas en los ojos e intentando recuperar el aliento.
—Es... —Intenta decir.
Tose por el esfuerzo. Sé palpa los bolsillos de los pantalones y saca su inhalador.
Cuando se recupera del todo me dice las únicas palabras que me harían salir de este cuarto.
—Ha despertado.

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Luciérnaga
Cerita Pendek«Una persona normal no sabe cuando morirá, porque el tiempo pasa demasiado rápido. Sientes que puedes hacer lo que sea. Sientes que te queda demasiado. Pero yo era diferente. Yo sabía que iba a morir.» Shannon piensa en el tiempo como un astro. Par...