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Rubén aterrizó en España después de un largo vuelo. Al llegar al aeropuerto, se sintió aliviado de estar finalmente en tierra firme. Tras pasar por los controles de seguridad y recoger su equipaje, se dirigió al hotel que había reservado. El sol estaba ya en el horizonte cuando finalmente se registró, agradecido por poder descansar después del viaje.

Después de dejar sus maletas en la habitación, decidió que lo mejor era relajarse un poco. Sacó su teléfono para avisar a sus amigos de que había llegado. El grupo de WhatsApp explotó casi de inmediato con mensajes de todos.

Fargan: "¡Ya llegó el subnormal a España!"

Alexby: "Mañana todos en la casa de Vegetta, ¿no?"

Willy: "Sí, que no se duerma el boomer."

Rubén no pudo evitar reírse. Sus amigos no habían cambiado nada, y eso le alegraba. Respondió rápidamente.

Rubén: "Dejadme primero registrarme en el hotel, cabrones."

Mientras se acomodaba en la cama, recibió un mensaje privado de Vegeta.

Vegeta: "¿Te apetece ir a desayunar mañana?"

Rubén sonrió. Siempre había tenido una conexión especial con Vegeta, y la idea de empezar el día juntos sonaba bien.

Rubén: "Claro, me parece perfecto."

Vegeta: "Genial, te veo temprano, a las 10 en el café cerca de la plaza."

Después de confirmar el plan, Rubén se dejó caer en la cama, sintiendo la comodidad del colchón. Mañana sería un buen día, estaba seguro de ello. Con esa sensación de satisfacción, cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño, esperando con ansias el reencuentro con sus amigos, y especialmente, con Vegeta.

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Vegeta se había enterado unos días antes de que Rubén llegaría a España, y desde entonces, no podía quitarse de la cabeza la idea de verlo. A pesar de las bromas y los mensajes en el grupo de amigos, donde todos se preparaban para reencontrarse con él, Vegeta quería ser el primero en hacerlo. No lo admitiría fácilmente, pero había algo en ese pequeño "tontito" que lo hacía sentir una mezcla de emoción y nerviosismo.

Mientras sus amigos llenaban el chat de bromas, llamando a Rubén de todo menos su nombre, Vegeta se quedó un momento en silencio, pensando en lo mucho que había extrañado a Rubén. Sabía que el reencuentro sería divertido con el grupo completo, pero había algo especial en la idea de ver a Rubén a solas, antes que los demás.

Por eso, decidió enviarle un mensaje privado. Quería asegurarse de que, al menos por una mañana, Rubén sería solo suyo, sin las risas y las interrupciones de los demás.

Vegeta: "¿Te apetece ir a desayunar mañana?"

Esperó unos segundos que le parecieron eternos, hasta que finalmente vio aparecer la respuesta en su pantalla.

Rubén: "Claro, me parece perfecto."

Vegeta sonrió, satisfecho. A pesar de todas las bromas, de todos los planes con los demás, al final, él sería el primero en ver a Rubén. Y eso, de alguna manera, le hacía sentir una calidez en el pecho que no podía explicar del todo. Mañana, pensó, sería un buen día.

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hola esta es mi nueva historia espero que les guste mucho ya se que tengo dos incompletas pero si no plasmo esta historia en texto se me olvida y no la hago nunca jajaja espero que lo entienda va ser corta pero se va a actualizar rápido. 

Encerrado en tu corazón (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora