La situación en la cocina se tornaba crítica. El refrigerador estaba prácticamente vacío, y la única opción para el desayuno había sido un simple plato de cereal. Ambos esperaban con ansias la llegada de los cubrebocas para poder salir y abastecerse en el supermercado.
Rubén: "¿Todavía no llegan los cubrebocas?"
Vegeta: "No, todavía no... pero ya deberían estar al llegar."
Rubén: "Vegetita, yo digo que probemos el servicio de entregas con el robot. No perdemos nada."
Vegeta suspiró, mirando la app en su teléfono. No era lo que él tenía en mente, pero Rubén tenía razón, y la situación no daba para mucho más.
Vegeta: "Bueno, vamos a intentarlo. Quería comprar verduras y frutas frescas."
Rubén: "Está bien, tú compra tus verduras, que yo voy a hacer mi propia despensa."
Cuando finalmente llegaron las compras, la diferencia entre ambas listas era abismal. Las bolsas de Vegeta estaban llenas de productos saludables: espaguetis integrales, verduras frescas, tomates, papas. Mientras que las de Rubén parecían la despensa de un niño pequeño: cajas de cereal, leche, varias bolsitas de un polvo que usaba para hacer batidos, y plátanos.
Vegeta (mirando con una ceja levantada): "Parece la compra de un estudiante de secundaria."
Rubén sonrió traviesamente, disfrutando de la oportunidad de molestar a Vegeta un poco.
Rubén (burlón): "¿Vas a acusarme con mi mamá por mis compras?" —Dijo mientras se acercaba mucho, inclinándose sobre Vegeta para molestarlo.
De pronto, el ambiente cambió. Las miradas de ambos se conectaron en un momento tenso y silencioso. Sin previo aviso, Vegeta tomó a Rubén de la cintura, envolviéndolo en un beso. Rubén no tuvo tiempo de reaccionar, pero tampoco quiso apartarse. Al contrario, su cuerpo se relajó en el contacto.
Cuando finalmente se separaron, ambos jadeaban, recuperando el aliento. Ninguno de los dos habló de inmediato, quedándose en un silencio que se sentía demasiado largo e incómodo, hasta que Vegeta rompió el silencio.
Vegeta (nervioso): "No sé por qué hice eso. Estabas tan cerca... perdón."
Rubén lo miró, sintiendo una mezcla de emociones que lo desbordaban. Sus palabras salieron en un tono desanimado, casi susurrante.
Rubén: "Entonces... ¿te arrepientes?"
Vegeta (levantando su barbilla suavemente): "No, no me arrepiento." —Le dijo en voz baja, mirándolo intensamente a los ojos— "Es solo que no sé si esto es lo correcto. Estamos en medio de una pandemia..."
Rubén (con una sonrisa desafiante): "¿Y qué tiene que ver la pandemia con esto? No me obligó a besarte."
Sin decir más, Rubén se acercó una vez más, presionando sus labios contra los de Vegeta, esta vez profundizando el beso con más confianza. Sus manos subieron por el cuello de Vegeta mientras el alfa correspondía, abrazándolo con fuerza. Ambos se perdieron en el momento, olvidando las dudas, el mundo exterior y, por un instante, incluso la crisis de la nevera.
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Encerrado en tu corazón (omegaverse)
RomantizmCuando Rubén viajó a España para reunirse con sus amigos youtubers, no imaginaba que el destino le tenía una sorpresa. La pandemia desató el caos, cancelando sus planes, su vuelo de regreso y dejándolo sin lugar donde quedarse. Con los aeropuertos c...