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hubo un error y publique el capitulo 15 y el 14 el mismo dia por eso la actualización tardo para recompensar el error 

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Desde la videollamada, la madre de Rubén había desarrollado una confianza inesperada con Vegeta. Cada vez que hablaba con su hijo, no podía evitar preguntar por el alfa. Esa noche, mientras Rubén y Vegeta preparaban la cena, su madre llamó de nuevo, con la excusa de verificar cómo iban las cosas.

Rubén: "Hola mamá, ¿cómo estás?"

Madre de Rubén: "Hola hijo, todo bien, pero dime, ¿cómo te está tratando Samuel? Espero que se esté portando bien contigo."

Rubén: "Sí mamá, no te preocupes. Es muy bueno conmigo, no ha pasado nada raro."

Madre de Rubén: "Mmm... no sé si creerte. Pásame a Samuel, quiero hablar con él."

Rubén levantó una ceja, sorprendido por la petición. Estaba por protestar, pero su madre ya había tomado la decisión.

Rubén: "Mamá... ¿es necesario? Está ocupado."

Madre de Rubén: "¡Pásamelo! Sólo serán unos minutos."

Con un suspiro resignado, Rubén le entregó el teléfono a Vegeta, quien aceptó el dispositivo con una sonrisa divertida.

Vegeta: "Hola señora, ¿cómo está?"

Madre de Rubén: "Hijo, ya te dije que me llames Bente o mamá, nada de 'señora'. Ahora dime, ¿cómo se está portando mi hijo? Espero que no te esté dando muchos problemas."

Vegeta rió suavemente, mirando a Rubén, quien lo observaba con ojos curiosos desde la cocina.

Vegeta: "No se preocupe, señora—digo, mamá. Rubén es un excelente compañero. Nos llevamos muy bien, aunque no le gusta mucho comer verduras."

Desde la distancia, Rubén gritó, un tanto indignado.

Rubén: "¡Oye! No me pases a mi mamá para que le digas mentiras."

Madre de Rubén (con una risa): "Rubén, compórtate. Samuel, te agradezco mucho por cuidarlo. Sé que mi hijo puede ser un poco terco a veces."

Vegeta (sonriendo): "Es un placer tenerlo aquí. Nos estamos apoyando mutuamente, no hay problema. Además, tiene un gran sentido del humor."

Madre de Rubén: "Bueno, me quedo más tranquila al saber que está en buenas manos. Samuel, cuídalo mucho. Rubén es muy especial para mí."

Vegeta (con una sonrisa sincera): "Lo cuidaré, puede estar segura de eso."

Madre de Rubén: "Gracias, hijo. Bueno, los dejo. Cuídense mucho, y Rubén, no le causes más problemas a Samuel, ¿de acuerdo?"

Rubén: "Está bien, mamá. Te quiero."

Después de colgar, Rubén regresó a la cocina, donde Vegeta seguía entretenido con los ingredientes que quedaban. El refrigerador estaba cada vez más vacío, y los dos sabían que pronto tendrían que enfrentarse al reto de salir a comprar suministros.

Rubén: "Cada vez veo el refri más vacío."

Vegeta: "Lo sé. Tendremos que ver cómo ir al supermercado. No me han llegado los tapabocas que pedí, y no quiero salir sin ellos."

Rubén: "Es cierto... Pero vi que han implementado entregas a domicilio. Podemos probar eso."

Vegeta: "Sí, es una buena idea. Por ahora, vamos a cenar lo que queda."

Se sentaron a la mesa con una simple pero deliciosa tortilla española, hecha con los últimos ingredientes de la despensa. Mientras comían, Rubén se quedó pensando en la conversación con su madre y, con una sonrisa traviesa, comentó:

Rubén: "Vegetita, parece que mi mamá ya está planeando nuestra boda."

Vegeta (riendo): "Bueno, si ya está organizando todo, que me avise cuándo es, para no faltar a mi propia ceremonia."

Rubén, sintiendo un calor en las mejillas, intentó no dejarse llevar por la imaginación, pero la imagen de Vegeta en un traje de morado oscuro esperándolo en un altar no dejaba de aparecer en su mente. Con un murmullo bajo y algo avergonzado, respondió:

Rubén: "Pues... tendrás que invitarme también."

Vegeta sonrió, pero decidió no hacer más comentarios. Ambos terminaron la cena en un silencio cómodo, sabiendo que, aunque la situación seguía siendo incierta por la pandemia, había algo en su convivencia que los hacía sentirse extrañamente tranquilos.

Encerrado en tu corazón (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora