CAPÍTULO VIII: Las manchas negras son difíciles de borrar
"y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿Quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?"
Martes 16 de Septiembre, 1975La vida era más silenciosa cuando Daphne incluía en su rutina diaria pociones relajantes. Todo era tan liviano y sencillo, apenas podía recordar lo que había pasado en la semana. Por primera vez en años, lograba dormir plácidamente, no solo en Hogwarts, pero en su vida. No oía a sus compañeras de cuarto levantarse, no oía los crujidos del viento contra la vieja madera de la ventana, ni el cantar de búhos o extraños sonidos que provenían del Bosque Tenebroso. A decir verdad, no oía absolutamente nada que lograra despertarla. Era como estar muerta, por un rato.
Disfrutaba de eso, tal vez un poco más de lo necesario.
Ese día, al levantar, aún recordaba al menos el objetivo que se había puesto la noche anterior antes de que su cabeza cayera contra su almohada y su mente en un túnel negro de sueño. Debía acercarse a Regulus Black, y conseguir que le tradujera aquel libro.
En la cena del día anterior, las cosas se habían vuelto incómodas. Desde la charla de James y Daphne, el silencio ante la presencia de Peter, y Circe y Diana compartiendo con un confundido Remus, chismes del último momento. Habían elegido al chico equivocado, Sirius desde el otro lado de la mesa intentaba oír de forma "disimulada", pero no se atrevía a entrometerse en la conversación, para la sorpresa de la rubia.
Cuando se hubiere dispuesto salir de su cuarto —donde sus compañeras ya horas antes lo habían abandonado—, el tiempo había volado y faltaba poco para el comienzo del horario de clases, pero era lo suficiente para que Daphne pudiera bajar al Gran Comedor y desayunar algo. ¿No estaba llevando una vida espléndida? No recordaba la última vez que había desayunado.
Cuando llegó al comedor, divisó a lo lejos a Sirius y Remus, el segundo reía acerca de algo mientras el primero parecía aún dormido. Circe y Diana no estaban sentadas en la mesa de su casa, sino en la de Ravenclaw con su aparente nueva amiga, Pandora Black. Daphne rodeó los ojos pensando en que esa noche, antes de dormir, recibiría un informe completo acerca de vidas ajenas, qué ocurría fuera del castillo con estudiantes ya graduados, quién se casaría esa temporada, quién había roto su relación, entre otras cosas las cuales ella no estaba interesada, pero debía fingir que sí por el bien de la convivencia.
Acercándose cada vez más a la mesa, ni Remus ni Sirius parecían percatar su presencia cercana, ambos demasiado atentos el uno al otro y su conversación matutina.
—Parecen una pareja de viejos, hablando de lo que leyeron en el periódico de la mañana—, una voz repentina se escuchó a su derecha.
—A veces creo que tienes un encantamiento puesto en mí sin que yo lo sepa, para avisarte dónde estoy a todas horas y hacia dónde me dirijo, lo que es perturbante.
James la miró por un momento a través de sus lentes, intentando descifrar algún tipo de código enigmático entre sus palabras. Siempre era así, tan exageradamente sobrepensador acerca de todo, intentaba analizar cada expresión y cada línea, cada silencio, todo debía tener una razón detrás y él debía saberla.
—Fue una broma. No creo que seas demasiado listo como para encantar a alguien para ubicarlo en cada paso—, explicó sobriamente.
James sonrió de lado, finalmente sentándose frente suyo en la mesa. Remus y Sirius pararon su conversación para observarla.
—¿Por qué complicar la vida, Bell? Me gustan los encantamientos simples, y solo tengo una excelente intuición. Tal vez tengo algún estilo de brújula en mi interior—, su sonrisa se ensanchó, finalmente contestándole. Sus amigos lo miraron malhumorados, Daphne creyó que era un tipo de broma interna de la cual ella no era parte.
ESTÁS LEYENDO
𝐮𝐧𝐭𝐢𝐭𝐥𝐞𝐝 ➵ j.potter
FanfictionDaphne siente que está perdiendo la cabeza. Se encuentra dividida entre dos opciones, sin saber qué camino tomar. ¿Qué es correcto y qué es incorrecto? ¿Puede siquiera flexibilizar la moralidad? ¿Qué es más importante: proteger a su gente o servir a...