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Regresar a Corea después de aquel viaje en el que crearon tantas memorias y donde compraron tantas cosas, los había unido mucho más.

Seokjin y Jimin fueron a recogerlos en el aeropuerto y lucieron sorprendidos al ver a los tres vestidos a juego, a Jungkook tirando del carrito de niño pequeño y a Yoongi haciendo su mejor esfuerzo por llevar todas las maletas.

—¿Lo disfrutaron?

—Demasiado Jim Hyung. Ha sido un viaje con muchas experiencias que no olvidaré. Fuimos a Disney, fuimos a esquiar o patinar sobre hielo, también a parques. Fui a unos museos que quería, comimos mucho, tuvimos muchos momentos de familia y Dakho ahora me dice Appa muy seguido.

Jimin sonríe con complicidad a Seokjin mientras este sonríe al escuchar a su amigo hablar.

—¿Y Yoongi Hyung dio la talla? —Pregunta Jimin.

—No puedo hablar de eso delante de Dakho y de Jin Hyung. Los detalles explícitos te los cuento en casa Jimin Hyung.—Advierte Jungkook.

—No se si me agrada la confianza que se tienen.—Chista Yoongi.

—Lo mismo opino. ¿Qué clase de relación fan-idol es esta?

—Una premium. Además, somos amigos ¿verdad Kookie? —Dice Jimin.

—Exacto. Y Jimin Hyung dice que esta bien hablar de esos temas si estoy en confianza.

Yoongi suspira resignado mientras Seokjin pone los ojos en blanco.

[...]

Era la primera vez que Namjoon , Seokjin y Jimin se quedaban a cargo de Dakho. La idea había nacido de Jimin, quién al enterarse de que Jungkook tenía ganas de tener intimidad con su novio sin tener que preocuparse del pequeño Dakh. Es por ello que había organizado todo un hospedaje para ellos a las afueras.

Sitio donde había tenido intimidad con Seokjin en sus primeras veces, y dónde dejó todo decorado para ellos.

A cambio, Jimin se ofreció como canguro, contando con Seokjin. Así que fueron a la casa de Yoongi para encontrarlos a los dos en la mañana del sábado.

Lo que no contaban es que ahí ya estuviera Namjoon. Lo que en realidad, fue bueno porque animó a ambos a aceptar el regalo.

Así que, ahí estaban. Yoongi y Jungkook entrando a aquella pequeña villa a las afueras.

Jimin había hecho realidad todos los clichés románticos de los dramas a sabiendas que a Jungkook le haría ilusión,  por el gran fanatismo que había desarrollado por los dramas que veía en las tardes con la señora Min.

—Mira Yoon Hyung, hay petalos de rosas...y un ramo enorme. Aigooo huele muy bien.—Dice sacando su móvil para fotografiar.

—Woah, Jimin si que se esmeró. Hasta está un buen whiskey. Woah, es caro. —Dice mirando la botella.

—¡También hay ramen!—Dice Jungkook saltando.—Y fresas con chocolate.

—Y carne.—Añade Yoongi.

Jungkook salta por los distintos espacios para ver el resto del chalet.

—¡Tenemos batas con nuestra iniciales! ¿Me puedo poner la tuya y tu la mía? Son de la misma talla. —Alza la voz.—¡También hay unas cosas para la tina! Yo he visto eso en tiktok, creo que se llaman bombas de baño. ¡Y sueltan colores!

Yoongi sonríe y lo abraza.

—¿Deberíamos usar todo, verdad? ¿Por dónde quieres empezar?

—Por donde tu me digas Hyung...¿cogemos? Nos ensusiamos muuuucho y luego ¿bañito?

—Acepto.—Besa su cuello y Jungkook se derrite en sus brazos por lo que Yoongi debe hacer fuerza para que no se caiga.

—Donde está la cama hay un espejo en el techo. ¿No te parece que no tiene sentido? ¿Quién se quiere ver cuando se echa en la cama a dormir? —Dice cuando caminan a la cama matrimonial.

—Ángel, es que no es para verse mientras se queda dormido...si no para cuando estas teniendo relaciones sexuales.

—Me daría vergüenza vernos. ¿Y si se nos cae encima? ¡Qué miedo! No me agrada...

I WANT LOVE | YoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora